Pasaban algunos minutos de las 13 horas de este lunes cuando se oficializaba la inhabilitación de Quim Torra; pero lo cierto es que el destino del president –que ha quedado inhabilitado por un año y medio por desobediencia– se sabía desde hace tiempo.
A media tarde se le notificaba ya –de manera definitiva– la inhabilitación y la gente salía a la calle. La plaza Sant Jaume, que alberga el Palau de la Generalitat y la sede del Ajuntament de Barcelona, se llenaba, por enésima vez, de banderas independentistas al grito de «president, president» o «independència».
«Ni abandono, ni me resigno. Y aún menos acepto esta sentencia que quiere derrumbar el gobierno de Catalunya. (…) Llevaré la libertad de expresión y nuestra causa de independencia a Europa y ganaremos. (…) Catalanas y catalanes: empujad», decía Torra en una comparecencia institucional en catalán y en inglés.
Torra planteó entonces los nuevos comicios que se derivan de su inhabilitación como un nuevo plebiscito que confirme “el mandato del 1 de octubre”. Si el año pasado, la conmemoración del referéndum coincidía con la sentencia a los políticos catalanes en la cárcel y causaba disturbios en las calles de Barcelona, este año el 1-O coincide no solo con la inhabilitación de Torra sino también con el juicio a Tamara Carrasco –la activista independentista acusada de delito de incitación a los desórdenes públicos en 2018 por los que el fiscal pide siete meses de prisión– y con el inicio del proceso de indulto a los presos. Algo que buena parte del independentismo catalán no acepta.
Salía Torra del Palau de la Generalitat, acompañado de los consejeros en funciones, a eso de las siete de la tarde, y se daba un baño de masas: gente con mascarillas pero sin la distancia de seguridad que se recomiendan en el contexto actual de crisis sanitaria. El president se marchaba y la gente se dispersaba; algunos para volver a casa, otros para dirigirse a los Jardinets de Gracia, donde los CDRs habían convocado una concentración que luego se transformaría en manifestación.
Por lo demás, todo igual a las manifestaciones de hace un año, a las de hace dos y a las de hace tres. Furgones de Mossos preparados para lo que sea, gente cabreada y periodistas por doquier. Rebeca Carranco, periodista de El País, aseguraba que al inicio de la concentración en Jardinets de Gracia había más periodistas que manifestantes. La concentración acabó con seis detenidos, 15 cabezas de cerdo lanzadas a los Mossos de Esquadra y algunos contenedores ardiendo. Nada nuevo.
El món ens mira?
El món ens mira. Este siempre ha sido uno de los gritos de guerra del independentismo, incluso cuando el mundo pasaba del tema. Y en esta ocasión lo ha hecho: la inhabilitación de Torra ha ocupado algunas de las páginas de los periódicos más importantes del planeta. Veamos algunos ejemplos:
The Guardian. Este es uno de los periódicos que más han seguido la causa catalana durante los últimos tres años. Por supuesto, se han hecho eco de la inhabilitación de Torra y han reproducido algunas de sus declaraciones institucionales, así como las del president del Parlament, Roger Torrent.
Le Figaro. El rotativo francés de derechas le dedicaba unas líneas a la política catalana, pero sin darle demasiada importancia. Calificaba a Quim Torra como presidente “regional”.
Le Monde. También Le Monde calificaba a Torra como presidente “regional” y aportaba un enfoque que otros medios extranjeros pasaban por alto: esta inhabilitación puede hacer tambalear la aprobación de los presupuestos del ejecutivo de Sánchez. Le Monde también recordaba la violencia que caracterizó algunas de las manifestaciones del año pasado y la convocatoria de nuevas manifestaciones de rechazo a la condena.
France 24. El portal France 24, que tiene servicio de noticias en español y corresponsales en todo el mundo, colocaba la noticia en portada y la periodista radicada en Barcelona Elise Gazengel daba el parte en directo con las principales claves de la jornada política en Catalunya. Gagenzel es una de las cronistas extranjeras más prolíficas sobre el procés, ya que colabora para diferentes medios desde la capital catalana. El año pasado fue una de las periodistas agredidas por los Mossos d’Esquadra.
The New York Times. La información del New York Times –que ayer publicaba una de las exclusivas de esas que hacen historia pero que no la cambian: la evasión de impuestos de Donald Trump durante 15 años–, la daba su corresponsal Raphael Minder, un buen conocedor de Catalunya y el procés. En el titular, una advertencia que no hacían los demás periódicos (pero Minder sabe muy bien de lo que habla): la inhabilitación de Torra puede reactivar la mecha de las protestas, tal y como ya ocurrió el año pasado cuando se dieron a conocer las penas de cárcel de los líderes políticos presos. Hablaba Minder de la división que experimenta desde hace años la sociedad catalana y también se hacía eco de las palabras de la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y mencionaba el papel fundamental que Puigdemont está jugando desde que se exiliase a Bélgica.
Minder publicó en 2017 The Struggle For Catalonia: Rebel Politics in Spain, un libro que abordaba la crisis catalana desde la perspectiva de un corresponsal extranjero; una suerte de manual para entender el conflicto Catalunya-España que funcionó bastante bien. Está previsto que publique Esto es España, una década de corresponsalía (Planeta de libros) a finales de octubre: “una mirada con perspectiva sobre el panorama político y social que ha marcado la última década de la realidad española”.
BBC. La cadena británica obviaba en portada la inhabilitación del president catalán, pero incluía un breve en su apartado de noticias, aunque sin dedicarle demasiado esmero a la pieza, teniendo en cuenta las coberturas que caracterizan a la BBC. Sin embargo, destacaba la noticia en el faldón de la pantalla como uno de los titulares destacados.
AlJazeera. La cadena catarí ponía énfasis en el hecho de que Torra ha sido inhabilitado “por quitar una pancarta” y mostraba así su punto de vista sobre el tema. Calificaba al mandatario catalán como “el timón de Catalunya” y se hacía eco del rumor que apunta que el viernes se celebrará un acto de protesta más masiva.
Frankfurter Allgemeine. El diario alemán era directo al calificar «El motivo [de la inhabilitación]: antes de las elecciones generales […], se negó a retirar los símbolos del independentismo» de la sede de la Generalitat a pesar de que así se lo había ordenado la «autoridad electoral». Asimismo, este periódico, de ideología conservadora, recordaba que la inhabilitación se produce «tres años después del referéndum ilegal de independencia».
Süddeutsche Zeitung. Este diario, de orientación de centroizquierda, destacaba en la entradilla de la noticia, que Quim Torra había violado los requisitos de neutralidad que exige la Junta Electoral al negarse a retirar «símbolos del independentismo» de manera «contumaz y reiterada», según la sentencia del Tribunal Supremo.
