La utopía del mercado social se hace realidad

MADRID // Hace tres años decidimos salir a escena para demostrar que no perseguíamos utopías sino realidades». Así resume César Gómez, uno de los organizadores del Mercado Social de Madrid, la razón del nacimiento de esta feria, donde se reúnen más de un centenar de empresas que apuestan por este tipo de economía.

Gómez recuerda que actualmente una persona ya podría ver satisfechas la mayoría de sus necesidades de consumo con empresas de este tipo. Pese a ello, reconoce que hay sectores donde todavía no han llegado. De todos modos, ahora el discurso se centra en buscar consumidores y clientes para los que ya existen.

De ahí la importancia de la Feria del Mercado Social para que la gente «sepa que ya hay propuestas en marcha, que se puede ser usuario de un banco ético que es de propiedad colectiva o de corredurías de seguros, plataformas ciudadanas de soberanía eléctrica, soberanía alimentaria, comercio minorista y de proximidad, academias, economistas sin fronteras…”, enumera César Gómez.

Esta edición, la tercera que se celebra tras el éxito de las dos anteriores (con 12.000 y 15.000 visitantes respectivamente), tiene lugar los días 12 y 13 de junio en Matadero de Madrid. La feria no recibe ningún tipo de apoyo institucional, por lo que se ve obligada a autofinanciarse.

Los orígenes del Mercado Social hay que buscarlos en la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS), que surgió en 1995 y ya cuenta con más de 300 entidades y empresas en todo el Estado español. Sus integrantes fueron los impulsores del Mercado Social que en diciembre de 2014 se constituyó como cooperativa integral. En la actualidad está formada por más de 100 entidades proveedoras, 94 consumidores socios y 211 no socios.

Los responsables del Mercado Social de Madrid inciden en la importancia de la financiación para impulsar proyectos sociales «que generen un nuevo marco de tejido productivo». «Se trata de un ciclo cerrado donde hay que conseguir que nuevos consumidores hagan que surjan nuevos proveedores, de modo que todo acabe incidiendo de manera transformadora», apunta Gómez.

Las entidades que participan en esta iniciativa comparten varios elementos: un catálogo de bienes y servicios que se puede consultar en el portal digital mercadosocial.net, un sistema de certificación de proveedores, el Balance Social –un sistema de reconocimiento de la responsabilidad de la empresa con la salud laboral, el medio ambiente y otras variables– y una imagen reconocible.

Otro de los puntos importantes es el trabajo en red que vincula a todos los proyectos e iniciativas de este modelo económico alternativo. La apuesta por la economía social traspasa Madrid o Barcelona, ciudades en las que el año pasado más de 20.000 personas pasaron por sus mercados sociales. Así, la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) generó en 2014 en Aragón un total de 453 puestos de trabajo a través de una treintena de entidades (el 36% eran cooperativas y un 23% sociedades limitadas). El tejido empresarial facturó nueve millones de euros y recibió algo más de un millón y medio en subvenciones.

Los mercados sociales se expanden

El Mercado Social de Aragón dio a conocer su balance de 2014 el pasado mes de marzo. Los datos demuestran el amplio espectro de actividades que ya abarca la economía social en la región, con casi la mitad de entidades orientadas a la educación y a la sensibilización; un 23,3% está dedicada a la cultura, el turismo y el ocio, y un 20% se sitúa dentro del sector de la alimentación, las bebidas y la restauración. Entre las entidades, destacan las cooperativas de trabajo, una de las principales herramientas de la economía social, que suman ya un tercio del total y que en buena parte son responsables del éxito que las nuevas propuestas de mercados sociales está experimentando en casi todo el Estado.

Por otro lado, en el País Vasco, con una gran tradición de pequeñas empresas de inserción sociolaboral, tejido cooperativo y proyectos de finanzas éticas, REAS agrupa a más de 60 entidades y la mitad ya se ha unido al Mercado Social.

El proyecto acaba de dar sus primeros pasos, pero ya se están sumando también organizaciones de Baleares, Murcia, Andalucía y Valencia.