Política

100.000 euros al mes. ¿Podemos hablar ya del referéndum monarquía o república?

Comentarios
  1. Quién va a hablar del referéndum, exactamente? El PSOE del 155? Podemos, que se acaba de dar la hostia del siglo en Galicia y Euskadi? Los movimientos de trasfondo republicano por parte de la sociedad civil catalana y vasca, criminalizados y con sus líderes en prisión, a dos programas de Espejo Público de distancia de ser considerados organizaciones terroristas?

    Como no propongan el referéndum desde FE de las JONS, tendremos felipitos, juancas y leonores hasta el fin de los días. El reino sin fin.

  2. La monarquía está porque la aristocracia la requiere para seguir manteniendo sus títulos nobiliarios y prebendas medievales…asi de sencillo. Si no fuera un Borbón, sería un Windsor, da igual el nombre, pero se requiere un rey para que la nobleza siga existiendo…No nos damos cuenta del poder que tiene esa antigua clase social. Que obviamente fue decisiva en el golpe de estado del 36 y fue decisiva para que Franco promulgara la famosa Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947 por la que un Borbón sería su sucesor. Atado y bien atado.Por eso gente como Esperanza Aguirre o Cayetana Alvarez de Toledo, ambas nobles, odian tanto a Podemos.

  3. Las monarquias en una democracia no tienen cabida,son el reflejo de los señores feudales de la edad media.En una autentica democracia su representante tiene que ser elegido por el pueblo.

  4. Mi respuesta a la pregunta del título es: más que hablar al respecto, hay que hacerlo, para eliminar esa impune mafia familiar. Como corresponsal internacional freelance -actualmente en costa rica-, y como nieto de un andaluz antimonárquico fugado a sudamérics, mi visión de un mundo menos injusto incluye -entre otros componentes- la erradicación de ese sistema parasitario -además de ridículo-. La naturaleza vulgar/injusta del régimen monárquico en general se evidencia , por ejemplo, en la siguiente comparación socioeconómica: mientras el «rey emérito» se da el lujo de manejar 100 mil euros mensuales para gastos del clan, en haití -con pobreza de 80 por ciento-, hay gente que se las ingenia para sobrevivir con menos de dos dólares diarios. Extremos insultantes para la dignidad humana

  5. Sería suficiente con un pack legislativo para suprimir la Jefatura del estado, el senado y la pertenencia a la Otan…el resto mucho mas fácil que sacar a F. del Valle.

  6. Igual que sucede con la monarquía, son los periódicos extranjeros los que denuncian los excesos de la iglesia católica española, tradicional aliada de dictadores, monarcas y oligarcas, de fascistas y caciques.
    THE NEW YORK TIMES: ACABEMOS CON LOS PRIVILEGIOS DE LA IGLESIA EN ESPAÑA. (David Jiménez)
    La Iglesia católica española emergió de la dictadura de Francisco Franco con ventajas fiscales, patrimoniales y educativas incompatibles con una democracia liberal moderna. Una de ellas le ha permitido registrar a su nombre miles de propiedades sin titularidad, incluidos monumentos históricos como la mezquita-catedral de Córdoba o la Giralda de Sevilla. (Además de los once mil millones de euros que le regalamos anualmente)
    LA AVARICIA, uno de los siete pecados capitales, está detrás de un plan que incluye 30.000 edificios, viviendas, catedrales, terrenos, fuentes, plazas y un sinfín de bienes desconocidos. La lista no se ha hecho pública, una opacidad que se consideraría inaceptable en cualquier otra institución.
    Solo una reforma que haga a la Iglesia más inclusiva, incorpore a la mujer, se distancie de la política, acompañe su discurso moral del ejemplo y abrace la tolerancia, especialmente hacia quienes no comparten sus códigos morales, evitará que su irrelevancia vaya a más. Pero nada indica que ese sea el camino escogido por los dirigentes eclesiásticos. Al contrario: persiste el propósito de entrometerse en las políticas de Estados aconfesionales, empujar conceptos retrógrados sobre la sexualidad, negar el papel de la ciencia como motor del progreso y aferrarse a privilegios de otras épocas.
    La Iglesia tiene toda la legitimidad para defender sus ideas, oponerse al aborto, rechazar la eutanasia o condenar el matrimonio igualitario, siempre que no fomente el incumplimiento de las leyes con las que se legislaron esos asuntos en el parlamento. También está en su derecho de defender puritanismos que la sociedad española superó hace tiempo. Pero precisamente porque ejerce una influencia en la vida de millones de personas, y una parte de su financiación procede de los contribuyentes, debe estar sometida a las mismas normas de transparencia, responsabilidad y respeto a la tolerancia que cualquier otra organización.

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