Cultura

David Remartínez: “En España nos creemos un imperio aunque comamos harina de almorta”

El periodista aragonés analiza la cocina española del último siglo en ‘La puta gastronomía’, un libro lleno de humor y erudición culinaria que arremete contra el postureo elitista y que arroja, además, un certero retrato sociológico del país.

Comentarios
  1. Dónde esté la comida de la huerta local, la comida natural y de cercanía que se quite la industrial.
    Además que es una de las mejores alternativas a las multinacionales del agronegocio, a los tratados internacionales de libre comercio, un ahorro en las emisiones del transporte de mercancías y una apuesta por beneficiarnos entre los pequeños trabajadores en lugar de beneficiar a los grandes.
    Yo he tomado leche de vaca criada en el prado y no tiene nada que ver con la que venden en los supermercados. Supongo que será por todos los controles, conservantes y otras puñetas que le ponen. Déjame lo natural para mí y tú quédate con lo artificial ya que te gusta tanto.
    Lo que hubiéremos dado la gente que llegamos a la ciudad por comer aquellos tomates que sabían a tomates, aquellas patatas, aquellos huevos de gallinas alimentadas con grano que comíamos en el pueblo….
    Que vivan esos cocineros que han vuelto al pueblo y a la cocina de proximidad.

  2. En España volvemos al francofascismo que nunca se fué y al nacionalcatolicismo. Ambos están recuperando los plenos poderes de antaño.
    Se dice que las iglesias cada vez tienen menos clíentes; pero se puede observar que actualmente tienen una gran influencia en los gobiernos. Por su parte los políticos de derechas; y también bastantes de «izquierdas», no se pierden acto religioso alguno, procesiones, honores y generosidad económica con la iglesia y todo ello en «representación y a cargo del pueblo». De un pueblo lelo.
    En lugar de separar poderes, parece como si los gobiernos estuvieran sometidos a ella.
    «La semana pasada asistimos, una vez más, a la expresión por parte de un alto representante de la Iglesia Católica, del argumento de “no abrir heridas”, esta vez usado para que se tenga en cuenta el delicado movimiento que hay que realizar para no ofender a “gran parte de la sociedad”de trasladar los restos de Franco.
    La Iglesia Católica ya está tardando en pedir perdón por ejercer un terrible control social en el mundo agrícola español de principios del siglo XX (es decir la mayoría de la sociedad) en perfecta armonía con los dueños de la tierra; perdón por los miles de asesinados con el informe negativo del cura del pueblo en su expediente; perdón por el alineamiento con el régimen asesino de Franco y la cobertura moral que le dieron con el palio y el “caudillo de España por la gracia de Dios “. Ya está tardando, demasiado, a hacer de ejercicio de pedir perdón a una sociedad que, analfabeta en su mayoría en ese momento histórico, se opuso, en ocasiones ciegamente y con métodos reprobables, a ese enemigo con sotana, fácilmente reconocible que ayudaba decisivamente, desde siglos atrás, a sus explotadores.
    Si la Iglesia es perdón y es comprensión, debe expresar ese “mea culpa” que España espera de quienes desde esa posición moral tan incierta, se arrogan, una vez más, el derecho a expresar si están o no las “heridas abiertas”…preguntenselo a los que aún las tienen.
    https://www.armharagon.com/cerrar-heridas/

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