Cinco medidas para estimular el uso de la bicicleta en España

Esta información forma parte del artículo «La revolución de los pedales«, publicado en el número de abril de La Marea, disponible en quioscos y en nuestra tienda virtual

1. Francia: Pagar por pedalear

En virtud de la Ley de Transición Energética, Francia puso en marcha un experimento que ha durado cinco meses: pagar 25 céntimos por kilómetro a los trabajadores que se desplazasen en bicicleta a su puesto de trabajo. Al plan se adhirieron voluntariamente 18 empresas con 18.000 trabajadores. La medida ha sido un éxito: el número de ciclistas ha aumentado un 53%.

2. Edimburgo (Escocia): Al cole en bici

Las inmediaciones de 11 colegios de Edimburgo se cierran al tráfico en las horas de entrada y salida de los niños para facilitar que éstos vayan a clase caminando o en bicicleta con total seguridad. La iniciativa, que arrancó al principio del presente curso, gustó tanto entre la comunidad educativa que muchos otros colegios de la ciudad han pedido sumarse a ella a partir del año que viene.

3. Hamburgo (Alemania): Expulsar a los coches del centro

Ciudades como Hamburgo se han marcado el ambicioso objetivo de eliminar la práctica totalidad de los coches del centro de la ciudad para 2034. El proyecto Green Network quiere conseguirlo potenciando al máximo el transporte público, peatonalizando calles, creando nuevas zonas verdes y, por supuesto, invitando a sus ciudadanos a moverse en bicicleta.

4. Fomentar el cicloturismo

La red Eurovelo, creada por la influyente Federación Europea de Ciclistas, trabaja para conectar todo el viejo continente a través de rutas ciclistas cómodas y seguras. De los 66.000 kilómetros proyectados, 20.000 están ya en funcionamiento. Una manera única de viajar que cada vez cuenta con más adeptos: de hecho, el sector mueve 44.000 millones de euros anuales en Europa, de los que sólo 1.600 van a parar a España.

5. La intermodalidad, clave

Combinar la bicicleta con otros medios de transporte, lo que se conoce como intermodalidad, es fundamental para garantizar la correcta implantación de la bicicleta en las grandes ciudades. Los países en los que más y mejor se pedalea hacen especial hincapié en facilitar la entrada de las bicicletas al metro, el tren y los autobuses, muchos de los cuales ya van equipados con portabicis.