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El buen uso de la lengua, escudo del periodismo para defender la verdad

Los recortes son "ajustes" para los poderosos; el rescate es una "línea de crédito" y los desahucios son "ejecuciones hipotecarias". Los periodistas transmitimos estas expresiones a los ciudadanos y contribuimos a disfrazar la realidad.

Comentarios
  1. Soy asidua lectora de ‘Rebelión’ y, cuán intensa es mi satisfacción al coincidir con el contenido de su artículo: ‘El buen uso de la lengua, escudo del periodismo para difundir la verdad’; periodistas que amedrentan la verdad en sus noticias y atentan contra la pulcritud y pureza del idioma español, para preservarlo ante nocivas corrientes y agresiones contra el ‘buen decir’ y el ‘bien escribir’.
    Procedo de Bolivia. Mi ejercicio profesional en La Paz, (su capital) me facultó la enseñanza del español a futuros Docentes durante décadas; mantuve audiencia en prestigiadas emisoras radiales con programas crítico-analíticos y correctivos sobre el tema: ‘Hablemos con propiedad’ cuyo propósito fue y, aun lo es: análisis y su tratamiento de inveterados vicios lingüísticos vertidos por prensa, radio y T.V. Publiqué libros con ese material, para que especialmente: periodistas, traductores, maestros, locutores y políticos se expresen en un español auténtico sin yerros, ni vicios en su comunicación con el público. Aspectos acuciantes como la Ortografía, Sintaxis, talón de Aquiles para estudiantes y aún para profesionales que adolecen de un ‘analfabetismo funcional y pandémico’, producto del analfabetismo crónico por siglos de sometimiento, olvido e ignorancia de nuestras mayorías, me incitan para futuras ediciones sobre ‘recuperación del sistema ortográfico’ y ‘distorsiones de la lengua’. En la página web: blogspot.ca, pág.web, analizo y enmiendo yerros de la prensa nacional e internacional, con fines esencialmente correctivos y didácticos en beneficio de nuestra lengua a la que debemos amar, respetar y proteger.
    Al fin encuentro alguien preocupada por la calidad, la verdad del nivel comunicacional de quienes escriben tan sólo ‘a medias’para confundir. Se lee: ‘El pueblo ha electo a su Presidente o: Asistieron todos a excepción de …’?, o aun peor: Quién si no los cuerpos represivos de ese país molieron a palos integrantes de Occupy Wall Street?, etc. (Rebelión, 13-12-13)
    La felicito por ‘poner el dedo en la llaga’, por respeto a los lectores, ávidos de noticias y conocimientos, mas, también de verdades. Cordialmente, Alicia V. de Saavedra

  2. David: «adecua» se dice (o se ha de decir en Español Unificado) [a.’de.kwa] y «acentúa», sin embargo, [a.cen.tú.a]. He ahí la diferencia…

    • es tu lengua materna, te concedieron un doctorado en filología de tu lengua materna al terminar la básica.

  3. Solo quiero recordar (sin acento ortográfico a propósito) que la función de la RAE en pleno siglo XIX no debería ser normativa: hace tiempo que los estudios sobre las lenguas son descriptivos y no prescriptivos. Son los hablantes quienes crean y modifican la lengua y no un grupo de estudiosos.

  4. Una sugerencia a los periodistas: dejad de usar tantos términos ingleses, que no entendemos y que suenan tan mal para el castellanoparlante. Seguro que en español hay términos equivalentes mucho mas bonitos y que suenan mejor.

  5. Interesante. En cualquier caso, algunas normas de la RAE no dejan de parecer caprichosas. ¿Por qué ahora no es obligatorio acentuar «sólo» cuando equivale a solamente? ¿Por qué no es obligatorio acentuar la palabra «adecua» y en cambio «acentúa» sí?

    • Según la Real Academia, los verbos que terminan en -guar y en -cuar (salvo anticuar) se acentúan siguiendo el modelo de conjugación de averiguar. El resto de los verbos terminados en -uar (salvo estatuar) se acentúan siguiendo el modelo de conjugación de actuar: actúo, actúas, actúa, actuamos, actuáis, actúan.

      Son excepción los verbos adecuar, colicuar, evacuar, licuar y promiscuar, para los que se admiten ambos modelos de conjugación.

  6. Se piensa a través de la palabra, de ahí la importancia de estas. Por eso manipulando las palabras se manipula el pensamiento. Ciertamente, los periodistas tienen es este campo una responsabilidad tremenda y en su mano está ponerse del lado de los manipuladores, usando y adoptando su lenguaje ficticio o por contra utilizar el lenguaje de verdad. Los periodistas son los verdaderos académicos de la lengua, porque la palabra es su herramienta de trabajo, como para un mecánico lo es la llave inglesa. Son los que de verdad influyen en la lengua, los que ponen de moda palabras o las encierran para siempre en viejos diccionarios, los que les dan uno u otro sentido. Así como el político usa el lenguaje para someter al pueblo, el verdadero periodista debería usarlo para liberarlo, esa es la grandeza o la miseria del periodismo, según utilice esa fuerza inmensa que es la palabra.

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