‘La rendición de Garoña’: la nueva acción de Greenpeace en el Prado

También conocido como Las lanzas, el cuadro de Velázquez La rendición de Breda ilustra la toma de la ciudad holandesa en 1625 por parte de las fuerzas españolas. Una obra a la que Greenpeace ha querido dar una nueva lectura y significado.

Con motivo de la reunión del Consejo de Seguridad Nuclear en el salón de actos del Museo del Prado, un grupo de activistas de la organización ecologista han llevado a la pinacoteca una relectura en tamaño real de la célebre obra de Velázquez. En ella, las autoridades de la ciudad no entregan las llaves de la misma, sino que son los dirigentes del Gobierno en España los que entregan la llave de la seguridad nuclear a las grandes compañías eléctricas, «únicas beneficiarias del peligroso negocio de la energía nuclear», según denuncia Greenpeace.

La acción se complementa con una imagen en su página web en la que detallan quién es quién en su versión del cuadro. En él aparecen, además de miembros del Gobierno como Mariano Rajoy, Isabel García Tejerina o el exministro José Manuel Soria, los principales mandatarios de las compañías eléctricas: Ignacio Sánchez Galán, presidente y consejero delegado de Iberdrola, Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural, o José D. Bogas, consejero delegado de Endesa.

Centrales «viejas y obsoletas»

Para Greenpeace, con reuniones como la que tiene lugar este miércoles en el Prado «se pretenden rebajar los estándares de seguridad nuclear con prórrogas para centrales viejas y obsoletas como Garoña». La organización denuncia, asimismo, que «los dirigentes políticos se cobran sus favores con las eléctricas ocupando cargos en consejos asesores cuando acaban sus mandatos. Solo hace falta echar un vistazo a lo que se esconde tras los personajes de esta Rendición de Garoña».

La última iniciativa de Greenpeace va acompañada, además, de una recogida de firmas en la que se exige al Gobierno en funciones, así como al que salga de las próximas elecciones generales, que no prolongue la vida de centrales nucleares como Garoña, dada su antigüedad y el riesgo que su funcionamiento entraña para la salud de los ciudadanos.