La afluencia en la estación de Atocha de Madrid era la habitual una mañana de jueves. Maletas, mochilas y maletines viajaban agarrados por sus dueños y dueñas que, entre carreras, pugnaban por no perder su tren. Poco a poco, a medida que se acercaba el mediodía, banderas verdes, blancas y negras y algunas pancartas empezaban a emanar dentro de la estación. Decenas de personas se aprestaban para recibir a los extremeños y extremeñas que venían desde su región hasta la capital del Estado.
“Un tren digno para Extremadura” coreaban durante la espera hasta que aparecieron los viajeros. Desde Badajoz, Mérida, Cáceres o Navalmoral de la Mata, habían ocupado gran parte de las plazas del ferrocarril para llegar a Madrid y reivindicar “un tren que vertebre el territorio y enfríe el planeta”. Una consigna que resonó entre los muros de Atocha ante la mirada del personal de la estación, algunos de los cuales decidieron inmortalizar el momento con sus móviles.
El Día de Extremadura ha estado marcado este 2022 por la lucha de un pueblo que se siente abandonado por la administración regional y estatal. La inauguración del tramo de “alta velocidad” el pasado mes de julio, con presencia de Felipe VI y Pedro Sánchez, ha sido la “gota que ha colmado el vaso”, en palabras de los portavoces de la plataforma que ha convocado la marcha: “Es un tren que no está terminado, que todavía funciona a gasoil, donde la mayor parte de la vía no está electrificada, que tiene averías…”, desglosaba Solange Jarquín, vicepresidenta de la Red Autónomos de Extremadura y una de las portavoces de la plataforma convocante.
Un sentir que ayer salió de la boca del escritor Luis Landero, encargado de pronunciar el Discurso Ciudadano durante el acto de entrega de las Medallas de Extremadura en el Teatro romano de Mérida: “Queridos políticos, iréis de cabeza al infierno. Pero no por haber sido perezosos, bebedores o puteros o codiciosos o serviles o cobardes o descreídos. No, eso dios lo perdona. Iréis al infierno por no haber traído a Extremadura el tren que Extremadura se merece”, dijo, para terminar de manera contundente: “Queridos políticos, en confianza y cordialmente: sois unos canallas”.
Tras una pequeña marcha a pie los y las manifestantes llegaron al Congreso de los Diputados, vallado y protegido por varios miembros de la Policía Nacional. En ese momento, los seis portavoces de las organizaciones convocantes se encontraban dentro de la Cámara Baja para registrar un manifiesto y una relación de peticiones. A pesar de que la plataforma había pedido no dar protagonismo a las fuerzas políticas presentes, el intento del Partido Popular de dirigirse a los medios de comunicación antes de tiempo desató una pequeña disputa.
Porque el centro de la reivindicación era la sociedad civil, si bien cargos públicos de diferentes formaciones políticas se integraron en la marcha y la concentración. Entre ellos se encontraban María Guardiola, líder del PP de Extremadura, e Irene de Miguel y David Salazar, portavoces de Unidas por Extremadura y Ciudadanos en la Asamblea regional, respectivamente.
También hicieron acto de presencia otros representantes públicos como José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid; el secretario general del PCE, Enrique Santiago, hasta hace algunas semanas secretario de Estado de Agenda 2030; Carolina Alonso, diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid; e Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos. Algunas de estas visitas fueron criticadas por parte de los asistentes, como en el caso del alcalde de la capital: “Son unos hipócritas, se vienen a hacer la foto”, se quejaba una de las asistentes, que recordaba que el Partido Popular ha gobernado Extremadura entre 2011 y 2015: “Y no han hecho nada”.
El PSOE, a los mandos de Extremadura desde 1983 hasta la actualidad, excepto durante el periodo mencionado, no ha acudido a la concentración.
“A Extremadura no la engañan más”
La concentración ha culminado con la lectura de un manifiesto* que apelaba a la “memoria colectiva”, en la que todavía resuena “el mayor acto de dignidad y rebeldía del pueblo Extremeño” en su historia reciente: la paralización de la construcción de la central nuclear de Valdecaballeros. “Hoy, 8 de septiembre de 2022, nos reúnen aquí los mismos motivos y argumentos que entonces: Extremadura no es ni será más veces burlada por gobiernos y administraciones autonómicas o del Estado”. Un manifiesto que no estaba firmada ni por el Partido Popular ni por Ciudadanos.
En el documento, la plataforma Por un tren digno que vertebre el territorio y enfríe el planeta, denunciaba la “farsa” y la “propaganda política” que escondía la inauguración del nuevo ferrocarril el pasado mes de julio: “Después de 40 años de promesas con anuncios de fechas nicumplidos decimos frente al Congreso de los Diputados ¡Basta ya!”.
Entre las reivindicaciones, las organizaciones solicitan terminar la infraestructura electrificada de doble vía con Madrid que permita viajar sin emisiones de gases de efecto invernadero y “en un tiempo razonable”. Todo ello, sin olvidar la unión entre las diferentes partes de la región y las combinaciones con otras comunidades.
No reclaman, sin embargo, la llegada del AVE a Extremadura, sino de un tren “para toda la familia” que no discrimine a nadie por motivos de renta.
Asimismo, entre las peticiones está incluido el soterramiento de las vías a su paso por Navalmoral de la Mata para evitar una “ciudad dividida por un muro” que impida su desarollo social y económico”.
Tras décadas de promesas vacías, avisan: “Los extremeños y extremeñas nos movilizaremos tantas veces como haga falta. Extremadura no se resigna para reclamar lo que es de justicia: un tren que vertebre nuestro territorio, un tren sostenible, público y social”.
*El manifiesto ha sido leído por la periodista extremeña Isabel Gemio y por el autor de esta crónica, Dani Domínguez, también extremeño.
