Un inmigrante armenio, ahorcado en el CIE de Barcelona

BARCELONA // Una persona ha aparecido muerta esta mañana en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona. Se trata de un ciudadano de origen armenio que, según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), encargada de la custodia del centro, habría sido descubierto ahorcado en su celda la madrugada del lunes al martes.

El fallecido tenía 42 años y hacía 12 días que estaba internado en el CIE de la Zona Franca, a la espera de que se tramitase su orden de expulsión. Fuentes del CNP informan que sobre él pesaba una orden de expulsión dictada por el juez después de ser acusado de varios delitos, entre estos tenencia de armas, tráfico de estupefacientes y robo con violencia. La legislación actual permite que si las penas por los delitos cometidos no superan los seis años de prisión, se pueda solicitar al juez commutar la pena de cárcel por la expulsión del país sin que deba celebrarse un juicio previo, lo que sucedió en este caso.

Según las mismas fuentes, el fallecido habría protagonizado una acalorada discusión la noche anterior con sus compañeros de celda, que solicitaron que se lo llevasen a un cubículo aparte. El hombre fue trasladado a una celda de aislamiento. Hacia las 02.00 horas, pidió un cigarrillo al agente que hacía la ronda en el centro, lo que se repitió media hora después.

Hacia las 03.05 horas, el agente lo habría encontrado en la celda ahorcado con los cordones de sus zapatos. La policía señala que los servicios médicos del centro no habían detectado ninguna conducta previa que sugiriese la posibilidad de que el interno se autolesionase, y que en los casos de internos en el CIE no se toman las medidas de seguridad que pueden aplicarse en prisión retirando todos aquellos objetos con los que puedan autolesionarse.

Los servicios médicos del centro intentaron reanimarlo sin éxito. En estos momentos se están realizando las diligencias policiales oportunas para hacerlas llegar al juzgado que llevaba el caso, así como tomando declaración a los compañeros de celda del fallecido, señalan las mismas fuentes. El Síndic de Greuges (defensor del pueblo), Rafael Ribó, ha solicitado información al Ministerio del Interior acerca de la situación física y psíquica del interno y ha abierto una investigación.  Ribó ha recordado los déficits estructurales en el CIE de la Zona Franca «tanto por lo que respecta a las infraestructuras del equipamiento como a los servicios de atención y asistencia a los internos».

Balance trágico

Con ésta ya son cuatro las muertes que se han producido en el CIE de la Zona Franca, un opaco lugar al que incluso instituciones como el Síndic de Greuges han visto vetada su visita. Uno de los casos que provocó más polémica fue la muerte del joven de origen guineano Idrissa Diallo, fallecido en la noche de reyes de este año. Según denunciaron varias asociaciones por el cierre de los CIE, Diallo, de 21 años, solicitó atención médica durante la tarde anterior pero no se le concedió hasta la medianoche. Pocas semanas antes, en el CIE de Aluche (Madrid) había fallecido la congoleña Samba Martine por una infección. En estos dos casos, los internos habían sido recluidos por no tener los papeles en regla.

En abril de este año, un informe del Comité del Consejo de Europa para la Prevención de la Tortura (CPT) criticaba el “ambiente carcelario” que se vive en los CIE de Aluche y de la Zona Franca y hacía constar que «en ambos centros, la delegación recibió numerosas alegaciones de malos tratos perpetrados por el personal«. Además, señalaba la falta de investigación de estas denuncias, lo que “constituye una falta de cooperación con el CPT, así como una potencial violación de las garantías de procedimiento derivadas del artículo 3 del Convenio Europeo sobre Derecho Humanos».