EEUU abre la vía para regularizar a 11 millones de sin papeles

La frustrada reforma migratoria que Barack Obama no pudo hacer realidad durante su primer mandato podría tener una nueva vida después de que ocho senadores, cuatro republicanos y cuatro demócratas, alcanzaran este lunes un acuerdo de principios que debería abrir la vía para la aprobación de una reforma migratoria. Si ésta es f aprobada, 11 millones de personas que viven y trabajan en Estados Unidos sin papeles podrían regularizar su situación en el país

Algunos de estos inmigrantes llevan años viviendo en el país; otros prácticamente toda su vida, sin que ello les diera derecho hasta ahora a que le ley reconozca su arraigo en el país. Este colectivo que hasta ahora no tenía voz se ha visto muy favorecido por el creciente peso del voto hispano en las urnas: la mayoría de los sin papeles que podrían beneficiarse de la regularización son de este origen e incluso el conservador partido republicano no puede dejar pasar por alto que siete de cada diez latinos votaron a favor de Obama en las últimas elecciones, algo que no fue ajeno a la victoria que dio al traste con las esperanzas de Mitt Romney.

La propuesta firmada por los ocho senadores es el primer paso para un proyecto de ley que se presentará en marzo y que, según uno de los firmantes, el demócrata Charles Schummer, podría ser aprobado a más tardar a principios de verano por el pleno del Congreso de los Estados Unidos.

Los principios adoptados por los ocho senadores -alguno de ellos muy influyente como el ultraconservador de origen cubano, Marco Rubio, de 41 años, que se ha convertido en una de las cabezas visibles del Tea Party- facilitan notablemente la aprobación de la reforma migratoria integral que promueve Obama. El presidente explicará este martes, en un discurso previsto para las doce del mediodía, hora local, los detalles del proyecto.

La nueva ley para regularizar a los indocumentados recoge en primer lugar, según ha dado a conocer la Casa Blanca, la apertura de una vía hasta ahora cerrada para adquirir la nacionalidad. Para ello se exigirá al beneficiario, además de un arraigo suficiente, no tener antecedentes penales, así como pagar los impuestos generados durante su estancia en el país y una multa por haber entrado de forma ilegal. Los solicitantes deberán acreditar un conocimiento suficiente del inglés.

De forma paralela a la regularización, el proyecto plantea un reforzamiento de los controles migratorios para evitar la entrada de nuevos trabajadores extranjeros sin papeles. También la creación de un sistema de control de empresas que contratan a inmigrantes y el aumento de las multas y las sanciones penales en caso de infracción de las leyes migratorias.

La reforma aboga a su vez por crear  un mecanismo para captar ‘cerebros’ ofreciendo a estudiantes extranjeros que hayan completado un doctorado en ciencias o tecnología la posibilidad de optar a la ciudadanía. Con respecto a los trabajadores extranjeros sin cualificación se les ofrecerán empleos siempre que éstos no puedan ser ocupados por estadounidenses.