La Organización para el Tratado de Atlántico Norte (OTAN) ya ha decidido su estrategia para los próximos diez años. Los 30 países que componen la Alianza han aprobado el conocido como Concepto Estratégico, el documento que marca la línea a seguir. La Cumbre de Madrid también ha servido para lograr un compromiso con la «integridad territorial» de todos los países miembros.
Rusia ha sido declarada una de las principales amenazas para la Alianza, al considerar los Estados miembro que el país gobernado por Vladímir Putin «tiene como objetivo desestailizar los países de nuestro Este y Sur»: «La Federación Rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los aliados y para la paz y la estabilidad en el área euroatlántica», aseguran negro sobre blanco. Asimismo, hacen hincapié en la modernización de sus fuerzas nucleares.
Este argumento sirve a la OTAN y, sobre todo a Estados Unidos, para aumentar las fuerzas militares de disuasión, llevando a cabo de esta manera, el mayor rearme militar de la Alianza desde la Guerra Fría, según ha expresado el propio secretario general, Jens Stoltenberg. Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha anunciado un importante aumento de las tropas estadounidenses en suelo europeo.
La expansión también afectará a España. El presidente Pedro Sánchez ya manifestó ayer a Biden su conformidad para situar dos nuevos destructores en la base naval de Rota, en Andalucía, con los que reforzaría el escudo antimisiles. Una decisión que necesitará ser ratificada por el Parlamento español.
En la negociación de la Cumbre de Madrid también se ha dedicido incluir por primera vez a China en el concepto estrégico, aunque no como un enemigo sino como «competencia sistémica» que desafía los «intereses, seguridad y valores» de la OTAN.
El flanco sur
«Si bien la OTAN es una alianza defensiva, nadie debe dudar de nuestra fuerza y determinación para defender cada centímetro del territorio aliado«, se explicita en el punto 20 del Concepto Estratégico. Con esta frase, en la teoría, se aseguraría la cobertura de Ceuta y Melilla por parte de la Alianza . El objetivo, se explica, «en un entorno de competencia estratégica», es preservar la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados y prevalecer contra cualquier agresor». Sin embargo, ninguna de las ciudades autónomas vienen mencionadas en el documento, como ya ocurrió con los anteriores.
Que la Alianza mirase hacia el Sur era la cuestión más relevante para el Gobierno de España. «El conflicto, la fragilidad y la inestabilidad en África y Oriente Medio afectan directamente a nuestra seguridad y la seguridad de nuestros socios», se explicita en el documento. De esta forma, aunque no se reconoce un refuerzo de estas regiones, por primera vez se hace mención al Sahel como uno de los lugares en los que se sitúan «desafíos interconectados de seguridad, demográficos, económicos y políticos» que se verán agravados «por el impacto del cambio climático, la fragilidad de las instituciones, las emergencias sanitarias y la inseguridad alimentaria».
Todo ello, asegura la OTAN, crea «un terreno fértil» para «la proliferación de grupos armados no estatales, incluidas organizaciones terroristas«.
Los flujos migratorios también son abordados en la estrategia de la organización para la próxima década, que incluye una importante crítica a «los dirigentes autoritarios» que «instrumentalizan la migración, manipulan el suministro de energía y emplean la coerción económica». Unos «dirigentes autoritarios» en los que, a priori, no estarían inclidos los presidente de Hungría y Turquía, ya que ambos forman parte de la Alianza Atlántica.
Turquía, el gran ganador de la Cumbre de Madrid
En apenas 24 horas desde la llegada de Recep Tayyip Erdogan, el máximo mandatario turco no ha parado de recibir regalos. En primer lugar, antes de empezar la Cumbre, decidió levantar el veto a Suecia y Finlandia para que puedan incorporarse como miembros de la OTAN. A cambio, ambos países se han comprometido a no dar apoyo en Siria a la milicia kurda de las Unidades de Protección Popular y han ratificado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como grupo terrorista.
Ante este nuevo escenario, el gobierno de Erdogan ya está preparando 33 solicitudes de extradición de personas a los que consideran terroristas y que en la actualidad se encuentran en uno de estos países del norte de Europa. El cambio podría dejar desprotegido a una gran cantidad de kurdos, tanto sirios como turcos. Suecia y Finlandia también se han comprometido a eliminar el embargo de armas que tenían impuesto a Turquía por invadir el norte de Siria.
La incorporación de los dos países escandinavos a la OTAN supondría duplicar la frontera que la Alianza tiene en la actualidad con Rusia. El viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, ha calificado la futura decisión como un factor «particularmente desestabilizador». El diplomático, además, ha asegurado que señalar a Rusia como una amenaza «no tiene relación con la realidad»: «Es la Alianza la que representa una amenaza para nosotros«, ha asegurado.