Política

Ni Valle, ni fundaciones, ni medallas, ni duquesas

Estas son las claves de la nueva ley de memoria histórica, cuyo anteproyecto ha sido aprobado este martes en el Consejo de Ministros.

Comentarios
  1. ¿De verdad os creeis que una Ley cambia, sustancialmene, la situación actual de ocultación de miles de cuerpos de asesinados durante el golpe ya la dictadura?. Una Ley que habla de «hablar con la empresas que utilizaron presos para que estas les reconozcan» ¿…?… En fin.

  2. … Los cuerpos del recinto funerario del Valle de los Caídos fueron robados sin consentimiento, y a menudo sin conocimiento de quien correspondía. Los hombres que trabajaron en su construcción eran, en pleno siglo XX, presos utilizados como esclavos. ¿Alguien quiere más criminalidad y más monstruosidad que estas? ¿No es suficiente con esta exhibición sostenida de maldad encarnizada para que un lugar como este, y lo que representa, merezcan la reprobación general? No debe haber suficiente, ni mucho menos, porque todavía son muchos los que lo reivindican con orgullo como un modelo a seguir y como el referente de unos valores a preservar y enaltecer. El misterio de la estupidez humana es tan insondable como el de su capacidad para hacer el mal.

    Mención aparte merecen los benedictinos, y la Iglesia española, y el concordato con el estado español, que han bendecido la atrocidad del Valle de los Caídos, y han permitido que el signo de la cruz fuera escarnecido tanto tiempo, con esta cruzota de 150 metros de altura que parece querer ofender a Dios mismo a las alturas. Una gran falta en la piedad cristiana la de no respetar a los difuntos, aunque no nos debe sorprender de una Iglesia que, hace sólo 80 años, bendecía armas y pelotones de ejecución, y nunca ha pedido perdón por ello. Es cierto, como dice la historiadora Queralt Solé, que esta nueva ley de memoria democrática representa una alegría: pero inevitablemente, una alegría amarga.
    (Sebastián Alzamora – los muertos del Valle de los Caídos)

  3. EN ESPAÑA SIGUE EXISTIENDO EL FRANQUISMO SOCIOLOGICO, LA SOCIEDAD SIGUE ESTANDO ADOCTRINADA EN EL FRANQUISMO QUE NUNCA MURIO. ES MAS, MUCHA GENTE LO AÑORA. ESTO PASA PORQUE NO SE HA HECHO VERDAD, JUSTICIA Y REPARACION Y NO SE HAN HECHO PORQUE NUNCA LOS «HEREDEROS» DE LOS GOLPISTAS HAN DEJADO EL PODER.
    «NO REABRIR HERIDAS», dice Pablo casado, claro, las crearon ellos y nos adoctrinaron en su versión, no quieren aclarar, ni declarar, ni reparar, ni que la sociedad sepa la verdadera historia, a Pablo y cía. les gustaría enterrar más honda la Memoria y a sus víctimas.
    ¿Y NO HAN SIDO LOS PROPIOS «SOCIALISTAS» QUE HACE UNA SEMANA APOYARON Y DEFENDIERON ANTE LA JUEZA ARGENTINA QUE JUZGA LOS CRIMENES DEL FRANQUISMO AL HOMICIDA MARTÍN VILLA?
    Si hubo represión en la dictadura contra algunos colectivos y etnias en esta España de esperpento no se puede decir que se haya superado, que sea una cosa del pasado:
    Actualmente, los activistas que se manifestaron contra los cursos para «curar la homosexualidad» del Obispo de Alcalá se enfrentan a penas de hasta cuatro años de cárcel.
    P.D.: la democracia está en las cunetas. Aún se la espera.

    La ley llega tarde, tardísimo (Natza Farré):
    La muerte de Franco, en la cama, no supuso la muerte del franquismo. Que muera el perro no quiere decir que muera la rabia.
    En cualquier caso, el rey que huyó con el visto bueno de todos lo puso el dictador que murió en la cama sujetando un cordel que lo dejaba todo más ligado que un cordón umbilical.
    La ley llega tarde, tardísimo, y la lleva a cabo un gobierno que tiende la mano a un rey, que presuntamente corrupto, huye del país con su complicidad. Tan alta es la protección socialista a la corona que se niegan a preguntar a la población sobre la monarquía.
    Un país con políticos independentistas pacifistas en prisión y fascistas declarados en la calle no se arregla con una ley que ilegaliza la Fundación Francisco Franco.

  4. Confiemos en que este “anteproyecto de Ley de Memoria Democrática” se convierta en Ley sin mayores mutilaciones ni tropiezos pese a la oposición de los cainitas arropados por algunos “partidos de derechas”.

    Y aunque llega tarde -demasiado tarde para muchas personas y familias- y exista la tentación de apuntarse el tanto por parte del PSOE que es quien en varias ocasiones ha impedido anteriormente su promulgación, entendamos todos -incluidos los ciudadanos conservadores democráticos- que es un triunfo de toda la sociedad y, sin olvidar ese negro pasado, apostemos por un presente y un futuro civilizado y en paz.

    Me parecen acertadas las medidas que se proponen que van encaminadas a reponer la dignidad pisoteada de las víctimas y a rescatar ese monumento y su recinto de la apropiación y secuestro al que lo ha tenido sometido durante ocho décadas la derecha más cerril de nuestra sociedad.

    Difiero de quienes “lo tirarían, porque es feo de narices” o por la presencia de la descomunal cruz y las esculturas, por dos simples razones.

    La primera -y quizá más entendible- es que, siguiendo ese mismo criterio, Polonia y Alemania debieran demoler los campos de exterminio que han conservado como testimonio de la barbarie nazi y, con ello, contribuido a no olvidar aquel genocidio quienes aún lo recordamos e informar a quienes, aparte de no haberlo vivido, tampoco lo conocemos.

    La segunda (más discutible y subjetiva) es que ese monumento, aunque su significado haya sido atroz hasta el presente y nunca debió haberse construido, es un notable ejemplo de la arquitectura fascista en España (en Alemania e Italia hay muchos y no los han demolido) y, a la vez, una impresionante escenografía que cumplió perfectamente su papel de crear un elemento referencial para mayor gloria de los golpistas y el dictador y que ahora podrá poner dichos valores al servicio de la memoria y ser permanente recordatorio y divulgación de la condena de aquella ignominia, una vez desalojados el verdugo y sus cómplices (curas incluidos) y ya recuperado para la sociedad civil democrática.

    Hoy la cruz puede ser el testigo y recuerdo permanente (y visible desde todo el valle) de aquella atrocidad.

    Y también me parece un acierto el conceder la nacionalidad a los hijos de los brigadistas.

    Es un homenaje que merecían sus padres y madres (que también las hubo y muchas).

    Saludos.

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