Fibra óptica, privatizaciones y seguridad ferroviaria: una ecuación problemática

La estampa era la misma en todas las estaciones del AVE en Cataluña desde las siete de la mañana: viajeros resignados que, móvil en mano, avisaban a sus jefes de que iban a llegar tarde al trabajo por una incidencia en la red. Lo más probable es que éstos ya se hubieran enterado de la que ha sido la noticia del día: un robo de fibra óptica paralizaba 20 trenes de alta velocidad en Cataluña, dejando en las estaciones a más de 7.000 personas.

Ante la magnitud de la incidencia, Renfe habilitó autobuses para paliar las consecuencias del parón. Los trenes comenzaron a restablecer sus recorridos a partir de las once de la mañana… y los usuarios volcaron sus quejas en las redes sociales. Sentimiento de abandono, confusión y muchas preguntas. ¿De quién es la culpa? ¿Cómo puede evitarse esta situación? Y, sobre todo, ¿está en riesgo la seguridad de los pasajeros?

«El cableado de fibra óptica es fundamental en todo el sistema de comunicaciones de la red ferroviaria», explica un representante del Sector Federal Ferroviario de CGT. «Está relacionado con infinidad de factores que tienen que ver con la circulación de los trenes: desde las comunicaciones entre éstos y los puestos de mando hasta la que tiene lugar entre el personal de los trenes, pero también con los mecanismos de señalización, balizas, el sistema ERTMS…»

Rentabilidad y responsabilidad

Para el sindicato, no hay duda de que la falta de inversión en mantenimiento y las políticas de privatización de Adif están directamente relacionadas con el aumento de este tipo de incidencias en la red ferroviaria española. «Más que preocuparse de poner solución a estos problemas, Adif se dedica a subcontratar servicios, entre ellos la fibra óptica, porque resulta muy ventajoso económicamente. Estamos convencidos de que si volviera a manos públicas redundaría en una mayor seguridad para los viajeros. La fibra óptica es rentable, y lo va a ser cada vez más: si esa rentabilidad y todos esos miles de euros se redirigiesen hacia el mantenimiento de las infraestructuras ganaríamos todos en materia de seguridad y en calidad del servicio».

A todas esas privatizaciones, que SFF-CGT denunció en su día con una campaña, se le une la paradoja de que, pese a estar el servicio subcontratado, es la propia Adif la encargada de supervisar todo lo que tiene que ver con que la fibra óptica funcione correctamente. Esa circunstancia lleva a que la responsabilidad del servicio recaiga directamente sobre la propia Adif cuando se produce una situación como la vivida este jueves en Cataluña. «Es lo mismo de siempre», denuncian desde SFF-CGT: «Sociabilizan las pérdidas al mismo tiempo que privatizan las ganancias».