Opinión

El mendrugo y la covacha, una historia de lo asalariado

"La democracia no es solo votar, es procurar equilibrar desigualdades, repartir la riqueza que generamos entre todos y, en último término, los medios para producirla".

Comentarios
  1. Cierto Daniel, viento y luna llena suelen coincidir y menos mal.
    El viento lo barre todo y las lunas llenas, según lxs entendidxs, potencian las energías y cómo actualmente no son muy buenas ni las energías humanas ni las atmosféricas, demos gracias al viento que las arrastra lejos.
    Te diste cuenta de que NO ERAS TU.
    Dichoso el que se da cuenta y lo puede remediar; ¡cuantxs no se dan cuenta y cuantxs de lxs que se dan cuenta ya no lo pueden remediar.

  2. Buenas,

    Aun estando de acuerdo con gran parte del artículo, no sé si la solución pasa por acusar a los asalariados de llevar una vida “impropia” en nombre de algún otro tipo de vida más “auténtica” o “esencial”. Tampoco creo que apoyar esta conclusión en el relato de esa vida que se hace en el artículo lleve muy lejos, primero, porque son cuatro trazos superficiales y poco inspirados, pero además y más importante, porque está por ver que la vida de cualquiera, también la de un oficinista, quepa en un relato, ya que cualquier historia, en cuanto que instancia que pronuncia que aquello fue, es decir, que está muerto, juzga que lo que murió merecía morir.

    Un saludo

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