La rapera argentina Sara Hebe acaba de publicar Politicalpari, su último trabajo y el cuarto elepé de su carrera, repleto de rap contestatario, actitud punk y ritmos bailables a golpe de reggae, cumbia y electrónica. Hebe aterriza en Europa con una gira de presentación que ha comenzado en el festival ViñaRock y que la llevará por las principales ciudades españolas, además de salas y festivales en Francia, Portugal, Holanda y Suecia, entre otras. Este miércoles ha actuado en la sala Apolo de Barcelona con todas las localidades vendidas.
En Politicalpari, su nuevo trabajo, afianza la exitosa fórmula: fiesta y compromiso. ¿Ha hecho suyo el archiconocido lema “si no se puede bailar no es mi revolución”?
No me gusta esta frase, me parece un cliché. Lo que hacen estas frases o estos símbolos es banalizar los movimientos sociales. No me interesa este lema, no me identifico porque yo siempre he bailado. No es mi revolución si no puedo tener libertad de expresión.
En una entrevista reciente comentaba: “No me gusta solo el rap por el rap”, y en esta ocasión suma reggaeton, cumbia, punk… ¿Da igual el estilo musical si hay mensaje?
La fórmula de Politicalpari es política, fiesta y organización. Política es compromiso por hacerlo mejor aprendiendo que cada decisión que tomamos es política y pari (party) porque es una fiesta. El nombre es una ironía de cómo estamos del lado de la vereda del antiimperialismo pero a la vez nos invaden palabras en inglés, aunque latinizadas. Da igual el estilo, a mí lo que me importa es la música, más que el mensaje. Me importa la poesía, y creo que la poesía es el mensaje. Escribir nuestros propios textos es un acto de resistencia. Cuando escribimos estamos haciendo política.
Algunas letras del reggaeton son machistas pero también lo son las del rock, el pop o el flamenco. ¿Los estilos musicales tienen ideología?
¡No, los estilos no tienen ideología! En este disco hay cumbia, reggaeton… a nuestro estilo. Nuestra música es una ensalada y junto a Ramiro Jota, el productor, repetimos los ingredientes. Hay música con mensaje y no tiene por qué ser siempre un mensaje social. Lo importante es que escribamos nuestros propios textos porque si no no habría diversidad de ideas ni de pensamientos.
¿Por qué criticamos el machismo de estilos musicales que provienen de los márgenes? ¿Es una cuestión de clase y no de música?
La historia es machista, el paradigma está cambiando gracias a cientos de años de luchas heredadas de las mujeres y las trans. Gracias a esa lucha estamos ganando derechos. Las más jóvenes tienen mucha más información y están preparadas para comandar este nuevo paradigma y eso es esperanzador aunque a veces parezca que todo esta tan mal.
Se declara fan de la cumbia villera, otro estilo de las periferias, ¿por qué le gusta?
Me gusta el baile. A la cumbia villera la amo y no se puede explicar el porqué. Cuando te enamoras de algo o de alguien no se puede dar un motivo, ahí está la pasión.
¿Qué opina del debate sobre la apropiación cultural de la música europea o blanca de ritmos latinoamericanos o afrodescendientes?
Tengo más preguntas que certezas. Yo que soy latinoamericana pero soy blanca, no podría hacer nada de lo que hago.
Elvis se apropió del rock’n roll y no lo criticaron… ¿Hay un factor de género en la crítica apropiacionista?
Se nos acusa más a las mujeres, sí. ¿Quién le dice algo a C. Tangana o a Maluma? Los juicios y los retos siempre recaen en las mujeres. Dividiendo la derecha está triunfando.
Cuando está de gira se interesa por las luchas de cada territorio que visita. En España tenemos un problema de falta de libertad de expresión. De hecho, usted participó en el vídeo ‘Los Borbones son unos ladrones’ en defensa del rapero Valtonyc.
Hablo de temas con los que se puede identificar toda la gente que me oiga, sea de donde sea. La libertad de expresión y la lucha por los derechos humanos son temas que nos afectan a todos.
La Marea Verde Argentina está empezando a recorrer el mundo. ¿Cómo puede ser que en el año 2019 todavía se quiera judicializar sobre el derecho o no al aborto? En España coreamos “saquen sus rosarios de nuestros ovarios”. ¿El poder de la Iglesia católica sigue presente?
La lucha feminista en Argentina es fuerte y el aborto será ley más pronto que tarde. Las chicas jóvenes como Felia Fernández tienen mucho que decir y hay que escucharlas. La Iglesia todavía tiene mucho poder en todo el mundo. En Brasil, por ejemplo, el poder de la evangelista está creciendo y avanza por Argentina. Exigimos la separación de la Iglesia y el Estado, ¡ya!
Es usted de Trelew, una ciudad tristemente conocida por la masacre de presos políticos en el aeropuerto en 1972. Argentina es uno de los países donde la izquierda española busca ayuda para enjuiciar a dirigentes fascistas de la dictadura franquista. Sin embargo, la juventud argentina y española, en general, no parece muy interesada en la memoria histórica. ¿Es así? Muchos no saben que en el aeropuerto de Trelew hay un museo de la memoria, por ejemplo.
El ejercicio de la memoria histórica se está perdiendo. El capitalismo nos atrapa con el consumo para no pensar. El ejercicio de la memoria hay que hacerlo cada dia en cada fiesta. Ahora bien, creo que hay muchos jóvenes que sí lo hacen y los que no lo hacen es porque están viviendo su presente y luchando por superar sus dificultades del aquí y el ahora.
¿Es más fácil hacer “didáctica” de las injusticias desde la música? Pienso en su canción Nunca digas nunca o Asado de fa, que habla de desalojos.
La música es una expresión popular, una más. Desde el arte, la pintura, el periodismo… se puede exigir justicia. La gran Ana Tijoux dice que la música es la banda sonora de la lucha y los movimientos sociales.
Su disco de 2015, Colectivo Vacío, era un disco punk muy pesimista. Trump, Bolsonaro, Macron… ¿Se han cumplido algunas profecías?
Sí, creo que soy una bruja y que el disco fue premonitorio
En su primer tema, Tuve que quemar, propone que arda en llamas su cama pero también el Congreso de la Nación. ¿Lo personal es político?
Y lo político es personal. Hoy haría algo más inteligente que quemar, intentaría pensar alguna estrategia que no sea quemar sino algo digital que surta más efecto. Pero si hay una barricada y se queman neumáticos, allí estaré, cantando y acompañando a las luchas.
En una entrevista, un periodista le preguntó qué por qué era tan sexy… Esto jamás se lo preguntarían a un hombre…
Le dije que le escupiría en la cara, pero le podría haber dicho que sí, que yo era muy sexy y él un idiota.