Las ‘ciudades del bien común’ reivindican sus primeros pasos de gobierno

BARCELONA // Cerca de cumplir cien días de gobierno, los ayuntamientos del «sí se puede» han demostrado que el 24-M puso los cimientos de una red municipalista con aspiraciones glocales de cambio radical y con capacidad de dar buenos frutos locales e, incluso, internacionales.

Barcelona ha acogido este viernes el encuentro «Ciudades por el bien común«, una demostración de fuerza que ha reunido en un desbordado polideportivo de la Estació del Nord a las caras más conocidas de las candidaturas de unidad popular. Allí han estado Manuela Carmena, de Ahora Madrid; Dolors Sabater, de Guanyem Badalona en Comú; Pedro Santisteve, de Zaragoza en Común; Xulio Ferreiro, de Marea Atlántica; Martiño Noriega, de Compostela Aberta; José Maria González «Kichi», de Por Cádiz sí se puede y Ada Colau, de Barcelona en Comú, además de Joseba Asiron, de Euskal Herria Bildu. Todos ellos el pasado 13 de junio, fecha de la constitución de los ayuntamientos, cruzaron la calle para entrar en los gobiernos locales.

Bajar los salarios de los cargos políticos, ampliar la vivienda social, cambiar modelos policiales para que sean de proximidad, instaurar prácticas participativas y transparentes, apostar por modelos urbanos garantes del derecho a la ciudad, aplicar medidas contra la violencia machista… El acto ha reivindicado los primeros pasos de la obra de gobierno transformadora de cada una de las ciudades presentes (Madrid, Badalona, Zaragoza, A Coruña, Santiago de Compostela, Cádiz, Iruña y Barcelona) y, a la vez, todos los que tienen por hacer las candidaturas ciudadanas en un camino institucional que, aseguran, han pisado para permanecer en él.

«Somos la mejor carta de presentación de lo que podemos llegar a conseguir si colocamos el bien común por delante de cualquier otro interés», ha reivindicado Martiño Noriega. «Somos la respuesta a una situación de emergencia social. Somos la esperanza de millones de persones, no sólo en el Estado, sino en el sur de Europa», ha afirmado el alcalde de Santiago de Compostela, en una intervención trilingüe.

«Hemos empezado a poner puentes y a abrir ventanas», ha indicado en la misma dirección la anfitriona, Ada Colau, quien ha reivindicado con fuerza el papel que juegan las «ciudades del cambio» frente a la falta de respuestas de los Estados ante la vulneración de derechos humanos.

Ejemplo de este papel, que puede exceder las competencias locales pero que resulta insoslayable para «los gobiernos del bien común», es la red de ciudades refugio que está construyéndose ante la crisis de refugiados en Europa. «Mientas los estados ponen excusas, las ciudades ya nos hemos organizado», ha destacado Colau, quien ha acusado al gobierno español de «atacar la soberanía de pueblos y ciudades» y de «no estar a la altura de la ciudadanía». «Ante la incapacidad de los Estados, como el español, de resolver los problemas de la gente, aquí estamos las ciudades, para buscar soluciones«, ha sentenciado la alcaldesa de Barcelona.

El auditorio, con unas 2.000 personas según la organización, ha regalado oleadas de aplausos a los alcaldes y alcaldesas. Una de las más sonoras ha sido la que ha recibido Manuela Carmena, «la abuela de los alcaldes y alcaldesas», tal y como se ha etiquetado.

La alcaldesa de Madrid ha recordado Barcelona como su ciudad de acogida en años de lucha antifranquista y ha elogiado al equipo de Colau por declarar Barcelona ciudad de acogida internacional. Carmena ha remarcado que Madrid no se ha quedado atrás una vez sumado a la iniciativa barcelonesa, al destinar 10 millones de euros a responder a la acogida de personas refugiadas.

En gallego, catalán, euskera y castellano, en el propio idioma y en el de otras «ciudades rebeldes», con emoción y energía supurando en cada intervención, los alcaldes y alcaldesas se han mostrado convencidos de que la «revolución ciudadana» a que dieron pie los resultados del 24-M en numerosas ciudades es una primera fase de un cambio político imparable.

«Refugiados, refugiadas, sed bienvenidas»

La solidaridad con las personas que huyen de las guerras ha sido reiterada en las intervenciones de las alcaldesas y los alcaldes. Delante del polideportivo donde se ha celebrado el encuentro, ha tenido lugar un encendido de velas, convocada por la plataforma Stop Mare Mortum, en recuerdo de las personas que han muerto en el Mediterráneo.

La lluvia que ha caído en Barcelona no ha apagado la concentración, silenciosa, con centenares de asistentes, para exigir a los gobiernos español y europeo políticas que respeten los derechos humanos de las personas refugiadas. «Frente a quienes construyen muros, alzan vallas, instalan concertinas, nosotros tenemos un mensaje: refugiados, refugiadas, sed bienvenidas«, ha declarado la alcaldesa de Barcelona, sintetizando así la política municipal contracorriente que está promoviendo con la red de ciudades refugio. Hasta el momento, un centenar de ciudades del Estado se han unido a esta reacción municipal a la crisis europea.