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“Hay un desprecio histórico del deporte por parte de los intelectuales y de la izquierda”

Jacobo Rivero y Claudio Tamburrini publican 'Del juego al estadio', una reflexión sobre la ética en el deporte que aborda desde los valores presentes en el plano amateur y profesional hasta el papel de los medios

Comentarios
  1. No es cierto que la izquierda tenga un desprecio histórico por el deporte, ahí están las olimpiadas populares, las olimpiadas obreras o las espartaquiadas. Lo que pasa es que ha tenido un concepto diferente de como desarrollar el deporte. No nos engañemos, la mayoría de deportes tal y como los conocemos nacieron gracias a nobles o aristócratas ociosos que inventaron algo con lo que estar entretenidos; así nacieron el tenis, el futbol, el waterpolo etc. No quiere ello decir que el deporte no sea una actividad fabulosa para el ser humano, pero mucho me temo que actualmente el deporte se ha prostituido, ha perdido su esencia original para estar al servicio de intereses ajenos a lo puramente deportivo, y esa es la desgracia.
    Las olimpiadas por ejemplo, son un escaparate, un negocio y una gran farsa, han perdido por completo su espíritu original desde que el ávido sistema económico imperante metió sus sucias manos en el mundo del deporte. Parece mentira, pero a Jim Thorpe, el mejor deportista de principios del sXX, le fueron retiradas todas sus medallas olímpicas por haber jugado profesionalmente al beisbol, mientras hoy en día el olimpismo está plagado de profesionales multimillonarios ¿espíritu olímpico?

    • Las olimpiadas populares fueron una anomalía. Barcelona pugnaba por la cita olímpica contra Berlín y fue la ciudad alemana la elegida. El gobierno de la República fue el único que boicoteó la cita de la alemania nazi, algo muy honorable evidentemente. El «espíritu olímipico original» era solo para varones. No se ‘normalizó’ la presencia femenina completamente hasta 1984, cuando se incluyó la prueba femenina de maratón.

  2. El deporte no es el opio del pueblo, pero el futbol a menudo da la sensación de que sí lo es.
    Pienso que no es que haya «neointelectuales» que desprecien el futbol, por ejemplo, sino que desprecian en lo que se ha convertido el futbol (u otros deportes, pero particularmente ese)hoy en día. Porque el deporte actual (insisto, particularmente el futbol) creo que está muy alejado de lo que es una «expresión cultural popular», quizás lo fue hace años cuando veíamos anonadados a Paco Gento correr por la banda en la Copa de Europa. Gento (por poner un ejemplo) era uno de los nuestros, nos identificábamos con él, era como nosotros; ahora no, ahora la Copa de Europa se llama «Champions» y se ha convertido en un conglomerado de intereses ajenos al deporte, y es muy difícil identificarse con esas estrellas multimillonarias, sencillamente porque no son de los nuestros ni son como nosotros. Quizás el Athletic Club sea el único equipo donde ese romanticismo aún perviva de alguna manera.
    El futbol ahora no es como el que sintieron y vivieron nuestros abuelos, ha degenerado mucho, como han degenerado otras muchas cosas en esta sociedad. La sociedad está perdiendo muchos valores y el deporte también, y eso es lo criticable.

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