Política

Yolanda Díaz, o cómo unir riqueza y humanidad en un mismo discurso

Yolanda Díaz comparece, tras la marcha de Iglesias, en la Comisión de Trabajo con un discurso que invita a una nueva forma de gobernar, en la que pone los derechos humanos como centro del trabajo.

Comentarios
  1. Yolanda Díaz es moderada en el tono. No es polemista como Iglesias. Vale: quizás sea algo bueno. Pero también puede que no sea lo apropiado. Solo fijémonos en la avalancha de demagogia, de palabrería vacía pero de tono grueso y provocador a la que ha tenido que hacer frente hoy. Soy de izquierdas y me gusta debatir con alguien de derechas que aporte argumentos. Me da la sensación de que alguna sensibilidad respetable, algo asimilable hay en tanta gente que no piensa como yo. Pero es difícil encontrar el cauce. Y más con estos políticos del PP y VOX, que, voluntariamente, son lo peor. A su lado Iglesias es versallesco. Después de escucharlos, pienso que, mientras lo que dice Iglesias es verdad o tiene un soporte en los hechos, lo de estos dóbermans mediáticos es solo insulto y carnaza para sus adeptos.

  2. Tengo entendido que es más de la linéa «oficialista». No va a ser tan contestaria ni va a llamar a las cosas por su nombre como sí lo hace Iglesias. Pedro Sánchez seguro que estará más cómodo con ella.
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    Voy a ser heterodoxo y disconforme con el pensamiento mediático, político y social dominante. No soy militante de Unidas Podemos. Puede que algún despistado y mal intencionado, que abundan en esta España nuestra todavía lo dude por el contenido de este artículo. Allá él. Soy militante del PSOE. ¿Está claro?
    Sé que a no pocos de mi propio partido les va molestar lo que voy a escribir. Pero, tengo que hacer una defensa de Pablo Iglesias. Por cierto, sin él, Pedro Sánchez no sería presidente del gobierno de España. He observado que los ataques a Iglesias por parte de gente del PSOE han sido tan furibundos como los de la derecha. Y a veces incluso los superan, como los de Emiliano García-Page.
    ¿Por qué tal persecución mediática, política y jurídica a Unidas Podemos y a Pablo Iglesias? ¿Por qué tienen tanto miedo a este partido y especialmente a Pablo Iglesias? Yo tengo muy clara la respuesta. Hay gente detrás que no da la cara y que mueve los hilos. Grave amenaza para una democracia ser gobernado por poderes ocultos. Lo cual ocurre cuando los que firman no son los que mandan. Los que mandan hace tiempo que han decidido que Unidas Podemos y especialmente Pablo Iglesias desaparezcan de nuestro espacio político. Y hasta que lo consigan, no pararán. Y van por buen camino en sus propósitos.
    Un profesor universitario de Historia Contemporánea recientemente me decía que ya se estudia en las Facultades de Ciencias de la Información el acoso continuo a nivel mediático a Unidas Podemos y especialmente a Pablo Iglesias.
    Su chalet de Galapagar, que parece ha sido el gran problema nacional -mucho más que la Gürtel-, el cual que yo sepa, se lo paga él con su pareja, al haber suscrito una hipoteca, cuya cantidad todos hemos conocido. Para algunos puristas en este país la gente de izquierdas deberíamos vivir en una chabola y no ir a un restaurante a la carta y comer de bocadillo.
    Yo lo tendría muy claro, y puede que también lo tenga Pablo Iglesias. «Ahí os quedáis. Yo no me subo a este barco. Toda España para vosotros». Me parece muy oportuna para esta situación la frase pronunciada en 1873: «Señores, voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros», por el primer presidente de la brevísima Primera República, Estanislao Figueras, momentos antes de dimitir, de coger los bártulos y exiliarse en Francia. Espero que Pablo Iglesias no se exilie, aunque a muchos no les importaría.
    (Cándido Marquesán Millán) «Sobre la renuncia a la vicepresidencia de Pablo Iglesias».

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