Crónicas | Opinión

‘El juego del calamar’, una distopía del capitalismo

"Resulta paradójico como a pesar del alto riesgo de acabar muerto, 'El juego del calamar' se presenta como una oportunidad de salida frente a una realidad social, la capitalista, que en cierta manera ha acabado por normalizar su intrínseca distopía", analiza Eros Labara.

Comentarios
  1. Tambien así se explica que cada vez sea mayor el número de personas que se suicidan.
    No han podido adaptarse a vivir en un mundo tan cruel.
    De personas que vivimos sin alegría, de personas que sólo vegetamos en un mundo hostil y extraño, de personas que tienen que recurrir al psiquiatra, si se lo pueden permitir, o a beneficiencia.
    Pero de éstos problemas los medios de comunicación cebados por el sistema no hablan.
    «servicios básicos cada vez más restringidos e inalcanzables para buena parte de la sociedad». «es el camino de violencia e injusticia sobre el que se construye el devenir de las sociedades bajo el sistema capitalista».
    Cierto; pero no hemos sabido defenderlos, no sabemos defender nuestros derechos. Todos, ignorantes, abrazaron el capitalismo con entusiasmo. Lo más parecido al paraíso que pregonaban aquellos desvergonzados Thatcher y Reagan.
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    LA CUMBRE DE LA ALIMENTACIÓN DE LA ONU TOMADA POR BILL GATES Y EL FORO DE DAVOS.
    El 23 de septiembre se inauguró en la sede de la ONU (Nueva York) la Cumbre de la Alimentación, donde -según denuncia Vía Campesina y otras 500 organizaciones civiles- el Foro Económico Mundial y su presidente, Klaus Schwab, llevan un tiempo introduciendo de forma subrepticia la “Agenda de Davos”, ahora rebautizada como el “Gran Reinicio”. Esta maniobra permite a las grandes corporaciones y las elites de millonarios tomar el control de lo que antes era una institución multilateral.
    La nueva ONU, asociación público-privada.
    A diferencia de cumbres previas, la Cumbre de la Alimentación de 2021 no ha sido convocada por un organismo inter-gubernamental, sino por el Foro Económico Mundial con una participación muy limitada de otros órganos de la ONU como la Organización para la Alimentación y la Agricultura o el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial.
    Desde el asalto neoliberal de la década de 1990, el Foro Económico Mundial introdujo la idea de que las instituciones públicas son, por naturaleza, ineficientes y que las corporaciones empresariales, más que simples mecanismos de generar ganancias, pueden ser también “socialmente responsables”.
    Ahora la Agenda de Davos -rebautizada como el Gran Reinicio- asume que las corporaciones transnacionales son actores sociales, que deben ser tenidos en cuenta para que la toma de decisiones sea realmente democrática. De este modo el Foro de Davos da al traste con los esfuerzos realizados en las últimas décadas por los movimientos populares para que los gobiernos del mundo atiendan sus demandas.
    La Vía Campesina es posiblemente el mayor movimiento social del mundo. Integrado por 200 millones de campesinos y pueblos indígenas, popularizó la idea de soberanía alimentaria como derecho de los pueblos a producir sus propios alimentos usando métodos saludables y agro-ecológicos.
    Tras mucho tiempo batallando contra los tratados de libre comercio y el Banco Mundial, Vía Campesina contribuyó a redactar y elevar a la ONU la Declaración de los Derechos Campesinos, lo que costó 18 años de negociaciones hasta su aprobación final en la Asamblea General en diciembre de 2018.
    Mientras tanto, en 2006, la Fundación de Bill y Melinda Gates creaba la Alianza para la Revolución Verde en África, o AGRA, con la promesa de que para 2020 aumentaría al doble las cosechas y los ingresos de 30 millones de familias y reduciría a la mitad la inseguridad alimentaria en 13 países africanos.
    En la década siguiente, AGRA había reunido casi 1.000 millones de dólares en donaciones y gastado 524 millones en promocionar el uso de semillas genéticamente modificadas y productos agro-químicos como fertilizantes y pesticidas.
    Con su enorme capacidad de presión, AGRA consiguió que los gobiernos de África aportaran otros 1.000 millones de dólares al año para subvencionar los agro-químicos e importar semillas de las corporaciones estadounidenses y europeas, mientras promovía políticas de privatización de las tierras comunales y rebaja de impuestos a las corporaciones…..
    https://canarias-semanal.org/art/31346/la-cumbre-de-la-alimentacion-de-la-onu-tomada-por-bill-gates-y-el-foro-de-davos

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