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Los medios del poder

"Manipularon la realidad y los manifestantes pasaron de ser víctimas a agresores, en una actitud muy propia de los medios y que cuenta con antiquísimos antecedentes", sostiene el autor

Comentarios
  1. Como siempre un placer leer a Don Angel Cappa.
    Como dice Rojo Cancionero a esos tertulianos, columnistas que ladran según lo dicho por su amo, se les llama «juntaletras».

  2. Me cuesta mucho acabar de leer alguno de los artículos que comento, de hecho muchos no puedo acabarlos. Tampoco es necesario, he leído tantos que el hecho de que se escriban más no aportan nada nuevo y, lo peor de todo, no corrigen los errores.
    Lo primero, los medios han destacado, casi en su totalidad, que la manifestación del 22M ha sido mayoritariamente pacífica. Todos han destacado que los violentos eran unos pocos en relación al número total de manifestantes. Pero por algún motivo los medios «alternativos» callan esta verdad para cambiarla por su versión. Esto es propio de las actitudes victimistas, muy a vuestro pesar, es mentira.
    Qué una pelota de goma puede causar lesiones es algo obvio. Por eso una pelota de goma sólo se puede usar en determinados casos, uno de ellos es cuando la policía es atacada con piedras. Lo de los insultos para contener a gente violenta era un chiste de Gila. Pero un pelota es redonda y es de goma precisamente para minimizar los posibles daño. Algo que, evidentemente, no pasa con un adoquín.
    También es algo que se escapa a los redactores de este tipo de artículos la diferencia entre la reactividad (de la policía frente a los violentos) y la proactividad (de los violentos que acuden a las manifestaciones con la intención de liarla).
    Ya para acabar, no tendría sentido «justificar» la violencia de los necios si no existiese un motivo para ello. Por ello se habla de la defensa del «pueblo». Para ello, como no, tienen que obviar que el partido más votado por el pueblo es precisamente el que adopta las medidas que algunos, no «el pueblo», deploran.

    • Si claro, empezar con una frase diciendo que ha sido pacifica. Para acto seguido hechar horas de información repetida una y otra vez sobre la violencia de unos pocos. Lo que impide informar sobre la mayoría no violenta de manifestantes, informar sobre sus ideas, asociaciones, etc.
      Ahora resulta que exponer eso es ser victimista… no señor, eso es exponer la censura buenrollista de algunos medios.
      Por no hablar de otros que ya directamente pasan olimpicamente y declaran a todo el mundo ETA.

      • Hay más de 25.000 manifestaciones cada año. Con violencia menos de 30. Decir, por lo tanto, que se reprimen las manifestaciones es falso. Se puede decir muchas veces y segurá siendo falso.
        Sobre las ideas se informa, se han visto las fotos y, además, existen numerosos medios como este y blogs.
        Lo que pasa es que no se quiere denunciar la violencia de los descerebrados y para ello se dan vueltas y más vueltas. Pero entre tanta vuelta y tanta demagogia se pierde la credibilidad (y las piedras también ayudan). Y así estamos. Con pérdida de derechos, más desigualdades y el partido que adopta las medidas que lo causan continúa siendo el que tiene mejores expectativas de voto.

        • Supongo que para decir que la gente va a liarla a las manifestaciones es mejor estar allí al lado y presenciar cómo empiezan estos actos violentos y no hablar desde fuera. Además, se puede hablar mejor si conoces a los detenidos porque tu testimonio será de primera mano. No van a liar nada. La policía desaloja antes del fin de la manifestación porque un tipo tira un petardo del que salen fuegos artificiales, le acompaña un grupo que curiosamente atraviesa sin problemas un cordón policial (que nadie más puede atravesar), que no estaba en la mani y que al parecer lleva pulseras de España.. Después se procede a detener a los que no han hecho nada. También es probable que se provoque a gente que puede que no fuese a liarla pero que se enfada cuando los intentan desalojar de la calle de un acto legal antes de tiempo, y los que los echan son las mismas personas que los han golepado repetidamente en anteriores actos.

          El tono es el de alquien que no justifica la violencia, pero que también está cansada de que se hable sin presenciar los hechos.

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