Artur Mas anuncia una batería de medidas contra la corrupción, pero no las concreta

BARCELONA// «Estamos en un momento muy delicado para el país. Ahora más que nunca necesitamos que haya una sensación de que las cosas funcionan bien”, ha declarado este mediodía el president de la Generalitat, Artur Mas, tras mantener una reunión con los responsables de los diversos organismos de control de Cataluña. Una cumbre que el Govern ha calificado de “regeneración democrática” y que fue convocada por Mas el pasado viernes. Según ha anunciado el president, de la reunión ha salido una batería de medidas contra la corrupción, que sin embargo no ha concretado.

Dentro de quince días, el próximo 22 de febrero, estas medidas se plasmarán en un documento y entonces se harán públicas. Mas ha explicado que en los próximos días se analizarán estas propuestas con el objetivo de “limpiar este país y acabar con las irregularidades”. Al encuentro han asistido la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Miguel Ángel Gimeno; el fiscal superior de Cataluña, Martín Rodríguez Sol; el síndico mayor de Cuentas, Jaume Amat, el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, y el síndic de greuges (defensor del pueblo), Rafael Ribó.

Mas ha expresado su compromiso de “ir a fondo, sin ahorrar en recursos” para investigar los presuntos casos de corrupción que afectan a cargos públicos catalanes, muchos de ellos de su propia formación política. Uno de los aspectos que más preocupa al Ejecutivo catalán es determinar en qué momento de los procesos judiciales se debe apartar a un cargo público de sus responsabilidades, un extremo que deberá ser acordado entre los diferentes grupos. “Debería haber un acuerdo general para determinar en que momento se toman decisiones sobre los imputados, y que también de garantías a las personas afectadas”, ha reclamado el president.

Acerca de una mayor regulación sobre la financiación de los partidos políticos, clave en varios de los casos judiciales abiertos, Mas ha mantenido que “no hace falta volver a hacer grandes leyes, porque ya está todo escrito”. “Difícilmente se podrá mejorar demasiado, lo que hay que hacer es aplicarlas bien”, ha zanjado.

Momento convulso en las filas de CiU

La reunión se ha producido en un momento especialmente complicado para el partido de Artur Mas, que ha visto como en las últimas semanas algunos de sus miembros más destacados han sido implicados en presuntos casos de corrupción. Al estallido de la operación Clotilde, en la que han salido a la luz los presuntos vínculos del exalcalde de Lloret de Mar y diputado por CiU, Xavier Crespo, con la mafia rusa, se añade la probable imputación del secretario general de CDC Oriol Pujol por el caso ITV y la apertura ayer mismo de una nueva investigación sobre los negocios en la sanidad del empresario vinculado a CiU Ramón Bagó.

De hecho, Mas ha amanecido hoy con el titular de uno de los rotativos más influyentes en Cataluña, El Periódico, en el cual el fiscal anticorrupción afirma que “Oriol Pujol dirigía la trama de la ITV”. El conseller de Presidencia, Francesc Homs, desvinculó ayer la cumbre de los casos que se están investigando judicialmente. “No tiene que mezclarse la reunión con ninguno de los casos concretos con nombres y apellidos” declaró.

Pero en esas circunstancias, la convocatoria que realizó el president de la Generalitat al calor del caso Bárcenas ha sido interpretada por las formaciones de la oposición como una estrategia para “buscar sólo la foto”, más que como un acto en el que aportar soluciones. ICV-EUiA, por medio de su portavoz Dolors Camats, reclamó ayer que “hacen falta medidas concretas y no cumbres sin resultado”. El portavoz de Ciutadans, Jordi Cañas, calificó la cumbre de “farsa”.

El acuerdo entre partidos, necesario para tomar medidas

El reproche mayoritario de las formaciones de la oposición es que Mas no se haya invitado a los partidos políticos, y que el president se reúna con los representantes judiciales que en estos momentos investigan a varios altos cargos convergentes. De hecho, la mayor parte de las medidas que podrían ser útiles para combatir la corrupción deberían salir del acuerdo entre los partidos, como el trato que se debe dar a los cargos públicos imputados. Así lo han reconocido estos días el propio Mas y Francesc Homs, que ayer defendía que la imputación de altos cargos no debe suponer automáticamente su cese.

En ese sentido, la presidenta del Parlament ha convocado mañana a los líderes de los grupos políticos para abordar posibles medidas contra la corrupción. Algunas de ellas se incluirán en la ley electoral y la ley de transparencia que comenzarán a tramitarse próximamente en el Parlament, y que tienen como objetivo “fortalecer la democracia, combatir la corrupción y mejorar la relación entre los ciudadanos y los políticos”.