Análisis | Internacional

¿Qué más tiene que pasarle a este millar de sudaneses para que les prestemos atención?

A raíz de la publicación de unas informaciones sobre la protesta protagonizada por un grupo de sudaneses en Níger y su posterior represión, reflexionamos sobre por qué este tipo de informaciones no generan apenas interés ni entre las audiencias más sensibilizadas.

Comentarios
  1. Que pedazo de articulazo.
    Para nada os creais impotentes el periodismo comprometido.
    Cómo vamos a tomar conciencia, porque espero que un día la tomaremos aunque sea porque ya no quede otro remedio, si alguien no nos informara de las injusticias, de los problemas, del dolor de gran parte de la humanidad.
    En pocos años hemos cambiado mucho; incluso entre vecinos del barrio e incluso de la escalera. De mirarnos amigablemente y dialogar, ahora tratamos de no encontrarnos o nos miramos como extraños. Hay desconfianza.
    El pueblo unido jamás será vencido. Divide y vencerás.
    Hay una crisis de valores. Estas crisis son propias de las dictaduras capitalistas (la gente, que no somos nada dados a pensar creemos que vivimos en democracia) ya que su ideología es la codicia y el saqueo, crear el caos para pescar en río revuelto y sálvese quien pueda, ellos siempre salen a salvo y con el botín de los infortunados.
    Periodistas, ecologistas, sindicalistas, defensorxs de los DDHH, activxs y sincerxs, el mundo os necesita más que nunca aunque mucha gente aún no se haya enterado.
    Las noticias son pesimistas porque el mundo está pésimo. Lo peor que se podría hacer es ocultarlo.
    Si fuéramos inteligentes al pesimismo de la razón le opondríamos el optimismo de la voluntad, (el optimismo de la acción) tal cual aconsejaba Gramsci.

  2. El presente texto (aquí algunos extractos del mismo) fue escrito hace diez años, tras el terremoto del 12 de enero de 2010 que asoló a Haití.
    Por su plena vigencia, hoy lo publicamos tal y como se escribió.

    Para erradicar la pobreza sólo existe un camino: La erradicación de la riqueza privada socializándola, o lo que es lo mismo, sustituyendo el sistema capitalista por el socialista. Mientras los actuales ricos del mundo no acepten la evidencia o sean finalmente vencidos –como grandes beneficiarios del actual sistema, difícilmente van a renunciar voluntariamente a sus privilegios-, la pobreza seguirá golpeando contundentemente a la mayor parte de la población mundial que, como se sabe, lejos de ser reducida, sigue en vertiginoso aumento.

    Ese mundo rico y derrochador posee los recursos técnicos y financieros para saldar su deuda con la humanidad…”

    Pero no lo hacen. Ni siquiera son capaces de cumplir con el mísero 0,7% del Producto Interno Bruto prometido como ayuda al desarrollo de los países pobres, aportación insuficiente, sin embargo, puesto que desde el lejanísimo1972 –año en que los gobiernos primermundistas adquirieron el compromiso de entregar el 0,7% de sus PIB- a esta parte, la brecha económica entre los países ricos y pobres ha ido en rápido aumento.

    “Los países desarrollados y sus sociedades de consumo, responsables en la actualidad de la destrucción acelerada y casi indetenible del medio ambiente, han sido los grandes beneficiados de la conquista y la colonización, de la esclavización, la explotación despiadada y el exterminio de cientos de millones de hijos de los pueblos que hoy constituyen el Tercer Mundo, del orden económico impuesto a la humanidad tras dos monstruosas y destructivas guerras por el reparto del mundo y sus mercados, de los privilegios concedidos a Estados Unidos y sus aliados en Bretton Woods, del FMI y las instituciones financieras internacionales creadas exclusivamente por ellos y para ellos.

    Los actuales pobladores primermundistas —los gobernantes y sus gobernados— deberían ser menos soberbios, más humildes y comedidos. No se vayan a pensar que el nivel de vida que hoy en día poseen en sus respectivos “edenes” se debe a que son más inteligentes que los habitantes de los países subdesarrollados. A estas alturas no es conveniente ni saludable confundir la inteligencia con la rapiña.
    https://insurgente.org/a-10-anos-del-terremoto-la-tragedia-de-haiti-y-del-tercer-mundo-mas-alla-de-los-fenomenos-naturales/

  3. No podemos seguir haciendo la avestruz y enterrar la cabeza en la arena para no ver lo que pasa y que sino hacemos nada con el planeta que se va a la porra seremos pronto nosotros los refugiados climáticos en busca de agua y una vida mejor

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