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Nicaragua y el eterno dilema de la izquierda

"Asistimos a la amenaza de que todo aquello que tuvo de honorable y justa la revolución sandinista se diluya definitivamente con la represión que está llevando a cabo Ortega", escribe Emilio Polo.

Comentarios
  1. Lo mejor del articulo, los comentarios.<suscribo totalmente el dePedro T. Recuerdo cuando el asesinato de Gadafi, lo que era Libia ( el pais con mas renta per capita del mundo) y lo que es despues de la ¨REVOLUCION´ !!Que pregunten a Italianos y frenceses!!

  2. NADA QUEDA DEL PASADO REVOLUCIONARIO DE ORTEGA. (Rubén Fernández, Izquierda Revolucionaria).
    El régimen corrupto de Daniel Ortega, un régimen que aplica fielmente las políticas capitalistas marcadas por el FMI y que ya hace tiempo abandonó cualquier vínculo con la revolución de 1979.
    El pasado revolucionario del sandinismo hace mucho que quedó atrás. Ortega ha degenerado completamente. Es un millonario renegado que ha desarrollado una política de colaboración de clases y que ha beneficiado a la burguesía nacional y a la jerarquía católica enriqueciendo extraordinariamente a sus aliados políticos y a su familia.
    Por su parte sectores empresariales intentan rentabilizar la situación sumándose a las protestas para arrancar concesiones e intentar dirigir la movilización bajo la tutela de la derecha reaccionaria y abiertamente proimperialista.
    Los empresarios buscan controlar el proceso, descarrilarlo y poder volver a la «normalidad». Quieren seguir haciendo sus negocios, enriqueciéndose a costa de la miseria generalizada, garantizando una posición de fuerza y mayor control del gobierno o incluso sustituirlo por otro de la derecha conservadora que siga aplicando los recortes y ataques a las masas, cómo Macri o Temer. Es decir, una «salida ordenada» de Ortega del poder para evitar su caída, fruto de un movimiento revolucionario de masas.
    Una de las bazas de la burguesía nicaragüense y el imperialismo sigue siendo intentar cooptar a un sector del movimiento para desactivar la movilización.
    El gobierno procapitalista de Ortega puede caer pero para ello es necesario rechazar la negociación-farsa Mesa de Diálogo Nacional (propuesta por Ortega y conducida por la Conferencia Episcopal) y mantener una posición de independencia de clase: ninguna alianza con la derecha, el empresariado, el imperialismo y la iglesia.
    Los campesinos, la juventud, las mujeres y los trabajadores nicaragüenses sólo pueden confiar en sus propias fuerzas y crear y extender comités de lucha, mantener la movilización, impulsar la convocatoria de una huelga general…

  3. ¿Que dices que «estas masacres se llevan a cabo bajo el relato (de que) es necesario traer la paz de nuevo a las calles haciendo un ejercicio exhaustivo de limpieza social a través de escuadrones paramilitares que actúan encapuchados, esto es, los verdaderos patriotas»? ¿De verdad? ¿Ese relato existe? ¿Dónde podemos encontrarlo? Yo el relato que veo a diario en la prensa – y que resulta notoriamente ausente de tu análisis – es que unas personas que se pertrechan de armas caseras son pacíficos manifestantes levantados en contra de una dictadura, y que todas las personas asesinadas lo han sido por esos paramilitares de los que hablas. Es el relato que tu omisión reproduce. Y no: no es verdad que la izquierda tenga la «obligación» de denunciar toda violación de derechos humanos en la misma escala. Es equivalente a afirmar que si un millonario y un pobre de pedir roban un donuts en una cafetería, debemos denunciar a ambos bajo el mismo rasero. Ese no es el relato de la izquierda. Es el relato del «Estado de derecho» – la farsa de igualdad bajo la que se esconde la brutal agresión estructural del capitalismo realmente existente – aquél contra el que se levanta la izquierda. PD Para evitar equívocos, coincido contigo, al menos desde que lo enuncias, que Ortega hace más de una década que de izquierda no tiene ni el aroma. El maquillaje simbólico electoral que compaginó con su acuerdo con la más rancia derecha para llegar al poder ya apuntaba las maneras: el rojo desapareció de la campaña y lo sustituyó por rosa, escondiendo de esa manera la brutal agresión que ya había acordado contra la autodeterminación de las mujeres nicaragüenses. En sintonía total con la derecha más rancia. O sea, derecha. Se entiende mejor así.

  4. ¿Los países del capitalismo avanzado?, ¿dónde está lo avanzado del capitalismo?
    El autor se debe referir a los países capitalistas más cínicos y refinados.
    Los principales instigadores de las guerras, expolios, exilios, migrantes que están asolando al mundo.
    Los mayores responsables del cambio climático.
    SOCIALISMO O BARBARIE;
    lo más triste es que el ser humano, con nuestros egos, ambiciones e ignorancia, acabamos malogrando los más hermosos ideales.

  5. Pues verá usted, resulta que en Nicaragua que habián conseguido un crecimiebnto económico estable y creciente, un relativo bienestar social (el mayor de Centroamérica), un pais sin maras con un nivel de delicuencia pequeño, en el que se respiraba tranquilidad ciudadana, de pronto se monta un lio tremendo, se incendian más de 30 alcaldias, aparecen por todos lados gente armada hasta los dientes, disparando a rtroche y moche, y uno que es un ingénuo se pregunta ¿de donde sale toda esta gente, quien les da las armas, estarán pagados, ….? y uno que ya es viejo se acuerda de otras movidas como esta (ahora las llaman revoluciones de colores) y cuando termina toda la movida o está a punto de hacerlo asoma su patita el lobo feroz (el imperio y adláteres) y algunos se quedan sorprendidos, pero otros que sabemos quien controla los medios de comunicación no nos creemos las mentiras del sistema. Gracias.

  6. Yo también, quiero saber quien está detrás en esta revolución de colores, cuántos muertos y quién los pone. Es curioso que medios que aparentemente son de izquierdas, la marea, el salto, público, el diario.es, … se posicionen como los grandes medios de la derecha como El País, La Vanguardia, … Por lo menos, en Rebelión nos han dado diferentes versiones de este asunto.

  7. Emilio… El verdadero dilema para quien habla desde España sobre Nicaragua es cómo hacer para informarme y conocer mejor lo que pasa en Nicaragua (viajar, leer, escuchar…). El verdadero dilema implica darse cuenta de que ser de izquierdas no puede justificar el doble rasero (uno diferente para los países o partidos donde supuestamente se luchó por valores de izquierda). Ser de izquierdas implica denunciar «siempre» las violaciones graves de derechos humanos, como las que se han dado en los últimos 11 años. Y no digamos las recientes (muertes, heridos, detenciones arbitrarias y secuestros, terror desde el Estado…)

  8. Emilio, gracias por el artículo. Echó en falta, sin embargo, que se refiera usted a los manifestantes. Quiénes son, qué métodos utilizan, quién está detrás y qué opina usted al respecto.
    Un saludo

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