Libre de nucleares: un grupo efímero para una pregunta importante

MIGUEL MUÑIZ// A principios de octubre se creó en Cataluña un grupo de personas voluntarias. Pertenecientes a diversos colectivos de base, nos autodenominamos Grupo Promotor ILP por un 2020 Libre de Nucleares (en adelante, el Grupo) y acordamos funcionar hasta el 18 de noviembre, dedicando voluntariamente parte de nuestro tiempo a difundir, entrevistar y animar a contestar un cuestionario / encuesta a entidades sociales y culturales, colectivos diversos, agrupaciones de comerciantes y cooperativas, secciones sindicales y agrupaciones políticas de base, así como a personas de todo tipo. Toda esa actividad (y el cuestionario) es para valorar el apoyo social que tendría la presentación de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pida que no se renueve el permiso de funcionamiento a las centrales nucleares. Porque entre los años 2020 y el 2021, seis de los siete reactores nucleares que funcionan en España han de renovar el permiso para continuar operando 10 años más, y tres de esos reactores (Ascó 1, Ascó 2 y Vandellòs 2) están en Cataluña. Este simple enunciado requiere de dos precisiones.

La primera, aunque el 2020 y el 2021 parecen fechas muy lejanas, en realidad no es así. Las empresas propietarias de esos reactores (Iberdrola, Endesa y Gas Natural) pueden pedir la renovación del tal permiso con 36 meses de antelación, lo que nos sitúa en los inicios o mediados del año 2017. La segunda precisión es que si las empresas eléctricas consiguen esta renovación habrán dado un gran paso para conseguir alargar el funcionamiento de las centrales hasta los 60 años, justo lo que la industria nuclear y sus partidarios persiguen desde hace tiempo. Y además, preparar y lanzar una ILP lleva tiempo.

Los peligros de ese alargamiento son fáciles de imaginar. Resulta que el procedimiento para renovar el permiso está pensado para reducir al mínimo la intervención política y anular la intervención social, y estamos refiriéndonos a reactores viejos, con más de 30 años de funcionamiento. Un accidente en cualquiera de ellos puede evolucionar rápidamente hacia una catástrofe ambiental y social irreversible (recordemos Fukushima y Chernóbil).

La preocupación por los problemas de los reactores nucleares aumenta con el paso del tiempo. Se trata de artefactos que nunca debieron ponerse en funcionamiento, con componentes que operan en condiciones extremas de temperatura y presión, lo que degrada todas sus partes; a medida que se deterioran emiten cada vez más elementos radioactivos al entorno con su funcionamiento, digamos, “normal”. Una contaminación con consecuencias que no conocen fronteras. Muchas personas de Portugal lo han entendido así, y se han coordinado con personas de toda España creando el Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA), hermanándonos ante la amenaza común.

Aparentemente bastaría con una decisión política para no renovar los permisos, pero esa decisión no es fácil, se enfrenta a los intereses de la industria nuclear y sus seguidores. Conscientes de este hecho, el Grupo intenta crear un apoyo ciudadano para ayudar a resistir las presiones que sufrirán las fuerzas políticas que defiendan el cierre; y el mejor mecanismo para lograrlo es promover esa ILP, un derecho democrático ampliamente reconocido en Europa, que permite incidir en el Parlamento que controla el gobierno del Estado, responsable de conceder o denegar los permisos.

Necesitamos valorar las posibilidades de éxito de la ILP. Las personas que viven en Cataluña pueden contestar el cuestionario / encuesta mediante un sencillo formulario en Internet. Al hacerlo (tengan una opinión favorable o contraria) ayudarán a que tomemos una decisión importante antes de disolver el Grupo, ponernos a impulsar la ILP en una reunión general del MIA si hay apoyo, u olvidarnos de todo este asunto si no lo hay.

Miguel Muñiz es miembro del Grupo Promotor ILP por un 2020 Libre De Nucleares. Escribe en Sí renovables, nuclear no.