La posibilidad de un sucedáneo de consulta inquieta al bloque soberanista

BARCELONA // La polémica la han avivado este miércoles dos informaciones publicadas en El Periódico y La Vanguardia. Según el diario del Grupo Godó, el Govern, ante las dificultades legales, estaría trabajando en una consulta alternativa para que se vote el 9 de noviembre. El rotativo, que cita fuentes cercanas al Ejecutivo, señala que un grupo reducido de colaboradores de Artur Mas trabaja en una votación que desde el punto de vista de sus implicaciones legales y políticas se situaría a medio camino entre la consulta inicialmente planteada y las consultas independentistas que se celebraron en 2009 y 2010 en centenares de municipios catalanes. Esta contaría con el aval del Govern, pero el operativo lo llevarían a cabo fundamentalmente los ayuntamientos, la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.

El Periódico amplía la organización de este escenario alternativo a “los partidos favorables a la consulta soberanista”, y señala que el objetivo sería conseguir una participación de al menos un 50% -en el que el sí-sí sería seguramente la opción ganadora pues apenas movilizaría al resto de opciones- como forma de mostrar al Estado la voluntad de los catalanes de votar por el futuro político de Cataluña. Ambos rotativos afirman que esta votación –último escalón de lo que se pretendía un referéndum y, ante la negativa del Congreso, una consulta- sería la antesala de unas elecciones anticipadas que se dotarían de carácter plebiscitario.

El portavoz del Govern, Francesc Homs, ha negado que el Ejecutivo trabaje en una consulta alternativa y ha tildado las informaciones de “especulaciones”. Según Homs, el Govern está “centrado en hacer posible el 9-N y en los términos conocidos”.

Tras conocerse estas informaciones, algunos de los partidos favorables al derecho a decidir se han apresurado a mostrar su contrariedad con este plan. Iniciativa ha convocado una rueda de prensa urgente en la que su secretario general, Josep Vendrell, ha asegurado que su formación no aceptará ningún sustitutivo de la consulta porque sería una “salida en falso” y un “error gravísimo”. “Los ciudadanos de Cataluña se merecen una consulta bien hecha, legítima y creíble”, ha sentenciado Vendrell. “No es posible una suma de convocatorias a nivel local porque quien garantiza una administración electoral neutral y pone las reglas es la Ley de consultas y el decreto de convocatoria, y esto no tiene substitución porque no tendría la credibilidad y legitimidad necesaria para enviar un mandato claro a los diputados y diputadas”, ha añadido.

Desde Esquerra Republicana, el diputado en el Congreso Alfred Bosch también se ha desmarcado de esta estrategia y ha rechazado “fórmulas extrañas” que sustituyan a la consulta soberanista. “No podemos echar agua al vino”, ha manifestado en declaraciones a Canal Sur. Bosch ha mantenido que todavía existe la posibilidad de que el Tribunal Constitucional levante la suspensión de la ley de consultas y el decreto de convocatoria y que por ello se debe seguir trabajando para hacer realidad la consulta. Una postura que ha reafirmado el vicesecretario general adjunto de ERC, Lluís Salvadó, quien ha asegurado que su partido no contempla la posibilidad de una “consulta descafeinada”.

Pasos discretos hacia la consulta

Mientras, los preparativos para el 9-N continúan pero los plazos legales serán pronto improrrogables para llegar a tiempo. El pasado domingo se reunió la Comisión de Control de la Consulta, y el lunes se reactivaron los registros de votantes. La madrugada del martes el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) publicó el nombramiento de los integrantes de cada una de las siete comisiones de seguimiento territoriales que deben controlar el correcto desarrollo de la consulta. Tal como se hizo con el nombramiento de la Comisión de Control, se añadió la fórmula de “a los efectos de la vigencia correspondiente”, con la que Artur Mas pretende sortear los efectos legales que puede suponer desarrollar una ley que se encuentra suspendida. En TV3 se mantiene la campaña alternativa que informa de la suspensión del Constitucional y de que el Govern seguirá dando los pasos necesarios para realizar la consulta.

En este contexto, y después de que la CUP haya pedido a Mas que meta a ERC en el Govern para “blindar la consulta” –algo que el Govern ha rechazado-, el president de la Generalitat ha convocado a los partidos proconsulta a una nueva cumbre para seguir puliendo el plan hacia el 9-N, aunque no ha trascendido cuándo se producirá el encuentro. Fuentes de ICV y de la CUP han confirmado este miércoles que los contactos entre las fuerzas políticas son “continuos y frecuentados” estos días.