La guerra de 900 escritores contra Amazon

Douglas Preston es un escritor de renombre en Estados Unidos, con más de 20 novelas editadas desde 1994. Su último libro, publicado en noviembre, fue reservado en Amazon por más de 25.000 usuarios antes de salir a la venta. Este martes lanzará su nuevo libro, The lost island, pero todo apunta a que, con apenas 1.000 reservas, algo ha cambiado.

Preston, al igual que otros muchos autores de bestsellers como John Grisam, Stephen King o Paul Auster publican a través de la editorial Hachette, una de las cinco editoras de libros más grandes de Estados Unidos. Hasta hace poco, gran parte de las ventas de los productos de esta editorial tenía su procedencia en Amazon, pero en las últimas semanas el gigante del comercio electrónico ha empezado una guerra contra Hachette con el fin de conseguir un mejor acuerdo en vísperas de la renovación del contrato. De la noche a la mañana, Amazon ha ocultado los botones de compra de miles de libros de Hachette, ha manipulado sus resultados en las búsquedas, ha dificultado las entregas a lectores…

Tras descubrir la operación de Amazon, en la que los escritores se sienten «escudos humanos», y el visible descenso de las ventas de su último libro (un 61% en papel y un 62% en e-book, según el New York Times), Preston decidió escribir una carta abierta en la que denunciaba la situación de impotencia en la que quedan los autores desde que empezó la disputa entre Amazon y Hachette. En total, 909 autores suscribieron la misiva de Preston, al considerar que las empresas les están utilizando como armas de guerra.

El domingo 3 de agosto, los impulsores de la protesta publicaron la carta completa en un anuncio a toda página del New York Times. El precio, 104.000 dólares, lo costearon los autores de más éxito.

Amazon tacha la maniobra de los escritores y la editorial de oportunista. El pasado 9 de agosto, el Equipo de Libros de Amazon publicó otra carta, en la que denunció los altos precios que está imponiendo la editorial para los libros electrónicos. Y pidió a los lectores que la enviasen a Michael Pietsch, presidente ejecutivo de Hachette. Según el gigante de ventas online, la compañía ha tratado de iniciar una política de descenso de precios de los e-books que no es compatible con los precios de Hachette, que rondan los 15 dólares por libro. Para la multinacional del comercio electrónico este precio es «absurdamente elevado» para un libro electrónico si se tiene en cuenta que de él no derivan gastos de impresión ni distribución.

Ante la postura de los escritores de Hachette y el temor a que se active una nueva campaña de desprestigio contra Amazon por su política de ventas (tras años de beneficios, en el último trimestre tuvo unas pérdidas de 800.000 dólares), Amazon ha propuesto que el 100% de los beneficios de la venta de los ejemplares de Hachette vayan a parar directamente al bolsillo de los autores hasta que termine la disputa entre ambas empresas. Por el momento, no han llegado a ningún acuerdo y Amazon ha declarado que emitirá un comunicado “cuando tengan algo que decir”.