El calvario del coño insumiso

Rocío Ballesta y Antonia Ávalos fueron acusadas por la Asociación Española de Abogados Cristianos de un delito contra las creencias religiosas y otro de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia por los mismos motivos. Una jueza archivó el caso y ahora la Audiencia de Sevilla lo vuelve a abrir.