Grecia, a punto de nombrar a su primera jefa de Estado

Por primera vez en la historia de la república helénica, una mujer está a punto de asumir el cargo más alto del Estado. Ekaterini Sakelaropulu, jueza, 64 años, será la próxima presidenta de la República. Un hito en un país donde la inmensa mayoría de los cargos públicos son desempeñados por hombres; de hecho, el actual primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, encargado de anunciar la candidatura de Sakelaropulu, preside un gobierno compuesto por 51 hombres y 6 mujeres repartidos en 18 ministerios.

Sakelaropulu lo tiene todo a su favor para salir elegida: el proceso parlamentario que previsibilemente la convertirá este miércoles en presidenta no parece que vaya a dar sorpresas. La jueza cuenta con el respaldo de los tres principales partidos –Nueva Democracia (de centro-derecha), Syriza (izquierda) y Kinal (el antiguo Pasók, socialdemócrata)– que suman 266 diputados y diputadas de los 300 que conforman la cámara. Es decir, un 66% de apoyos más de los que necesitaría para que salga fumata blanca desde la primera votación. El único quiebre ante tanta unanimidad es la falta del voto del exprimer ministro Antonis Samarás, del gobernante partido conservador, que se encuentra de viaje por Estados Unidos. Una ausencia que viene a reforzar los rumores de que tras intentar postularse para renovar su mandato, no contó con el apoyo de su propio partido.

Al contrario que su predecesor, Ekaterini Sakelaropulu es una figura discreta, con poca presencia mediática. Nació en Tesalónica hace 64 años, hija de juez, una dedicación que continuó ella al estudiar Derecho en la Universidad de Atenas. En 1982 fue nombrada miembro del Consejo del Estado y en 2018 elegida por el gobierno de Syriza como presidenta del mismo. Es considerada de centro-izquierda. El gremio judicial griego valora muy positivamente la candidatura de Sakelaropulu, que se ha mostrado especialmente interesada por la cuestión de la crisis climática. Para la mayoría de la población griega, por el contrario, la jueza es una figura bastante desconocida, por lo que el anuncio de su candidatura fue recibido con sorpresa.

Syriza y Kinal, los dos principales partidos de la oposición, dieron su visto bueno a las pocas horas del anuncio de su candidatura ya que cualquier otra postulación sería simplemente simbólica: sin los votos del partido de centro-derecha Nueva Democracia no tendría nada que hacer. Los recientes cambios en la Constitución incluyeron la independencia entre el proceso de elección del presidente de la República y la disolución del Parlamento, así como de la posibilidad de convocar elecciones anticipadas. Fue lo que ocurrió en diciembre de 2014, cuando la disolución de aquel Parlamento provocó la convocatoria de las elecciones en enero de 2015 en las que Syriza llegó al Gobierno.

Volviendo a la actualidad, Ekaterini Sakelaropulu será jefa de Estado en un contexto internacional muy delicado para Grecia. La creciente tensión con el país vecino de Turquía será gestionada por una dirigente sin experiencia ni prestigio internacional. En cualquier caso, Ekaterini Sakelaropulu dispone de cinco años para convertir todos los obstáculos en sus propias ventajas.