Feijóo arrasa, Urkullu vuelve a ganar y Podemos se da un batacazo

La mayor novedad de estas elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco ha estado más en el contexto, marcado por una pandemia –y una polémica prohibición de ir a votar a las personas contagiadas–, que, en general, en los propios resultados, que no han diferido mucho ni de las encuestas ni de los que marcaron el rumbo en los últimos cuatro años en ambas comunidades.

Con el 99% escrutado, Alberto Núñez Feijóo ha revalidado su mayoría absoluta al frente de la Xunta de Galicia –con 42 escaños frente a los 41 de 2016– y, también con una mejora con respecto a las pasadas autonómicas –de 29 a 31–, Íñigo Urkullu renovará probablemente como lehendakari. El PP y el PNV conservan, por tanto, sus feudos en esta cita electoral con una baja participación y cuyo adjetivo más preciso puede que haya sido ‘rara’.

Dos de los datos más relevantes, sin embargo, tienen que ver más con el Estado que con las propias comunidades. Por un lado, Vox, que logra una diputada en Euskadi y ninguna representación en Galicia, no ha cumplido con sus expectativas en estos primeros comicios tras su irrupción vertiginosa en el Congreso, además de en otros parlamentos autonómicos.

Y, por otro, el batacazo que sufrió Podemos en las pasadas elecciones generales ha continuado en estas. Podemos ha bajado en Euskadi de 11 a 6 escaños. Y Galicia en común, la marca con la que se presentaba en estos comicios en Galicia –que obtuvo 14 escaños con En Marea, de dónde procede la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz– ha desaparecido directamente.

En esta comunidad, donde el foco por coronavirus en A Mariña no ha tenido especial relevancia en las urnas, el partido que más ha subido ha sido el BNG, que ha pasado de 6 a 19 escaños y ha superado al PSdG, que ha subido de 14 a 15.

En Euskadi, Bildu ha subido de 17 a 22 y los socialistas, con un diputado más, vuelven a ser clave para la gobernabilidad del PNV. Con ello, se refrendaría una posible senda de colaboración ya iniciada en el Congreso de los Diputados con el PSOE de Pedro Sánchez, tan necesitado de apoyos para gobernar junto a Unidas Podemos. Mucho más tras esta cita.

«Una derrota sin paliativos. Nos toca hacer una profunda autocrítica», ha resumido el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en las redes sociales.

Nada más conocerse los resultados, el mismo candidato del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, uno de los grandes perdedores de la noche tras su coalición con Ciudadanos –de 9 escaños a cinco– también ha señalado el camino por el que continuará la oposición al Gobierno y, sobre todo, el líder del PP, Pablo Casado: derrotar al Gobierno. «Mi enhorabuena a Alberto Núñez Feijóo», ha asegurado también Iturgáiz sobre el dirigente gallego, que renueva por cuarta vez.

Esa misma felicitación, a la que se han sumado barones del PP como el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, da pie a otra lectura: los resultados logrados por Feijóo, en la línea con los de Fraga, ponen también en el punto de mira al propio Casado, impulsor de la fracasada coalición de PP y Ciudadanos en Euskadi con Iturgaiz frente a Alfonso Alonso, y con quien el PP obtuvo en las últimas generales el peor resultado de su historia. En su discurso, Feijóo ha mostrado su agradecimiento a Mariano Rajoy y al PP de Pablo Casado.