La herencia de Alfonso de Borbón que la tía del rey no recordó ante el juez: 22,3 millones de pesetas en el año 1964

-¿A cuánto ascendió la herencia?- inquirió el juez a la interrogada acerca del legado de su padre.

– Ni idea. Es que antes nos enseñaban a no interesarnos por el dinero ni preguntar.

Una respuesta desmemoriada para una imputada ilustre. Así contestó Inés de Borbón-Dos Sicilias, prima del rey Juan Carlos y tía de Felipe VI, en su declaración del pasado 3 de febrero ante el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco. El magistrado le imputa un delito de cooperación al blanqueo en la trama Púnica. Según Inés de Borbón-Dos Sicilias, era su asesor del banco suizo Lombard Odier, Javier Martín, el que controlaba todo su patrimonio en ese país. Del blanqueo, “ni torta idea”.

Gracias al buzón filtrala.org, es posible refrescarle la memoria a la aristócrata. La Marea publica en exclusiva junto a Diagonal y eldiario.es el cuaderno particional de Alfonso de Borbón-Dos Sicilias, que legó a sus tres hijos (Inés, Teresa y Carlos) y a su mujer (Alicia de Borbón-Parma) un total de 90,5 millones de pesetas en 1964.

La princesa Inés, según consta en el documento, recibió 22,3 millones de pesetas. Sus hermanos, Carlos y Teresa de Borbón-Dos Sicilias, 26,6 millones respectivamente. Su madre, Alicia, 11,5 millones, reservando 3,4 para el pago de deudas de la familia.

Lo que sí admitió la aristócrata es que, al igual que su madre Alicia, su hermano Carlos y sus sobrinos Cristina y Pedro, se acogió a la amnistía fiscal del aún ministro de Hacienda en funciones Cristóbal Montoro con un dinero que tenía en una cuenta de Suiza.

Minucioso reparto

En su testamento, Alfonso de Borbón-Dos Sicilias se empeñó en hacer un reparto minucioso de sus propiedades entre su viuda y sus tres hijos. Así se dividieron las fincas en La Mancha, con sus cabezas de ganado, tractores y demás maquinaria, y se atribuyeron las escopetas, pistolas y resto de armas (los trofeos de caza se las donó al Museo Natural de Madrid). En el documento también se especifica qué hacer con muebles y cuadros, entre otros muchos objetos, desde pitilleras hasta alfileres de corbata.

El testamento especifica que la misma fórmula de reparto del “metálico y valores que pudiesen existir en España” se aplicaría a los “bienes situados en el extranjero”. En concreto se refiere al dinero depositado en “La Union de Banque Suisse, de Lausanne”. La mitad de esta fortuna se repartió por partes iguales a los tres hijos. El otro 50% también se lo quedaron ellos, pero se estableció un derecho de usufructo vitalicio para la madre de modo que pudiera disponer de estos fondos.

Esta fórmula de reparto de bienes se aplicaría también “respecto a los valores que pudieran existir depositados en otros Bancos no radicantes en España ni en La Union de Banque Suisse, de Lausanne. Y subsistente asimismo respecto al resto de los bienes que pudiera haber no enumerados en las disposiciones testamentarias que anteceden”.

Cuaderno Particional Herencia