Apuntes sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2015

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2015. En esta ocasión, los cambios con respecto al año anterior no se han hecho notar tanto como en anteriores ocasiones, en parte debido a la proximidad de las elecciones. Los puntos más importantes a destacar son los siguientes:

• Según las mejores estimaciones del propio Gobierno, desde que Rajoy llegó a la Moncloa hasta el final de su legislatura se habrán destruido más de 395.000 empleos.

• Gracias a los recortes de Rajoy, cada vez que se jubilaba un funcionario se perdía un puesto de trabajo, porque nadie lo podía reemplazar. La única excepción era para los servicios esenciales como sanidad, educación, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado e inspección tributaria, donde también por decisión del equipo de Rajoy se contrataba sólo a un nuevo funcionario por cada diez que dejaban de trabajar. Ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina, lo han cambiado para que por cada dos funcionarios que dejen de trabajar para una de estas administración esenciales se contrate a uno. Para el resto de administraciones la contratación pública sigue congelada.

• El sueldo de los funcionarios volverá a ser congelado en 2015. La única concesión que va a realizar el gobierno es devolverles el 25% de la paga extra que dejaron de cobrar en 2012.

• La mejora de la prima de riesgo sólo va a servir para reducir un triste 3% el gasto de intereses de deuda pública, que continúa siendo la partida presupuestaria más voluminosa, con 35.490 millones de euros. La siguiente partida en volumen es la de prestaciones por desempleo, con 27.790 millones, un 14,8% menos que este año.

• El año que viene entrará en vigor la reforma fiscal. Bajarán los tipos generales a pagar en dos de los principales tributos (IRPF y Sociedades), pero a pesar de ello el Gobierno confía (se podría decir que de forma bastante ingenua) en que la actividad económica se recupere y con ello la recaudación tributaria, especialmente gracias al IVA (4.000 millones de euros más que este año).