Rubalcaba maniobra contra Izquierda Unida

Este fin de semana se celebra la llamada Conferencia Política del PSOE, un montaje elaborado por un partido cuya alma vaga en pena desde la debacle ZP, a la desesperada búsqueda de una identidad perdida y traicionada.

El pasado domingo, un grupo de quince miembros de Izquierda Abierta -corriente de opinión dentro de Izquierda Unida (IU) liderada por Gaspar Llamazares y Montserrat Muñoz- elaboró por su cuenta y oportunismo una carta abierta a modo de manifiesto, dirigida a la citada conferencia en la que venían a otorgar al Partido Socialista el papel de abanderado contra la política del recorte masivo aplicada por el Gobierno.

Desconozco si esos Quince conocían ante de tomar esa decisión que, según el CIS, Cayo Lara, coordinador federal de Izquierda Unida, merece mejor puntuación que el propio Rubalcaba en las encuestas verificadas el afecto entre militantes del Partido Socialista.

Como no podía ser menos, una vez Pérez Rubalcaba tuvo conocimiento de la carta en cuestión, no dudó en darla a conocer al diario El País, con el que tan magníficas relaciones mantiene, al objeto de difundir esa información y hacer constar de paso ante los suyos la fortaleza que le asiste en sus vinculaciones mediáticas, algo que siempre le puede venir bien ante el acoso a que está siendo sometido en su partido para que convoque elecciones primarias.

Naturalmente, ese no fue el único ni el fundamental objetivo de don Alfredo, pues el que con más celo perseguía al dar al citado medio esa carta -puede que con la colaboración del juez Baltasar Garzón, que después de filtrear con Llamazares se ha ofrecido al PSOE para derrotar al Partido Popular-, se centraba en desequilibrar la estabilidad de Izquierda Unida, al objeto de propiciar una posible ruptura en la coalición que viniese a repercutir negativamente en los favorable datos demoscópicos que asisten a IU por parte del electorado y en detrimento del PSOE.

A la vista de estas nuevas añagazas, ¿alguien es capaz todavía de creer en la unidad de la izquierda, la única que haría posible la derrota de esa derecha que, incluso en la peor de sus circunstancias -esto es, mintiendo a sus lectores y a base de duros recortes sociales-, no deja de incrementar ventaja sobre las expectativas de voto del PSOE.