Opinión

La España que dejé

"La España que dejé ya no existe, la que nos espera necesitará muchos cuerpos que sean capaces de engendrar mejoras", escribe Azahara Palomeque

Comentarios
  1. Personas como tú son las que necesitamos aquí, Azahara.
    Me alegro mucho de que vuelvas. Me pareces una persona honesta y con las ideas tan acertadas como claras. Justo lo que aquí falta actualmente: Valores, honestidad y perspicacia.
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    España se sitúa en el puesto 32 de la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa, que elabora Reporteros Sin Fronteras (RSF) y que ha presentado este martes, lo que supone una caída de tres posiciones respecto al año pasado.
    La organización alerta de «unos medios cada vez más opinativos y una precarización creciente de la profesión» (Infolibre)
    La organización también ha destacado la «falta de transparencia mostrada por los gobiernos central y autonómicos con la información pública sobre la pandemia y el clima de animadversión a la prensa generado esencialmente por la ultraderecha».
    RSF recuerda que se tramita en el Congreso la posible derogación de los llamados delitos de expresión —injurias a la Corona, a los sentimientos religiosos, apología del terrorismo, etc—; el artículo de la ley mordaza que penalizaba la captación de imágenes por la prensa ha sido declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional y las disposiciones más polémicas de esta ley están también en trámites para ser derogadas por las Cortes.
    Es destacable, además, en el análisis español, el «gran clima de polarización mediática que afecta a unos medios de comunicación cada vez más próximos a medios de opinión». Para RSF, España es un «claro ejemplo de la tendencia a las fracturas sociales que denuncia a nivel global RSF en su Clasificación, azuzadas por medios excesivamente foxnewsizados y olvidadizos con su misión de informar lejos de posicionamientos políticos».
    Cabe destacar la proliferación en España, como en otros países de su entorno, de los llamados SLAPP (Strategic Lawsuits Against Public Participation), es decir, acciones judiciales abusivas interpuestas contra los periodistas con fines intimidatorios y por presunta revelación de secretos o delitos contra el honor. Del mismo modo, ve «reseñable» que los periodistas que denuncian a agentes de la policía o son ellos denunciados por éstos, en el marco de manifestaciones, se enfrentan a procesos judiciales en los que «la versión policial prevalece casi por sistema».
    Julian Assange: gladiador de la libertad de prensa.
    Estados Unidos está persiguiendo a un periodista por realizar su trabajo, es decir, por publicar información sobre graves crímenes de guerra, tildándole para ello de espía.

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