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18 organizaciones denuncian las pésimas condiciones de los solicitantes de asilo en Grecia

Una carta abierta de Oxfam, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y otras 15 organizaciones piden dignidad y responsabilidad a las autoridades para los refugiados en Grecia antes de que llegue el invierno.

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  1. ARGELES SUR MER, CUANDO FUIMOS REFUGIADOS.
    «HOMME LIBRE: SOUVIENS TOI».
    A finales de enero de 1939, la caída de Barcelona en manos franquistas, detona la mayor diáspora que se ha vivido en toda la historia en la Península Ibérica. El gobierno francés en manos del centroderechista Albert Lebrun trató de negociar con los militares sublevados la creación de un espacio neutral en territorio catalán, donde pudieran establecerse campos de refugiados, algo que fue denegado por Francisco Franco.
    Finalmente, el 28 de enero pasaban a Francia los primeros 15.000 refugiados. Para el 3 de febrero la cifra ya superaba los 200.000. A mediados de este mes, oficialmente habían ingresado en el departamento de los Pirineos Orientales, que en aquel año contaba con 240.000 habitantes, más de 355.000 refugiados.
    Por el campo de Argelés (Un “campo de concentración” –en palabras de sus estudiosos- que cercaba con tres vallas a las miles de personas internas, mientras el Mar Mediterráneo ejercía de cuarta pared para su confinamiento) pasaron más de cien mil refugiados republicanos de la Guerra Civil. Entre las decenas de miles de civiles, un grueso número de militares que habían combatido en el Frente del Ebro y brigadistas internacionales que no tenían posibilidad de regresar a sus países de origen.
    El recuerdo de «La Retirada» en el Rosellón continúa vivo gracias al trabajo de asociaciones francesas que continúan homenajeando a aquellos que debieron huir del franquismo en 1939, una labor que contrasta con la tímida aplicación de la Ley de Memoria Histórica en el Estado español.
    Si hay algo extraño en el Estado español es su capacidad de desmemoria. Los casi 40 años de dictadura pasaron la factura del miedo y el silencio, dejando tras de sí miles de historias olvidadas, que con mucho esfuerzo tratan de sacar a la luz historiadores, arqueólogos y asociaciones.

    Los siguientes 40 años de Transición no han fueron mucho mejores. La tímida Ley de Memoria Histórica, apenas aplicada, contrasta con la postura del actual gobierno del Partido Popular, que hace apenas unos días se despachaba con un “los crímenes del franquismo no interesan a nadie”.

    En ese sentido sorprende que el recuerdo de los exiliados republicanos esté presente en las calles y en el recuerdo de muchos ciudadanos franceses, mientras las exhumaciones de represaliados en el Estado español deban costearse por asociaciones sin ánimo de lucro y familiares.

    Pero qué podemos pedir a esos políticos españoles que hoy en día comparten manifestaciones con la ultraderecha por la “unidad de España”, se fotografían con banderas franquistas o defienden el mantenimiento de un callejero y unos símbolos fascistas.

    Probablemente solo les podamos pedir que no nos obliguen a huir como hicieron sus abuelos.
    http://arainfo.org/argeles-sur-mer-cuando-fuimos-refugiados/

  2. Nadie es dueño de nadie. Gracias alas personas que.luchan por la vida de estas personas llamadas ahora refugiados

  3. Ríos y ríos de refugiados; refugiados climáticos que no tienen dónde buscar auxilio ya que la legislación internacional no ampara a quien huye por razones medioambientales (según ACNUR en los próximos 50 años entre 250 y mil millones de personas se verán obligadas a abandonar su país si el ser humano no frena el cambio climático).
    La de los rohingya es ya la crisis de refugiados que más rápido avanza en el mundo. Más de medio millón han cruzado a Bangladesh en solo un mes y más de 15.000 rohingyas están atrapados en una estrecha franja de tierra en la frontera entre Myanmar y Bangladesh;
    pero lo que más deprime y mata toda esperanza de cambio a un mundo mejor es oir decir a la gente, tal cómo decían Thatcher y Reagan, los mayordomos mayores de la genocida dictadura capitalista, que no hay alternativa al capital.
    Debemos romper con el capital, con la Europa capitalista y con la España capitalista y además antidemocrática.
    Despertar, Empezar a actuar y Persistir.
    El miedo nos paraliza. Mucho que aprender del pueblo catalán. (Diréis que está manejado por las élites. Yo diría que al revés, que es el pueblo el que va delante).

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