Ni la Fundación Española de la Nutrición (FEN), ni la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ). Ambas organizaciones, dedicadas a “mejorar la nutrición de los españoles”, pero en algunos casos con numerosos conflictos de interés con la industria, se niegan a criticar el hecho de que miles de niñas y niños de la Comunidad de Madrid llevan más de 45 días comiendo pizzas y otro productos poco saludables a diario. Tampoco tienen una mala palabra para el discurso que la presidenta Isabel Díaz Ayuso ofreció esta semana en la Asamblea de Madrid defendiendo este tipo de menús.
Durante su intervención, Díaz Ayuso afirmó que el hecho de “que a un niño le den una pizza no es un problema”, asegurando que “seguramente a ustedes no les guste y no se las hayan comido en la vida pero a los ciudadanos y a los niños… Juraría que al cien por cien de los niños les encanta”.
A mediados de marzo, la presidenta de la Comunidad de Madrid decidió rescindir los contratos con decenas de pequeñas y medianas empresas y cooperativas encargadas, hasta entonces, de los menús en los centros escolares madrileños. En su lugar, dio la gestión de estas comidas a las empresas Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes, con un contrato para la elaboración y distribución de 11.500 menús para los niños de las familias que cobran la Renta Mínima de Inserción (RMI), tal y como ha ido contando El Salto. Por cada menú, el Gobierno paga cinco euros a Telepizza y Rodilla, y 7,30 euros a Viena Capellanes.
Conflictos de interés con la industria
Telepizza es una de las empresas promotoras de la Fundación Española de la Nutrición. Además, su jefe de Márketing y Operaciones, Fernando Frauca Amorena, es vocal en el patronato de la FEN, tal y como demuestra el registro oficial de fundaciones y, hasta hace unas semanas, la página web de la fundación. También, la propia web de Telepizza detalla que son miembros de la FEN, y usa esa vinculación para animar a los colegios a acudir a sus centros y que los niños y niñas puedan «aprender desde bien pequeños la importancia que tiene llevar una vida sana».
Desde la Fundación Española de la Nutrición no ofrecen ningún comentario reprobatorio hacia Díaz Ayuso y sus menús. Al ser preguntado en varias ocasiones por La Marea, el director general de la FEN, José Manuel Ávila Torres, obvia el tema y se limita a resaltar que la fundación “no ha participado en el diseño de los menús de las becas comedor que se están ofreciendo actualmente”, a pesar de trabajar habitualmente con la Comunidad en esta labor desde el año 2002. “Nos ponemos a disposición de las autoridades para el seguimiento y evaluación de los menús, y de sus consumidores, en las circunstancias de excepcionalidad que estamos viviendo en la Comunidad de Madrid”, sostiene.
“En condiciones de normalidad, sin entrar a valorar la problemática adicional que plantea la logística y el transporte de alimentos así como su seguridad alimentaria, la recomendación es ajustar los menús en periodos de 15 días (concepto de dieta), y siempre de acuerdo a las distintas franjas de edad”, añade el director general.
José Manuel Ávila Torres era, hasta el año pasado, concejal por el PP de Obras, Urbanismo, Salud y Bienestar en el Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada, en la Comunidad de Madrid. En 2018, fue elegido presidente de la Red Municipal de Salud de la Comunidad de Madrid. A su vez, es el secretario técnico de la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ), después de haber sido también su tesorero.
La SEÑ tampoco critica la actitud de la política del Partido Popular ni los menús que ofrece su equipo de Gobierno. La Marea ha contactado con la presidenta de la Sociedad Española de Nutrición, la doctora en Farmacia María Puy Portillo, quien ha decidido remitir un comunicado. En él, no hay mención directa a las palabras de Isabel Díaz Ayuso, a pesar de que se le preguntó explícitamente por ello.
El escrito comienza señalando que “la alimentación en cualquier colectivo poblacional, y especialmente en los niños, ha de ser saludable, variada y equilibrada”. Añade que, “en lo que respecta a la alimentación de los escolares, nos alineamos con los contenidos desarrollados en el Documento de Consenso sobre los Comedores Escolares elaborado”.
La carta acaba apuntando que “en situaciones extraordinarias, como la que estamos viviendo, entendemos que la alimentación de los escolares ha de aproximarse en la medida de lo posible al modelo de alimentación saludable anteriormente descrito, teniendo en cuenta las dificultades que surjan en la producción y distribución de los alimentos y menús, y asegurando que se cumplan siempre las condiciones de seguridad alimentaria”.
Quien tampoco ha querido a entrar a valorar la polémica es la Asociación Española de Pediatría, señalada por su colaboración con empresas del sector, y que ingresó el año pasado más de 300.000 euros en donaciones privadas y publicidad, según figura en su memoria anual.
Ahora, con todo este asunto, desde la AEP aseguran a La Marea que desconocen “los menús que se están ofreciendo por parte de las empresas encargadas de este servicio a las familias más vulnerables”. En este sentido, afirman, “solo podemos confiar en que todas las partes implicadas velen por garantizar a los más pequeños un menú óptimo, basado en una dieta variada”.
* Última actualización el 7 de mayo a las 13:00.
Este artículo recogía en una versión anterior declaraciones del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas Nutricionista y su posición crítica ante los menús elegidos. Desarrollaremos y ampliaremos la información sobre dichos colegios en una próxima publicación.
