El nuevo monarca reivindica “unidad, que no uniformidad”

“En una España unida y diversa cabemos todos. Todos los sentimientos y sensibilidades, y todas las formas de sentirse español. Los sentimientos no deben nunca enfrentar ni dividir, sino unir y respetar”. Con estas palabras, incluidas en su discurso de proclamación, el ya coronado Felipe VI hacía referencia velada a la tensión abierta por el proceso soberanista catalán y el camino que también quiere emprender Euskadi.

El nuevo monarca ha dedicado buena parte de su discurso a la cuestión territorial, sobre la cual ha reafirmado su “fe en la unidad de España”. “Unidad que no es uniformidad”, ha recalcado, a la vez que expresaba su deseo de una España “en la que no se rompan nunca los puentes del entendimiento”.

Felipe VI ha destacado la “diversidad” y la “interrelación de culturas y tradiciones” presente en el Estado español, de la cual ha resaltado que “nos engrandece y nos debe fortalecer”. “Junto al castellano, las otras lenguas de España forman un patrimonio común, que debe ser objeto de una especial protección”, ha afirmado el heredero, que se ha apoyado en el patrimonio literario para reafirmar su discurso: “Nuestras lenguas son el puente de diálogo entre todos los españoles. Así lo han reafirmado escritores como Machado, Espriu, Aresti o Castelao”.

El rey ha reclamado “un profundo cambio de muchas mentalidades y actitudes, determinación, valentía y responsabilidad” para “dar respuesta a los desafíos que afectan a nuestra convivencia”.

Tras finalizar el discurso, el Congreso de los Diputados se ha volcado en un largo aplauso de casi dos minutos de duración. No han mantenido el aplauso sin embargo el president de la Generalitat, Artur Mas, ni el presidente vasco Iñigo Urkullu. Los diputados de CiU y el PNV tampoco han ovacionado al nuevo rey, excepto el portavoz de la federación nacionalista en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que lo ha hecho en varias ocasiones.

Mas: «Esperar y ver»

En declaraciones a los medios de comunicación una vez finalizado el discurso, Artur Mas ha reafirmado su postura expectante respecto al nuevo rey. «Sigo con el wait and see» (esperar y ver), ha declarado, una frase que ya pronunció el pasado 11 de junio en el Parlament cuando la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, le reprochó no haber votado a favor de la ley de abdicación. «Esperar y ver es un planteamiento muy serio, nos hemos pasado treinta y cinco años haciendo actos de confianza esperando que fuesen correspondidos y no lo han sido”, mantuvo Mas entonces. «Por qué tenemos que volver a realizar un acto de confianza a ciegas a la vista de la experiencia”, se preguntó.

Ya en la sede de la Generalitat en Madrid, donde ha convocado una rueda de prensa, Mas ha manifestado que el discurso del nuevo rey «no ha dicho nada nuevo», algo que ha dicho que ya se esperaba. El presidente catalán ha lamentado que Felipe VI haya mantenido que España es una «única nación», y ha explicado que ha deseado al monarca «suerte, éxito, acierto y talento».