lamarea.com
  • La Marea
  • Kiosco
  • Climática
DONA SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Sociedad
  • Opinión
  • Medio ambiente
  • Economía
  • Revista
ANTERIOR

El poder de los supermercados y la teoría del embudo

SIGUIENTE
SUSCRÍBETE DESDE 17€. Además, si verificas que eres humano con el código HUMANA, te llevas un 10% de descuento en tu suscripción a la revista

OTRAS NOTICIAS | Sociedad

El poder de los supermercados y la teoría del embudo

El consumidor cada vez tiene menos opciones para comprar alimentos y los productores, menos alternativas para distribuir sus productos

Nazaret Castro
07 septiembre 2014 Una lectura de 4 minutos
Telegram Linkedin Url

A nadie se le oculta que la consolidación de las cadenas de supermercados e hipermercados ha cambiado radicalmente nuestra manera de consumir, y sobre todo, de alimentarnos. Pero tal vez no seamos conscientes de hasta qué punto esa nueva forma global de distribución, cada vez concentrada en menos manos, afecta a nuestras vidas.

Como recientemente recordaba Esther Vivas, en España el primer supermercado abrió en 1957 y el modelo se consolidó a lo largo de los 80 y 90. A día de hoy, en estas grandes cadenas adquirimos los españoles entre el 68% y el 80% de nuestra cesta de la compra1. Además, sólo cinco cadenas (Carrefour, Mercadona, Eroski, Alcampo y El Corte Inglés) acaparan el 55% de los alimentos que compran los españoles y, si sumamos a las dos principales centrales de compra mayoristas, esa cifra alcanza el 75%2. Una dinámica parecida se aprecia en Europa: el caso extremo es Suecia, donde tres cadenas de supermercados controlan el 95% de la cuota de mercado. Frente a esta realidad, el comercio local tradicional lucha apenas por sobrevivir: en 1998 había 95.000 tiendas en España; en 2004, apenas 25.000.

Las corporaciones multinacionales, insertas en grandes grupos con vinculaciones accionariales cada vez más complejas, se han convertido en un actor fundamental del sistema capitalista en su fase de la globalización. Esto es así con la producción, pero también con la distribución de las mercancías. En 2007, la empresa más grande del mundo en volumen de ventas, según la lista Fortune Global 500, fue la multinacional estadounidense de la distribución Wal-Mart; en la lista de las cien primeras estaban también Carrefour (número 33 del ranking), Tesco (51) y Kroger 87).

Primera conclusión: la fantasía del “oasis de libertad” del consumidor que genera la visión de decenas de estantes cargados de coloridos paquetes de distintas formas y tamaños oculta la realidad de que nuestras opciones cada vez son más limitadas: casi todos esos productos son elaborados por un pequeño grupo de grandes multinacionales, y se venden en un puñado de cadenas de hipermercados o de tiendas de descuento que pertenecen al mismo grupo.

El consumidor cada vez tiene menos opciones para comprar alimentos y los productores, menos alternativas para distribuir sus productos. Es la llamada teoría del embudo: de un lado hay millones de consumidores; de otro, miles de productores; y en el medio, unas pocas cadenas de distribución que marcan las reglas del juego, pagan precios bajos a los productores y privilegian en sus estantes productos industrializados y poco saludables y alimentos “kilométricos” o “viajeros”, que vienen de la otra esquina del mundo. La consecuencia más evidente es la desigualdad de fuerzas de los productores de alimentos a la hora de colocar sus productos: según un cálculo de 2007 de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores (Coag), la diferencia media entre el precio que se paga a los productores de alimentos y el que paga el consumidor final ronda el 390%. Se estima que más del 60% del beneficio va a parar a los distribuidores.

Pero la regla del máximo beneficio se aplica también en el interior de estas grandes cadenas, a sus trabajadores. Vivas asegura que los empleados de estas corporaciones “están sometidos a una estricta organización laboral neotaylorista caracterizada por ritmos de trabajo intensos, tareas repetitivas y rutinarias y con poca autonomía de decisión” y, cada vez más, los grandes hipermercados apuestan por el empleo precario y temporal, con horarios atípicos que incluyen los fines de semana e imposibilitan la conciliación de la vida laboral con la social y laboral. En algunos de estos centros, según la autora, “se lleva a cabo una política antisindical” a través de “p?acticas ilegales” que dificultan el derecho a reunión y la creación de sindicatos.

¿Son tan baratos los hipermercados? Explotación laboral, precios irrisorios a los productores, contaminación por transporte de los “alimentos kilométricos”. Todo ello, supuestamente, posibilita que lleguen a las estanterías de los hipermercados productos mucho más baratos que los del tradicional comercio de proximidad. Pero, ¿esto es así realmente? El sociólogo Christian Topalov lo cuestionó hace 35 años en su obra La urbanización capitalista. Hacía allí una observación aguda: al menos una parte del dinero que supuestamente ahorramos en el precio del producto lo gastamos en combustible y en tiempo. Y en calidad de vida, aunque eso sea más difícil de cuantificar en euros.

Los grandes supermercados suponen, añade Topalov, un retroceso en la división social del trabajo: antes los pequeños comerciantes se ocupaban de transportar las mercancías hasta muy cerca de nuestra vivienda; ahora, ese trabajo lo realiza el propio consumidor, que debe desplazarse una cierta distancia, y con frecuencia necesita forzosamente el automóvil para ello. El hecho de que ahora hagamos los consumidores algo que antes hacían los minoristas supone que, considerando a la sociedad en su conjunto, la distribución de las mercancías requiere más tiempo de trabajo y también implica más gasto en transporte y más contaminación. Y, si consideramos todos estos factores, siguen siendo tan baratos los hipermercados?

Seguramente no, si consideramos un último factor: la incitación constante al consumismo que se hace en las grandes cadenas de la distribución. Desde las promociones 3×2 a la disposición de los estantes, cada detalle está orientado a hacernos comprar más productos de los que necesitamos, y a menudo, a adquirir alimentos industrializados y poco saludables. El capital sale ganando, pero, ¿y nosotros? Seguramente no, y cada vez más consumidores comienzan a entenderlo y a buscar alternativas, como la creación de grupos de consumo y la compra directa a cooperativas y pequeños productores.

1 En “Supermercados y alimentación S.A.” en Grau, E. e Ibarra, P. Crisis y respuestas en la red. Anuario de movimientos sociales 2009, Barcelona, Icaria editorial. 2009.

2 García, F. y G. Rivera, M. (2007) “Supermercadolandia: el planeta de los supermercados” en Montagut, X. y Vivas, E. Supermercados, no gracias, Barcelona, Icaria editorial, 2007. Citado en Vivas (2009).

[Artículo publicado en Carro de Combate]

Telegram Linkedin Url

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

€
  • #consumo crítico
  • #multinacionales
  • #Soberania alimentaria
  • #Sociedad de consumo

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Suscríbete dona
Comentarios
  1. ArroyoClaro dice:
    13/09/2014 a las 18:28

    He visto por mis propios ojos como los trabajadores de la basura a las 7 de la mañana sacaban del Mercadona contenedores enteros de pan y comida recien caducada. Comenté en voz alta ¡tanta hambre que se pasa! y me contestaron ¡pues no sabes cuanta comida se tira!.
    Ahí lo dejo por si alguien, con más recursos que yo, puede conseguir que esos alimentos que ellos no van a vender pero que todavía son comestibles puedan destinarse a personas en situación precaria, a comedores sociales, ect.
    En el Estado español hay maestros de la pública que están llevando comida a niñxs de familias que están pasando hambre.

    Responder
  2. lacapa dice:
    10/09/2014 a las 22:49

    No me jodas.Que cada vez tengo menos opciones de comprar distintos productos en los supers??.De donde has sacado tan brillante conclusión??.Quien te ha comido el coco??

    Responder
  3. Chorche dice:
    10/09/2014 a las 21:05

    Esther Vivas explica que es la SOBERANIA ALIMENTARIA
    http://arainfo.org/2014/08/esther-vivas-explica-que-es-la-soberania-alimentaria/

    Responder
  4. Levaux dice:
    07/09/2014 a las 13:20

    «marketing»… quería decir «marketing»
    «Lo siento. Me he equivocado. No volverá a suceder»
    A otros les vale ¿no?

    Responder
  5. Levaux dice:
    07/09/2014 a las 13:17

    Compran a los productores a precios ridículos… especulan con la producción alimentaria mundial… mezclan los productos de diferentes orígenes, los envasan y los publicitan con mentirosas etiquetas y msrketing puro y duro… Necesitan que las leyes prohíban comercializar y vender a los pequeños para que tengan que venderles a ellos su producción al precio que quieran.
    Y luego te encuentras con heces en hamburguesas y albóndigas… transgénicos en los cereales, carnes con hormonas y antibióticos, leche sin leche, pescados contaminados con mercurio (nadie sabe de dónde vienen)… Es muy necesario concienciarse que la alimentación es salud

    Responder
    • lacapa dice:
      10/09/2014 a las 22:53

      Ya es tener mala suerte al comprar tus productos de alimentación.Hay que ser mas activo comparando contenidos y procedencias y no comprar sin ton ni son.
      Ah, que no es esto ??, pues entonces parece que a ti te venden todos los productos contaminados e intoxicados.A mi desde luego no!!!.

      Responder
  6. El Teto dice:
    07/09/2014 a las 11:18

    Viñeta:
    http://eltetoytu.blogspot.com.es/2014/09/07-09-2014.html

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Lo más leído

  • Pedro Sánchez pide perdón a la ciudadanía y descarta elecciones: "Hasta esta misma mañana yo estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán"
  • Jeff Sharlet: "Hace muchos años que en Estados Unidos la izquierda secular ocupa el margen"
  • Lo de Santos Cerdán (parece que) no es lo de Begoña Gómez
  • Ni reyes ni césares: al desplegar a las Fuerzas Armadas para sofocar la disidencia, Trump ha cruzado el Rubicón
  • Su destino está a la izquierda

Actualidad

  • Internacional
  • Cultura
  • Política
  • Clima
  • Sociedad

Conócenos

  • La Marea
  • Cooperativistas
  • Transparencia
  • Política de cookies
  • Política de privacidad

Kiosco

  • Suscripciones
  • Revistas
  • Libros
  • Cursos
  • Descuentos
  • Contacto

Síguenos

Apúntate a nuestra newsletter

Apúntate
La Marea

La Marea es un medio editado por la cooperativa Más Público. Sin accionistas detrás. Sin publirreportajes. Colabora con una suscripción o una donación

MásPúblico sociedad cooperativa. Licencia CC BY-SA 3.0.

Compartir a través de

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos. Leer más

AceptarResumen de privacidad
Política de Cookies

Resumen de privacidad

Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica y necesarias para el funcionamiento de la web, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas a la de LaMarea que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.
Funcionales
Siempre habilitado

Las cookies funcionales son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sitio web, ya que proporcionan funcionalidades necesarias. Desactivarlas podría afectar negativamente a la experiencia de navegación y a la operatividad del sitio.

Guardar y aceptar