Equo afronta la recta final hacia la elección de su candidato a las elecciones europeas

MADRID// “Ya sé que estáis de acuerdo en lo que se debe hacer, pero vamos a intentar hacer un poco más de hincapié en las diferencias”, decía el periodista Juan Ramón Lucas, encargado de moderar el debate de los cuatro candidatos finalistas a las primarias de Equo que tuvo lugar este viernes. Un debate que fue más un mitin a cuatro voces que una oportunidad para dar argumentos a los votantes para decidir quién encabezará la lista del partido en las próximas elecciones europeas del 25 de mayo.

Durante dos horas y media, Guillermo Rodríguez, Inés López-Doriga, Reyes Montiel y Florent Marcellesi, los más votados de la primera fase que culminó el viernes con este acto, ofrecieron la postura del partido respecto a tres grandes bloques: Democracia y participación ciudadana, creación de empleo y cambio de modelo económico y derechos e igualdad. Ahora se abre la segunda ronda de votaciones, que durará hasta el próximo 10 de marzo, para elegir a la persona que concurrirá a las europeas en representación de Equo.

Respecto al primer bloque sobre el que se debatió, Democracia y participación ciudadana, fueron tres los puntos comunes en torno a los que giraron propuestas de intenciones de los ponentes: que estamos en la Europa de los lobbys, en plena crisis de legitimidad y que es necesario un proceso constituyente para que la ciudadanía participe en la toma de decisiones de las medidas que afectan a todos. “Las propuestas que vamos a hacer van a ser las mismas porque todos estamos trabajando juntos para elaborar el programa electoral”, decía Reyes Montiel.

Guillermo Rodríguez advirtió que tras las elecciones, “Merkel y compañía van a modificar los tratados europeos, por lo que es el momento de empoderar y formar a la ciudadanía para incluir a la sociedad civil y que estos cambios se hagan contando también con ella”. Por su parte, Inés López-Doriga aseveró que la mejor forma para impulsar la democratización es demostrar que funciona, mientras que Marcellesi insistía en la necesidad de cambiar Europa desde dentro para hacerla más justa, más sostenible y más democrática.

Europa como garante de derechos

La propuesta elaborada desde el Partido Verde Europeo, el Green New Deal, fue el tema central del segundo bloque: creación de empleo y cambio de modelo económico. Y, de nuevo, los cuatro candidatos coincidieron en las propuestas. “Claro que es necesario un cambio estructural –aseguraba Guillermo Rodríguez- pero no tiene que pasar por la austeridad, sino por un plan económico que se base en ser conscientes de que estamos en un planeta con recursos limitados, que el cambio climático ya es una realidad y que es necesario un cambio social”

Reyes Montiel añadía que la hoja de ruta de Equo para contrarrestar el No-Plan que ofrecen los partidos tradicionales se basa en ponerle freno a la austeridad –“ya veremos qué hacemos con la deuda’”- la creación de empleos basada en el fomento a las energías renovables y en el cambio de política energética y en combatir el fraude y la corrupción. Para Florent Marcellesi, Equo es el partido que tiene la propuesta más trabajada sobre una transición hacia la economía ecológica, que incluye un plan de rehabilitación de edificios para hacerlos más eficientes y sostenibles (de manera que, además, se pueda combatir mejor la pobreza energética) y un giro hacia la agricultura ecológica, lo que implica un cambio en la Política Agrícola Común (PAC). Finalmente, López-Doriga evidenció la necesidad de apostar por una auditoría ciudadana de la deuda para determinar quiénes han sido los responsables de originarla y que sean ellos quienes se encarguen de pagarla.

Ya dentro del tercer bloque, Derechos e Igualdad, López-Doriga señaló la dependencia energética como uno de los problemas de Europa para emprender verdaderas reformas de fondo. “La dependencia energética es dependencia política. Mientras sigamos dependiendo de Rusia, por ejemplo, no se podrá hacer nada para por los derechos LGTB en ese país ni por Ucrania, a pesar del grave momento que atraviesan”, aseveró.

Marcellesi destacó la necesidad de recuperar los derechos que les han arrebatado a los ciudadanos y de conquistar otros nuevos como los derechos digitales o un derecho de renta básica que garantice que los recursos son repartidos de manera realmente democrática entre todas las personas. Una Europa como vehículo de expansión y fuente de garantía de derechos, que promueva la libre circulación, una vivienda digna o el acceso a los recursos energéticos fueron las propuestas en las que ahondaron Reyes Montiel y Guillermo Rodríguez.

Durante las algo menos de dos horas y media que duró el debate, los cuatro candidatos se centraron en explicar, a grandes rasgos, los puntos principales que conforman la idea político-económica de Equo. Unas propuestas que parecen haber sido recogidas tras haber escuchado y atendido las necesidades de un sector emergente de la ciudadanía, preocupado la desigualdad en el reparto de riqueza y por preservar un planeta cada vez más en peligro debido a la inacción por parte de los encargados de tomar las decisiones.

A pesar de esta declaración de intenciones, basada en las necesidades reales de la gente, los candidatos, en este debate, no profundizaron en la manera en la que iban a llevar su teoría a la práctica. ¿De dónde saldrán los fondos para llevar a cabo sus nuevas medidas político-económicas? ¿Cuáles son los plazos estimados para desarrollarlas? ¿Con qué apoyos cuentan? ¿Cómo van a cambiar la estructura de los distintos organismos europeos para que pase de una democracia representativa a una participativa o directa? Ninguna de estas preguntas fue respondida.

El debate finalizó con una exposición final en la que cada candidato solicitó el voto para sí. Una decisión que los electores deberán tomar basándose en el perfil que consideren que los representa mejor o que puede funcionar mejor en Europa ya que no pudo advertirse ninguna diferencia clara ni en cuanto a sus propuestas ni en cuanto a la metodología de cada un de ellos a la hora de afrontar distintos problemas que pueden surgir en Europa.

La Marea es editada por una cooperativa de periodistas y lectores
Suscríbete aquí para ayudarnos a hacer sostenible este proyecto