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El corta y pega de la tesis doctoral del embajador Federico Trillo

Federico Trillo copió párrafos de otros autores en su obra 'El poder político en los dramas de Shakespeare', que le valió el título de Doctor en Derecho por la Universidad Complutense

Comentarios
  1. Esperamos con ansia otro análisis sesudo similar de la tesis doctoral de Pedro Sánchez. Me imagino que por limitación de espacio, requerirá varias entradas de blog.

  2. ¿Y nada que decir de la tesis de Pedro Sánchez? Porque éste no copió unos párrafos, sino montones de ellos.
    Porque, si Trillo siendo embajador merececía un artículo; Pedro, siendo presidente, es merecedor de al menos dos.

  3. CUANDO ANDUVO POR CACERES,( SU PADRE FUE GOBERNADOR ) ERA CONOCIDO COMO » EL GRAN CEPORRO «. SIN DUDA TENIAMOS RAZON.

  4. Ademas quien le ha escrito la tesis, que no ha sido él, es el director de informativos de Radio Nacional de España, colocado alli por el exministro y ahora embajador para desgracia de la cadena

  5. Perdón: le di a «enviar el comentario» sin querer, antes de acabarlo.

    Decía que la segunda posibilidad, más grave, sería que algún miembro del tribunal hubiera hecho de «negro» o ayudado a proporcionarlo. Lo que podría haber hecho uno cualquiera de los miembros del tribunal o el propio director de tesis que, en principio los habría invitado. Éste sería un fraude mucho peor que simplemente «regalar» la tesis juntando un tribunal incompetente deliberadamente.

    El caso es que no solo sale de la historia el doctorando como impostor y plagiarista, sino que salen todos los miembros del tribunal como incompetentes y deshonestos en el mejor de los casos (de que ninguno sea cómplice del plagio), puesto que ni es de recibo invitar como miembros del tribunal a gente no especialista en el tema, ni es de recibo a aceptar en tal caso la invitación.

  6. Esto parece demostrar mucho más que un cortar y pegar de Trillo. Cuesta creer que alguien con tanto conocimiento o acceso a fuentes bibliográficas sobre el tema, en lugar de desarrollar su propia tesis se dedique a plagiar sus fuentes.

    Un académico nunca haría eso y menos tan extensivamente porque lo normal sería que lo pillaran, destruyendo al instante su carrera académica. Ningún académico normal lo haría en su propia tesis, pero a algún académico de pacotilla o doctor en paro le importaría mucho menos hacerlo trabajando como «negro» de alguien, cobrando unos dineros a cambio de permanecer anónimo y ceder los laureles al mandante. Puede incluso que no solo le apeteciera ahorrarse trabajo, sino que, humillado y resentido como académico frustrado, el cuerpo le pidiera sembrar de minas la «obra» de un político más que aspira, como el difunto presidente de Corea del Norte, a pasar a la posteridad como un sabio o incluso genio.

    Sin embargo, la cosa todavía podría ser peor, pues en un tribunal de doctorado se supone que participan, invitados por el director de tesis o el propio doctorante, especialistas en el tema, de cuanto mayor prestigio mejor. Es inverosímil que entre 5 especialistas, director de tesis incluído, no hubiera ninguno capaz de detectar un solo plagio. No solo es inverosímil sino que arriesgarse a ello con plagios a lo largo de 30 páginas sería sencillamente suicida en un doctorante, y todavía más en un político en el auge de su carrera política.

    Esto hace pensar en dos posibilidades que son de hecho compatibles. La primera es que los miembros del tribunal no fueran especialistas en el tema de la tesis, es decir que hubieran invitado de propósito a gente incompetente en la materia para asegurarse que el candidato, inmerecedor del diploma, se lo llevara a pesar de todo sin pasar por ningún aprieto.

    La segunda posibilidad, más grave, sería que a la incompeyencia

  7. Heroe de la batalla del Espanto reconquistando con submarinos, helicópteros y un portaviones, la isla de Perejil a los cuatro moros que la habían invadido; porque cinco no caben en esa roca.
    Las dos cabras y la mora descendiente de la diosa Calipso, le agradecieron la liberación y pidieron al Rey Juan Carlos I que lo nombrara Marqués de Perejil.
    También es recordado por la carnicería del Yakolev 42 y por la exclamación ¡Viva Honduras!
    Como su jefe Rajoy, el que agradeció en Perú al gobierno cubano la acogida que le dispensó el gobierno peruano, este tampoco entiende su propia letra y confundiría el chapapote con un maná de regaliz para todos.
    Hay mas inteligencia en Marte que en Génova 13. (fin de la cita)

  8. Al final, y al principio, los políticos del régimen tienen un nivel, una formación, … y una titulación, que te caes de espaldas. Cuando les seleccionaron debieron poner en la secreta convocatoria: «Titulación no importa, se requiere obediencia absoluta al mando.

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