Assange pide a EEUU que acabe con la “caza de brujas” contra Wikileaks

MADRID // Ha hablado desde el balcón de la embajada ecuatoriana en Londres, ante la amenaza de las autoridades británicas de detenerlo aunque sea en el mismo umbral de la legación diplomática. Julian Assange, el periodista e informático australiano de 41 años que fundó Wikileaks, ha pedido a Estados Unidos y al presidente Obama que pongan fin a «la caza de brujas» contra la web y cierren la investigación sobre ella que sigue en manos del FBI.

Assange ha defendido el valor del trabajo de los periodistas, «sean de Wikileaks o del The New York Times», porque su labor «arroja luz sobre los secretos del poder». El periodista ha agradecido a sus seguidores -algunos de los cuales se habían concentrado ante la embajada- el apoyo prestado y al Gobierno ecuatoriano por defenderle y concederle  asilo diplomático en su embajada, donde lleva refugiado desde el 19 de julio. También ha dado las gracias a los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA),  que este domingo han cerrado filas junto a Ecuador.

El fundador de Wikileaks ha tenido unas palabras especiales para Bradley Manning, el sargento del ejército norteamericano que está en prisión a la espera de juicio acusado de haber filtrado a la web miles de documentos confidenciales del Departamento de Estado. Estados Unidos reclama la extradición de Assange, al que acusa de espionaje, por publicar a finales de 2010 estos documentos que pusieron en un serio aprieto a las autoridades norteamericanas y sus aliados.

La posibilidad de ser extraditado finalmente a EEUU fue lo que motivó la decisión de Assange de buscar refugio en la embajada ecuatoriana, pues las autoridades suecas -el primer país que lo reclama por dos cargos de abusos sexuales y al que pretende entregarlo Reino Unido- no han dado garantías de que no extraditarán a Assange a territorio norteamericano una vez sea juzgado en Suecia.

La decisión de Ecuador de conceder asilo diplomático a Assange ha tensado notablemente las relaciones bilaterales con Reino Unido, sobre todo después de que el Foreign Office amenazara con la posibilidad de que la policía británica asaltara la sede diplomática para arrestar al periodista. Según ha explicado hoy desde el balcón el fundador de Wikileaks, este asalto estuvo a punto de producirse el miércoles por la noche, pero los agentes desistieron «ante la presión» de los seguidores de Assange.

«Derechos humanos y democracia»

El abogado del informático, el exjuez Baltasar Garzón, ha comparecido también ante los medios, aunque esta vez en el exterior de la embajada ecuatoriana, para explicar que su representado seguirá defendiendo «los derechos humanos y la democracia». Garzón ha aseverado que Assange está «fuerte de espíritu» y que su cliente nunca se ha negado a aclarar los cargos de abuso sexual que le reprochan las autoridades suecas, sino que sólo pone como condición para ello «unas garantías mínimas» de que después no será deportado a Estados Unidos. En este país sigue vigente la pena de muerte, una condena que podría recaer sobre Assange si es considerado culpable de traición.