Opinión | Pensamiento

No jugamos, somos el juego

"Y cuando nos movamos, sentiremos las cadenas, que son lo último que nos queda por perder, porque ya lo hemos perdido todo. Porque juegan con nosotras, pero hacen creer que somos nosotras las que jugamos", reflexiona la autora.

Comentarios
  1. Coincido con lo exptesado y comento que yá vengo sufrindo en como comunicarme con los que yó entiedo : no ban a entender

  2. Que bueno y acertado el artículo.
    Este país y el mundo necesita cabecitas como la de Marina para revertir la situación.
    Debería dar charlas, si la dejan, en Universidades, centros educativos, asociaciones juveniles, ect.
    No desaproveches esa sabiduría que tienes, Marina.
    Muchas, muchas gracias.

  3. Contigo empezó todo: Ferrer i Guardia (Eduardo Pérez – El Salto).
    Francisco Ferrer i Guardia fue fusilado en 1909, tras haber ejercido como pionero de la educación racionalista en España.
    . Francisco Ferrer i Guardia, en la España de principios del siglo XX, encarna la luz que se abre paso entre las tinieblas. Ferrer escribió cosas como esta: “Demostrar a los niños que mientras un hombre depende de otro se cometerán abusos y habrá tiranía y esclavitud, estudiar las causas que mantienen la ignorancia popular, conocer el origen de todas las prácticas rutinarias que dan vida al actual régimen insolidario, fijar la reflexión de los alumnos sobre cuanto a la vista se nos presenta, tal ha de ser el programa de las escuelas racionalistas”. En España, pensar así es pecado. Llevarlo a la práctica, pecado mortal.
    Coeducación, laicidad y pensamiento crítico son los principios de la Escuela Moderna, auténticos anatemas para la patronal educativa española: la Iglesia católica.
    En el verano de 1909 se produce el levantamiento popular contra la guerra de Marruecos conocido como Semana Trágica. Tras su final, cinco personas son elegidas como chivos expiatorios. Una de ellas es Francisco Ferrer i Guardia, quien a pesar de las enormes manifestaciones europeas en pro de su liberación será condenado a muerte por un tribunal militar merced a un proceso arbitrario. Ferrer era ejecutado. El mensaje era claro: los niños y niñas no debían pensar ni cuestionar, sino seguir obedeciendo ciegamente a curas, burgueses y militares. Las tinieblas se extendían, de nuevo, por España.

  4. Una exposición clara y transparente de la realidad actual.
    Sencillamente excepcional, de lectura más que recomendada.

  5. Habláis en contra del consumismo y os gastáis el dinero en alcohol. Habláis de cuidar el medioambiente y dejáis la plaza o el parque llenos de vasos de plástico y tetrabriks de cartón. Sí, parece que juegan con vosotros.

  6. Creo que este texto obvia una dimensión del ocio en contextos capitalistas que al no tenerse en cuenta puede dar lugar a interpretaciones algo idealistas. Por un lado suele hablarse del aspecto consumista como condición de posibilidad del ocio/tiempo libre en el capitalismo. Sin embargo, que el ocio capitalista derive en consumo de mercancías solo es un ejemplo más de la multiplicidad de formas que toma el tiempo libre en sociedades de mercado. A nivel general, el tiempo no asalariado, es decir, el tiempo que no vendemos nuestra fuerza de trabajo a un tercero tiende a subsumirse a necesidades mercantiles, y ahí entra la compra-venta de bienes de subsistencia, pero no a la inversa. El intercambio de mercancías no subsume nuestra vida al capital, si no que es la subsunción de nuestra vida al capital (alienación) la que produce el consumismo. En el tiempo de descanso de la jornada laboral no media necesariamente el consumo de mercancías, esto se ejemplifica en los domingos de descanso generalizado en los que no trasnochamos porque al día siguiente necesitamos estar preparados para trabajar. Por este motivo creo que es importante tener en cuenta que el capital no solo transforma la distribución de recursos, es decir, el intercambio acelerado de mercancías, sino nuestras vidas en general, incluyendo la producción de mercancías y la reproducción de la fuerza de trabajo. En otras palabras, habría que añadir al aspecto consumista del ocio un componente preparatorio o reproductivo al proceso productivo que tiene el ocio en condiciones capitalistas (podríamos incluir la educación como modelo paradigmático de este ocio capitalista que resulta condición sine qua non para entrar en los procesos productivos).

    Ignorar que se ha comenzado a disolver el tiempo de ocio y el tiempo de trabajo asalariado tiene consecuencias que en el texto que no se valoran. La aceleración de los procesos de ocio no considero que tengan tanto que ver con un consumismo individual que cada uno pueda o no tener, si no precisamente por la estrecha ligazón que tiene con el trabajo asalariado. Es curioso como por ejemplo quienes más stories y tweets suben no son personas con pocos seguidores, si no personas que necesitan de sus redes sociales para que se le habrán puertas de subsistencia (sin querer faltar en lo personal, al fin y al cabo ser una twistar le ha abierto puertas importantes a la propia autora del texto, y bien me parece). Es decir, se sube pasteles a Instagram no porque “sentimos la necesidad de presentar” el producto de nuestro trabajo, si no porque sabemos que tener una cuenta potente en redes, lo que desde la economía neoliberal se ha llamado tener una “marca personal” es importante para acceder a un puesto de trabajo medio decente. Nuevamente utilizamos el ocio como proceso preparatorio para entrar en los ciclos productivos.

    El error que desde el inicio he querido señalar en el comentario, es decir, ignorar el aspecto reproductivo o preparatorio del ocio creo que desemboca finalmente en la siguiente línea “con esto se proyecta un modelo de éxito, cultura del esfuerzo y competitividad realmente falso”. El modelo de éxito, la cultura del esfuerzo y la competitividad que aparece en las redes sociales es completamente verdadero, es el camino acertado para poder llegar a escribir en periódicos como este, para salir en programas de televisión como Masterchef o PlayZ, que nos ofrezcan realizar espectáculos y demás puertas que se nos puede abrir individualmente para poder subsistir. Practicas el ocio como un proceso preparatorio para nuestro tiempo productivo consigue dar frutos sumamemente jugosos para cualquiera, otra cosa es que esta lógica que existe materialmente a nivel general y no podemos ignorar sea deseable para la vida o no, y ahí entra la acción política.

    Finalmente no considero que se nos exija hacer todo perfecto para construir dicha marca personal, también hay un componente de lo cutre, lo vulgar, lo inculto que es capaz de generar empatía en determinados contextos que ayudan al cliente (aunque no pague) a identificarse con el producto (la “tuitera”). En twitter se me ocurren pocas twitstar que tenga vidas idílicas y no muestren el fango de su vida generando esa empatía. También se me ocurre el video de Ibai donde va a un restaurante de tres estrellas Michelin y la crítica más elaborada que realiza es que el postre le recuerda a “chupachups… a piruleta”, seguido de numerosos “esto ta’ rico”. Tampoco creo que se esté “destruyendo los vínculos humanos y comunales”, si no que se están transformando en favor de necesidades mercantiles concretas que tienen que ver con la generación de beneficios.

    Evidentemente no crítico en ningún momento que se haga un uso mercantil de las redes sociales, no crítico que tratemos de construir una marca personal al igual que no crítico a nadie por meterse en un máster para poder garantizarse más que menos un sueldo vivible. Solo señalo que aunque no se sepa que se hace un uso mercantil del ocio para nuestro propio beneficio, la realidad es que se hace. Muchas gracias por leer el comentario.

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