Datos de pantano de Tentudía. EMBALSES.NET
“En el caso de que todo siga así, habrá que cortar el agua en los núcleos urbanos , aunque es cierto que hemos conseguido que la población reduzca mucho su consumo, lo que nos permite alargar el agua que tenemos ahora mismo”, explica. A corto plazo, la solución ha sido sacar agua de diferentes pozos situados en las localidades de la región y poner en marcha otras fuentes hídricas antiguas, las cuales presentan algunos problemas. A medio plazo, desde la Mancomunidad han propuesto a la CHG y a la Junta de Extremadura un trasvase desde la cuenca del Guadalquivir.
Pero Díaz sabe que, como consecuencia de la crisis climática, la situación solo puede recrudecerse: “Esto es evidente y las sequías van a ser cada vez más frecuentes. Y aquí tenemos un problema: nuestro pantano es muy pequeño . En su día serviría, pero ahora no nos abastece”. Ante esto, reclaman la construcción de un nuevo embalse de mayor capacidad, si bien esto no se contempla en los planes actuales.
Menos agua, más regadío
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha publicado a finales de febrero un extenso informe sobre la crisis climática. En sus más de 3.000 páginas, el futuro de España está asociado a la sequía si no se ponen remedios urgentes, ya que un calentamiento global contínuo pone en jaque a la región mediterránea. Según uno de los miles de informes estudiados , la falta de agua nos cuesta cerca de 1.500 millones de euros al año. Ese mismo documento alerta de que hasta el 80% de las tierras de la región mediterránea experimentarán un aumento de la frecuencia de sequías si no se reducen las emisiones, con múltiples pérdidas económicas debido a la disminución de rendimientos agrícolas. Otro estudio citado por el IPCC es aún más pesimista y estima que los daños relacionados con la sequía en España aumentarán un 250% si las emisiones siguen aumentando.
José Antonio Pérez, regante de Peraleda de la Mata (Cáceres) muestra la tierra seca en agosto de 2021. DANI DOMÍNGUEZ
Asimismo, en el caso de que la situación no sea contenida, hasta siete millones de personas más podrían acabar viviendo en zonas con escasez de agua en el país.
A pesar de todas estas alertas, la Junta de Extremadura sigue trabajando en el proyecto de regadío de Tierra de Barros . El objetivo es la transformación de más de 15.000 hectáreas en tierras de riego y el plan de obras ya fue aprobado el pasado año con la oposición de organizaciones como Ecologistas en Acción al considerarlo “insostenible” . Desde la Consejería de Agricultura de la comunidad, sin embargo, no creen que esta sequía suponga un problema para el proyecto porque se trata de “una situación puntual”: “Este momento coyuntural no afecta a la evolución del proyecto de regadío de Tierra de Barros”, aseguran a lamarea.com.
El pantano de Alange , uno de los que abastecerá el proyecto, se encuentra en la actualidad al 21,5% , similar a las cifras del año pasado (25,1%) aunque muy por debajo de la media de los últimos diez años (54,5%).
Irene de Miguel, secretaria general de Podemos Extremadura , sostiene que, en el marco de una emergencia climática como la que vivimos, “es impensable que la solución sea ampliar regadíos. Básicamente, porque la base material que es el agua, cada vez va a ser más escasa”. Ante ello, cree necesario apostar por “mejorar los existentes” pero nunca poner en marcha nuevos proyectos “que puedan comprometer la viabilidad de los que ya están construidos”.