lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

El obispo se lleva la Mezquita a casa

SIGUIENTE
SUSCRÍBETE DESDE 17€. Además, si verificas que eres humano con el código HUMANA, te llevas un 10% de descuento en tu suscripción a la revista

Opinión | OTRAS NOTICIAS | Tus artículos

El obispo se lleva la Mezquita a casa

El prelado cordobés tiene nuevo plan para obligar a los visitantes a entrar por el Palacio Episcopal y apropiarse del significado histórico de la joya andalusí.

Tus artículos
25 septiembre 2016 Una lectura de 4 minutos
Telegram Linkedin Url

Aristóteles Moreno // Hasta 1826, el Mihrab de la Mezquita de Córdoba, uno de los más espléndidos nichos del arte islámico universal, estuvo cubierto por el retablo de San Pedro. Tuvo que ser un obispo ilustrado, Pedro Antonio de Trevilla, quien ordenara descubrir el elemento central del oratorio omeya, hoy símbolo mundial del arte andalusí, oculto durante nada menos que 436 años por un políptico católico. Hasta ese momento, el Cabildo catedralicio se había esmerado en borrar, lenta pero tenazmente, las huellas árabes de uno de los edificios más excepcionales de la arquitectura europea.

Trevilla inauguró una nueva visión del monumento, más allá de la dimensión estrictamente litúrgica que había impuesto a marcha martillo sus antecesores en la prelatura a fuerza de desfigurar el espacio islámico. Tuvo conciencia del valor patrimonial del “primer monumento hispanomusulmán de Occidente y uno de los más asombrosos del mundo”, según palabras del laureado arquitecto y erudito académico Fernando Chueca.

Por ahí, Trevilla se distanció de todos sus predecesores. Era un obispo afrancesado. Un dato a tener en cuenta. Desnudar el Mihrab del retablo de San Pedro constituyó un acto simbólico sin precedentes provisto de un profundo significado. Primero, de respeto al oratorio primitivo que acogió en 1236 a los nuevos conquistadores católicos. Segundo, de consideración a los valores culturales e históricos que habitan en todo espacio arquitectónico. Y tercero, de admiración a la belleza indiscutible de una obra construida por sus adversarios monoteístas.

De alguna manera, el obispo Trevilla siguió la estela proteccionista dibujada siglos antes por el Ayuntamiento de Córdoba en aquel episodio ya mítico de su enfrentamiento con el Cabildo catedralicio cuando el purpurado Alonso Manrique decidió demoler el corazón de la Mezquita para construir la Catedral católica. El Concejo municipal, representante de  la voluntad ciudadana, se erigió entonces en defensor del patrimonio cultural común mucho antes de que las leyes acuñaran, ya a principios del siglo XX, los primeros reglamentos y normativas de protección del tesoro artístico nacional.

Su función tutelar ha sido una constante en la historia del monumento. Así sucedió también en aquel otro incidente de 1713 cuando litigó con el Cabildo catedralicio nuevamente a cuenta del embovedamiento de la Mezquita en su afán por ocultar el espléndido artesonado árabe y desnaturalizar el monumento omeya.

Desde Trevilla, y ante el progresivo deterioro del templo, el Estado fue paulatinamente haciéndose con las riendas de la gestión patrimonial del edificio hasta culminar en su declaración como Monumento Nacional en 1882. Desde finales del XIX, la labor de los arquitectos conservadores, adscritos al Ministerio de Gracia y Justicia, fue determinante para recuperar la autenticidad del oratorio islámico y eliminar los numerosos pegotes barrocos aplicados arbitrariamente por los obispos para tapar un arte que, en gran medida, despreciaban.

Entre 1887 y 1918, el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco ejecutó un trabajo restaurador, sistemático y riguroso, que condujo al desmantelamiento de infinidad de elementos superfluos, particularmente las bóvedas barrocas y góticas que escondían las techumbres andalusíes. Félix Hernández continuó magistralmente el proyecto reparador de la antigua Mezquita omeya.

Hoy, sorprendentemente, el universal monumento cordobés vuelve a ser víctima de un movimiento pendular regresivo que pretende descomponer su identidad y secuestrar su sentido histórico, artístico y cultural. El Obispado quiere llevarse las taquillas de la Mezquita al Palacio Episcopal para ubicar el colosal edificio dentro del circuito de interpretación confesional junto con el Museo Diocesano. No se trata de una mera decisión de eficiencia logística. Sino que forma parte de un calculado plan para borrar la huella andalusí, falsear su historia y apropiarse de su legado.

Todos los visitantes que quieran conocer el “primer monumento hispanomusulmán de Occidente”, en palabras del añorado Chueca, deberán pasar primero por casa del obispo. La gran Mezquita Aljama, vértice político, religioso y jurídico de la civilización andalusí que asombró al mundo, se convertirá en una pieza más del relato católico. La decisión se enmarca en esa extravagante operación de lobotomía patrimonial que comenzó a finales de los noventa con la eliminación de la Mezquita en todos los folletos, siguió con la bochornosa adulteración de su narración histórica y concluyó con su inmatriculación en el registro de la propiedad privada.

Que haya obispos que se empeñen, casi doscientos años después de Trevilla, en enmascarar la Mezquita de Córdoba y apropiarse nuevamente de su significado entra dentro de lo posible. Lo desolador es que lo hagan con impunidad en pleno siglo XXI y ante la pasividad de la administración autonómica competente, obligada por ley a ejercer su tutela, vigilancia y conservación. 

faldon_noticias

Telegram Linkedin Url

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€
  • #Córdoba
  • #Mezquita
  • #Mezquita de Córdoba

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Comentarios

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Lo más leído

  • Pedro Sánchez pide perdón a la ciudadanía y descarta elecciones: "Hasta esta misma mañana yo estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán"
  • Jeff Sharlet: "Hace muchos años que en Estados Unidos la izquierda secular ocupa el margen"
  • Lo de Santos Cerdán (parece que) no es lo de Begoña Gómez
  • Ni reyes ni césares: al desplegar a las Fuerzas Armadas para sofocar la disidencia, Trump ha cruzado el Rubicón
  • Su destino está a la izquierda

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea

La Marea es un medio editado por la cooperativa Más Público. Sin accionistas detrás. Sin publirreportajes. Colabora con una suscripción o una donación

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar