Internacional

Las lecciones que debemos aprender de América Latina para construir memoria democrática

América Latina nos lleva décadas de adelanto en términos de estudios sobre la memoria y el impacto de sus dictaduras en el imaginario colectivo de sus sociedades. Recopilamos algunas de sus aproximaciones y propuestas más interesantes para aplicar al caso español.

Comentarios
  1. El pueblo, los Pueblos de América Latina, a mi entender, bien poca memoria tienen pues igual que España van dando bandazos en cuanto a la ideología que votan.
    Ayer eran de izquierdas y hoy casi todos los pueblos que la conforman tienen presidentes corruptos, millonarios, acérrimos defensores del capitalismo más salvaje.
    No hace muchos años que toda Argentina estaba de cacerolada contra el FMI que dejó a la nación en la ruina y ya vés otra vez FMI de la mano de Macri.
    Y mira Brasil y Chile, que par de impresentables han elegido…
    Y Lenin, el ecuatoriano, vaya nombre más inapropiado para un presidente que hace política de derechas.
    Colombia, Honduras, ect. ect., dictaduras neoliberales, asesinatos, consentidos por los gobiernos, de sindicalistas, periodistas, ecologistas, campesinos, indígenas, de todos quienes defienden sus derechos o denuncian las injusticias de los poderes económicos.
    Todo ello me hace pensar que si hay algo de justicia en el mundo, de derechos y de libertad
    seguramente se lo debemos a una minoría despierta e idealista que ha luchado para que así fuera.
    Carlos de Urabá: El pueblo andaluz ha demostrado un alto grado de incongruencia y de ignorancia política pues un día son capaces de votar por las opciones más progresistas y al otro por la ultraderecha más radical. Se acostaron con la camiseta del che Guevara y se levantaron con el yugo y las flechas falangistas. Este típico caso de esquizofrenia colectiva denota que no existe memoria histórica, ni conciencia social, pues arrastrados por la rabia y el odio han preferido abrazar los principios fundamentales del “movimiento nacional”.

  2. De una entrevista de la Voz del Sur a Angel Munárriz («Iglesia, S.A.»)
    –En España nunca ha prosperado aquella eterna cuestión de desvincular la Iglesia del Estado. En su obra habla de las desamortizaciones, de la II República…

    –El caso de la República para la Iglesia supone un desafío total, una amenaza existencial. Primero porque la Constitución republicana cuestiona de raíz los privilegios de la Iglesia en España y consagra el papel del Estado como primer educador de la sociedad, algo que aparta a la Iglesia de sus posiciones de poder más fundamentales. Esa circunstancia hace que se sume a la coalición de fuerzas e intereses que va minando y socavando la República hasta que se la terminan cargando. ¿Por qué no han funcionado nunca los intentos de convertir a España en un Estado totalmente emancipado del influjo eclesiástico? Porque la Iglesia tiene muy buena relación con los grandes poderes históricos.

  3. MAS CLARO, IMPOSIBLE… El artículo no tienen ni el menor desperdicio…
    » Las dictaduras no sobreviven sin un consenso social, por más que sean coercitivas y represivas»
    hay que pasar a diseccionarlas como aparatos del poder económico, social y político que tienen un proyecto de país, al que hay que entender en su globalidad para saber cómo salir de su herencia, bajo la que seguimos viviendo”.
    En el caso español, conocemos más sobre la ideología en la que se envolvieron los golpistas que sobre el proyecto económico de concentración de la riqueza y de despojo de los recursos comunes que les impulsó a levantarse contra el régimen democrático y les consolidó como parte de la clase dirigente que sigue poseyendo y dirigiendo gran parte de los recursos y riqueza de este país.
    El modelo de la Transición española se basó en el concepto de reconciliación, como si la Guerra Civil y la dictadura hubiesen sido un conflicto entre dos bandos, en lugar de entre quienes defendían la democracia y quienes la aplastaron –y les aplastaron– mediante una golpe de Estado, una guerra y una dictadura.

  4. Gracias por preocuparte del tema. Soy Argentina hace 29 años que vivo en España, y estuve 81/2 años presa en la última dictadura Argentina. Sin duda la Memoria Histórica es el capítulo pendiente de redescribir y q no pasa solo por los muertos en las cunetas, pasa poser conscientes del destrozo histórico que ha provocado 40 años de dictadura y una democracia que se constituye sobre la base de seguir tapando la memoria, hay mucho trabajo por hacer y faltan verdaderos militantes por la verdad y la justicia y no tener miedo a decir NI OLVIDO NI PERDON. Gracias

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