Cultura | Sociedad

Tu biblioteca es un palacio

«Construir espacios donde pueda reunirse todo tipo de gente es la mejor manera de reparar las fracturadas sociedades en las que vivimos hoy», afirma Eric Klinenberg en su libro ‘Palacios del pueblo’.

Comentarios
  1. Excelente artículo, me trajo lo que creía ya olvidado: la reinauguración en 1986 de la biblioteca «Manuel Feo» (Valencia, Venezuela) donde pasé tardes enteras de lectura. Luego hicieron un club de cine en los 1990 y para más inri esta «moderna» sede la construyeron sobre la sntigua cárcel colonial ¿Qué os parece? Heroíca biblioteca.

  2. Leer este eximio artículo me hizo tomar consciencia que las bibliotecas fueron mi refugio, mi lugar de crecimiento, de socialización y superación a lo largo de mi vida. Rememoré toda mi vida, tengo 83 jóvenes años, y arribé a la conclusión que han sido fundamentales, esenciales y protectoras a lo largo de mi vida

  3. En el Moscu soviético que yo visité me impactaron positivamente y especialmente cuatro cosas: el relax y la calma que sentía una sin anuncios publicitarios consumistas en parte alguna, las grandes extensiones de bosques dentro de la ciudad o la ciudad entre bosques, el gran nivel cultural de los moscovitas (una intentaba hacerse entender en inglés y resulta que la mayoría sabían hablar castellano) y los palacios de la aristocracia zarista denominados por los soviéticos palacios del pueblo.
    Palacio de la danza, palacio de la lectura, ect., infinidad de palacios dedicados a la cultura y al servicio gratuito del pueblo.
    Pero el capitalismo es una droga y engancha.
    A la juventud le volvía loca unos tejanos, por ejemplo. Preferían por lo visto la vida superficial de Occidente en la que prima la apariencia,los bienes materiales sobre el saber y los valores.
    Soy de las que pienso que las bibliotecas del Estado español deberían estar abiertas también y especialmente sábados, domingos y festivos, los días más críticos para personas que se sienten sólas y para niños y jóvenes desatendidos, vulnerables, expuestos a que los utilicen seres sin escrúpulos en la calle.

  4. Hermosa nota, Manuel, e imposible estar en desacuerdo con lo expuesto por vos en ella. En mi ciudad, Buenos Aires, hay una institución llamada Bibliotecas Rurales Argentinas donde reciben todo tipo de libros para, previa selección por estado y temáticas, enviarlos a pequeñas bibliotecas de zonas rurales de nuestro país. E incluso esta institución crea nuevas bibliotecas donde no las hay. Vos sabés que la Argentina tiene enormes extensiones provinciales a donde muchas veces no llega casi nada desde la «centralidad»… Yo dono libros con cierta frecuencia a esta organización y me gusta imaginar uno de esos ejemplares en manos de alguien lejano, niño o adulto, y a quien nunca conoceré… Saludo cordial.

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