Internacional

Assange no será extraditado a EEUU por motivos de salud

La jueza basó su decisión en la falta de garantías aportadas por las autoridades estadounidenses para evitar su suicidio en prisión.

Comentarios
  1. Wikileaks logró aquello con lo que sueña cualquier [buen] periodista: revelar atrocidades de tal magnitud que hagan temblar al Pentágono, provocar la comparecencia de un presidente del Gobierno (Barack Obama, en su caso), poner patas arriba las relaciones diplomáticas mundiales… Sin embargo, Assange es el único editor del mundo acusado de un delito de espionaje. Y durante años la mayoría de medios de comunicación del mundo, incluidos aquellos escogidos por Wikileaks para difundir el cablegate, centraron sus informaciones sobre él en las acusaciones de delitos sexuales, que finalmente fueron archivadas, o en detalles irrelevantes sobre su personalidad. Una búsqueda rápida en Google deja claras las prioridades de lo publicado hasta el momento: para «assange sexual», el buscador ofrece 2.930.000 resultados; para «assange espionaje», 395.000; para «assange libertad de prensa», 361.000. Mientras los medios se enfocaban en esto, dejaban de hacer algo que habría sido crucial para la libertad de prensa y por tanto para la democracia: abordar de manera analítica y crítica los principios democráticos que están en juego en la acusación a Assange y en la solicitud de extradición a EEUU. Ahora tal vez sea ya demasiado tarde.
    Virginia P. Alonso.

  2. EEUU: Retiren los cargos contra Julian Assange:
    ¡Buenas noticias! El tribunal del Reino Unido NO permite la extradición a EE.UU. de Julian Assange. Esto es una gran noticia aunque la base de la decisión sea la salud de Assange combinada con el brutal sistema de detención en Estados Unidos y no la libertad de información y de prensa, como nos hubiera gustado. La lucha continúa porque el gobierno de EEUU ya ha dicho que va a apelar esta decisión. Seguimos necesitando toda la presión del mundo.
    La persecución de Julian Assange equivale a un ataque a la libertad de expresión.
    Para Amnistía Internacional, juzgar a Julian Assange por su trabajo de investigación tendría un efecto amedrentador sobre los profesionales de los medios de comunicación y quienes denuncian actuaciones gubernamentales indebidas y publican información procedente de fuentes creíbles. A su vez, ello afectaría el derecho de la ciudadanía a saber qué hacen sus gobiernos. Por todo ello, Amnistía Internacional pide que se retiren los cargos de espionaje y otros cargos conexos contra Julian Assange derivados de sus actividades periodísticas y de investigación.
    Firma:
    https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/eeuu-assange-libertad-feb20/

  3. «Ni en Turquía, en donde he estado varias veces, tuve problemas para entrar a los tribunales», afirma Margit Stumpp. Una comparación poco halagüeña con Inglaterra.
    Para Margit Stumpp, parlamentaria de los Verdes, este juicio es una «prueba de fuego para Occidente y sus valores». Ella es fundadora del grupo parlamentario «Libertad para Julian Assange», compuesto por representantes de diversos partidos alemanes. Según la política alemana, «en el curso de los procedimientos de extradición se está violando el Estado de derecho», dice a DW. Esto comienza con la negación al acceso al juicio como observadora.
    Los dictadores ya lo saben: la credibilidad del mundo occidental como defensor de los derechos humanos ha sido socavada por el enjuiciamiento de Julian Assange. ¿Un ejemplo? A principios de noviembre, la corresponsal de la BBC, Orla Guerin, se enfrentó al Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, con preguntas críticas sobre la libertad de prensa en su país. Aliyev respondió diciendo que, en vista del tratamiento de Assange, Inglaterra no tenía derecho a reprochar a otros estados en materia de derechos humanos y libertad de prensa.
    Según Nils Merlzer, «EE. UU. está tratando de criminalizar el periodismo de investigación en Europa. Y el sistema británico, desafortunadamente, está siguiendo la pauta de Washington». Nils Melzer no solo es Representante Especial de la ONU para la Tortura. También enseña derecho internacional en la Universidad de Glasgow y está familiarizado con el derecho británico. Su veredicto sobre el manejo de Julian Assange es certero: «El proceso viola claramente las normas básicas de los derechos humanos, el debido proceso y el Estado de derecho». Además, dadas las revelaciones de Assange sobre los «crímenes de guerra, corrupción y otros crímenes graves» cometidos por las tropas estadounidenses, la motivación es obvia para Melzer.
    Nils Melzer pidió a las autoridades británicas sacar inmediatamente a Assange de la prisión. Mientras duren los procedimientos de extradición, las autoridades británicas podrían ponerlo bajo arresto domiciliario. Melzer insistió en que Assange no era un delincuente condenado, sino que estaba detenido únicamente como medida preventiva hasta que se determinara el resultado de los procedimientos de extradición.
    Hay ejemplos destacados de arresto domiciliario en tales casos. Al dictador chileno Augusto Pinochet, por ejemplo, se le permitió esperar su procedimiento de extradición en la comodidad de una mansión en las afueras de Londres en los años 90. En Navidad, al criminal de lesa humanidad se le permitió incluso pedir un sacerdote que voló exclusivamente a Londres.
    FREE Julian Assange jail the war criminals. (Insurgente.org)

  4. Repuesto de la euforia inicial al conocer la denegación de la extradición, me empieza a preocupar el argumento de la jueza para justificarla.
    Esta señora, en lugar de apelar a razones de justicia, defensa del derecho a la libertad de información, respeto a las leyes internacionales y las irregularidades que han venido cometiéndose desde el mismo momento de su detención ha optado por acogerse a una especie de caridad compasiva que no cuestiona los argumentos de los EEUU sino únicamente su incapacidad para garantizar que le impedirán el suicido.
    Ahora solo bastaría que los EUU prometan «portarse bien» y mantener viva a la víctima mientras le aplican la picana judicial hasta que se muera, de dolor, o de consunción física y ya, salvadas las apariencias, entreguen al Sr. Assange a sus torturadores.
    El asunto empieza a olerme mal y pienso que esa Sra. Jueza, si no es conscientemente connivente con los poderes oscuros del Estado (todos los Estados), es una pusilánime, o hipócrita, que ha optado por nadar y guardar la ropa.
    Mención aparte merece el espeso silencio de las «democracias occidentales» ante este asunto, mientras se rasgan las vestiduras por cualquier nadería (muchas veces falsa) que se produzca en otros países.
    Saludos.

  5. Resulta que el país estandarte de la » democracia y la libertad de prensa que nos quería salvar del comunismo y las dictaduras ( comunistas)……….; resulta ser la zorra de la fábula en la que adulaba al cuervo para comerse las uvas .
    Si es que.
    Salud y decencia .

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