MADRID// “No nos han dejado ni llegar a la recepción, lo que demuestra que el ministro es un cobarde”, denunciaba esta mañana la portavoz del Sindicato de Estudiantes, Ana García, a las puertas del Ministerio de Educación, después de intentar que José Ignacio Wert la recibiera para discutir sobre la “situación insostenible” por la que están atravesando los estudiantes. Acompañada por la portavoz de los Afectados por las Becas, Almudena Abéjar, y de algunos compañeros más, durante la rueda de prensa ofrecida antes de tratar de acceder al edificio advertía de que “si la respuesta del ministro vuelve a ser un desprecio del movimiento estudiantil, tenemos un mensaje que lanzarle a él y al Partido Popular, y es que el curso que comienza el próximo mes de octubre va a ser una pesadilla para el gobierno del PP, porque no vamos a permitir que se acabe con la Educación Pública”.
Abéjar lamentaba que, además de tener que ver cómo desde el Ministerio se niegan a recibirla tanto a ella como a la portavoz del Sindicato de Estudiantes a pesar de los tres intentos realizados para sentarse a dialogar, “tenemos que aguantar la campaña de mentiras que se está llevando a cabo por parte de los representantes del Ministerio”. Según la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Beca, “la primera gran mentira del ministro, durante su comparecencia de la semana pasada, fue afirmar que este año había el mayor presupuesto de becas de la historia, que es completamente falso. A esto hay que añadirle que el presupuesto real, el que recibimos directamente los estudiantes, tampoco ha aumentado ese 20% del que hablaba, sino un 4% aproximadamente».
Almudena Abéjar también ha querido desmontar el argumento de José Ignacio Wert mediante el que aseveraba que gracias a su política de becas los estudiantes han mostrado un mejor rendimiento académico, dado que la nota media de los becados ha pasado de un 6,8 a un 7,4. “Es un dato manipulado –denunciaba-. Este aumento de la nota media es lógico, si tenemos en cuenta que ahora para acceder a una beca hay que tener un 6,5 de media mientras que el año pasado bastaba con un 5. Claro que ha aumentado, pero no porque los estudiantes nos hayamos esforzado más, sino porque se ha expulsado del sistema a todos aquellos cuyo rango de notas se mueve entre el 5 y el 6,5”.
La situación que ambas portavoces pretendían exponerle al ministro de Educación es la misma que han estado denunciando durante todo el curso: que los pagos correspondientes a la parte variable de las becas aún no han llegado, que, en muchos casos, aún se desconoce cuál será el importe que recibirán y que los que sí saben cuál es la cuantía exacta de su dotación están recibiendo entre un 20% y un 25% menos. Dado que no han obtenido respuestas por parte de los responsables del ministerio, Abéjar a asegurado que “sólo nos queda seguir esperando y seguir luchando. Primero, para que se termine el maldito proceso de becas de este año, pero también para que este sistema no se vuelva a aplicar en cursos posteriores porque ya se ha demostrado que ni funciona, ni tiene ningún sentido continuar por esta senda de exclusión”.
Ni el PP ni el PSOE
Según Ana García, la intención del Partido Popular es clara: dinamitar la educación pública. “El Partido Popular y la derecha de este país quieren crear una sociedad de ricos por un lado y pobres por otro, y que lo que hasta ahora se conocían como derechos desaparezcan, que es algo que no vamos a permitir. Por eso hoy venimos a exigirle al ministro explicaciones y un cambio en esta política de becas orientada a expulsar de la universidad y del sistema educativo a cientos de miles de jóvenes de familias humildes, que somos la inmensa mayoría”. Según la portavoz del Sindicato de Estudiantes, aunque digan que no hay recursos suficientes, “hay dinero de sobra para salvar autopistas, para amnistías fiscales o para reformas que sólo benefician a los ricos. Pero ese dinero –ha proseguido- es nuestro, de nuestros padres, de nuestros hermanos, y tienen que invertirlo en cubrir las necesidades sociales como Educación, Sanidad o ayudas a la dependencia, que es justo lo que ataca el PP, porque entiende que hay negocios muy rentables que ni tienen que ser públicos”.
Respecto a la huelga convocada para mañana jueves, ambas portavoces se han mostrado muy contundentes y han declarado que, ahora que está finalizando el curso y que comienza el período de exámenes, la prioridad absoluta es finalizarlo de la manera más exitosa posible. Sin embargo, Ana García ha ido más allá. Tras recordar que el movimiento estudiantil ha convocado 14 huelgas generales desde que Wert es ministro de Educación, ha recalcado que, dado que la lucha en defensa de la Educación Pública tiene que ser contundente, hace meses que están insistiendo en que la próxima debería de reunir a toda la comunidad educativa. “Ahora somos los afectados los estudiantes porque no están dejando sin becas, pero mañana serán los profesores despedidos y el cierre de centros, como ya ha empezado a ocurrir en la Comunidad de Madrid”, ha señalado.
Además, García ha querido recordar que “la huelga de mañana la convocan, entre otras, organizaciones vinculadas al aparato del PSOE y responde a un intento de este partido de instrumentalizar y utilizar al movimiento estudiantil. La dirección del PSOE ha sido la que ha estado luchando como nunca para evitar esa huelga conjunta que hemos pedido en innumerables ocasiones. Y ahora no vamos a entrar en su juego”. Según la portavoz del Sindicato de Estudiantes, la huelga de mañana solamente va a servir para “mostrar una debilidad que no es real, porque hay una enorme fortaleza dentro del movimiento, y que no aporta nada a la lucha de la marea verde; todo lo contrario”.
García ha insistido en que los estudiantes creen en que finalmente conseguirán sus objetivos, que son garantizar el acceso de todos los ciudadanos a una educación pública y de calidad. Pero para ello, considera necesario que, el próximo mes de octubre, se convoque una huelga general “pero en esta ocasión de 72 horas, que creemos que es la herramienta de todo el movimiento estudiantil y donde los padres, los profesores y el conjunto de la clase obrera podemos jugar un papel determinante para pararle los pies en seco a este Gobierno’.
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