BARCELONA // En los últimos años, TV3 y Catalunya Ràdio, medios de referencia en Cataluña, han soportado una extraordinaria bajada de la inversión pública, que sumada a la caída libre de los ingresos por publicidad, amenazan con poner en riesgo su viabilidad. De los 466 millones de euros de presupuesto en 2009 se pasó a 348 millones de euros en 2012, 295,5 millones en 2013 y 225 millones, más unos 60 que se prevé ingresar por publicidad, para este 2014. La brutal reducción de la inversión en la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), que integra a TV3 y Catalunya Ràdio, se ha concretado en rebajas salariales, despidos, cierres de delegaciones, corresponsalías y canales.
Buena parte del ajuste ha recaído sobre los empleados, que además de los recortes que han sufrido todos los trabajadores públicos, se han visto obligados a asumir más rebajas salariales y un proceso de despido colectivo puesto en marcha el verano pasado que afecta a cerca de 270 personas, además de todos aquellos empleados externos que han dejado de trabajar para la televisión y radio públicas catalanas.
Aunque parece no ser suficiente. Para cuadrar las cuentas, la dirección plantea un nuevo ajuste del 13% en los sueldos. Por todo ello, no es de extrañar la tensión que se vivió el pasado martes en a sede de TV3. El presidente de la CCMA, Brauli Duart; el director de TV3, Eugeni Sallent, y los demás miembros del equipo directivo se reunían en un despacho mientras en el exterior, centenares de trabajadores protestaban a grito de “queremos convenio”. Y es que el día antes, el comité de empresa de TV3 recibía un burofax en el que se les informaba que el convenio bajo el que se regían había expirado el viernes anterior.
El conflicto hace meses que dura. Hasta el vencimiento del convenio, que se concretó el 31 de enero, se han sucedido los intentos infructuosos para llegar a acuerdos, huelgas parciales en la cadena, y varias movilizaciones que han llegado a reunir en una fiesta reivindicativa a artistas como Pastora, Macaco y Quimi Portet, con el apoyo de personajes como el futbolista Xavi Hernández, Gemma Nierga, Jordi Évole, Andreu Buenafuente y Ada Colau.
Este viernes por la noche se conocía el resultado del referéndum llevado a cabo entre los empleados de TV3, que ha fijado una serie de huelgas parciales cada dos días para las próximas semanas. Son varios los puntos clave del conflicto, que deberán abordarse en las próximas negociaciones si se quiere desbloquear la situación.
Reducción de plantilla
A mediados del año pasado, la dirección de la CCMA planteó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 312 trabajadores, sobre una plantilla que superaba las 2.000 personas. Finalmente se llegó a un acuerdo con los sindicatos para iniciar un proceso de despidos voluntarios para 225 empleados, mayoritariamente mediante la jubilación anticipada de los mayores de 61 años. Finalmente fueron cerca de 270 los que se acogieron a los despidos.
Poco antes, la dirección había decidido prescindir de la red de colaboradores de las cadenas. Se cerraron delegaciones históricas como la de la Catalunya Nord (Perpiñán), la del Pirineo Central (que daba cobertura a Andorra y las comarcas norteñas de Cataluña), las Terres de l’Ebre en el sur y la del Pallars. También se había echado el cierre a las corresponsalías del País Vasco, Marruecos y Suramérica y al canal infantil 3XL.
“La necesidad de ahorro en 2013 era de 60 millones”, señalan fuentes de la dirección a La Marea. «33 se ahorrarían en partidas de inversiones y contenidos, y 27 en el capítulo de personal, con medidas de reducción de sueldos y unificación de delegaciones TV3 y Catalunya Radio”, añaden. Fuentes del comité de empresa estiman en cerca de 400 personas los empleados temporales de los cuales ha prescindido la cadena, además de aquellos en plantilla que aceptaron los despidos.
Rebajas salariales
Todos los empleados públicos catalanes han perdido una paga extra, las ayudas familiares que percibían, la aportación al fondo social, derechos relativos a días de libranza y vacaciones, y una reducción de sueldo del 7,12% en dos años aplicado por la Administración. También han sufrido la no contratación de empleados para sustituciones ni bajas. Los empleados de la CCMA, además, “aceptamos un recorte voluntario del 5% a cambio del compromiso de que no habría despidos. Ha habido despidos y nos mantienen el recorte”, lamenta Mercadé.
“En algún caso, un trabajador que tenga hijos y antigüedad ha llegado a tener una pérdida de poder adquisitivo de hasta el 35% en los últimos tres años. Y sobre este recorte quieren aplicar ahora un 13%. Es inasumible”, asegura. “Es una plantilla a la que ya se han aplicado las rebajas de sueldo como sector público, la rebaja de paga doble, hace años que no se les sube el IPC, que hace años que ha dejado de recibir complementos por hijos… Lleva muchos ajustes y ahora se le pide un ajuste más”, reconoce la dirección.
Sin embargo, los responsables de la CCMA señalan que de los 60 millones de ahorro que debían aplicar el pasado año, la partida de contenidos e inversiones asumió 45, y no se llevaron a cabo todas las que debía asumir la plantilla, a la que acusa de tener una “posición inmovilista de no querer tocar sueldos ni antigüedad”.
Aquí se sitúa uno de los principales temores de la plantilla: que en 2015, cuando venza el plazo acordado para no llevar a cabo más despidos, se ejecute un nuevo ERE con la facilidad de unos salarios y antigüedad recortados. “Suponemos que esta es la estrategia, que se quieren situar ahora en un recorte salarial tan grande como puedan para poder hacer con comodidad un nuevo ERE en 2015”, denuncia Mercadé. La dirección asegura que “a esta empresa ya no le interesa echar a más gente, es dificultosa la gestión del día a día con las personas que estamos”, si bien admite que “no puedes decir eternamente que no harás un proceso así… no sabes que pasará”.
Inversiones y derechos televisivos
Entre buena parte de la plantilla de TV3 no ha sentado nada bien que mientras se está llevando a cabo un proceso tan doloroso, la CCMA haya optado por invertir un millón y medio de euros este año en un plató virtual para los informativos. Una inversión que Mercadé considera “absolutamente superflua”, pero que la dirección cree imprescindible “para poder ser competitivos, mantener el liderazgo y consolidar la oferta en los informativos”.
Los derechos de la Fórmula 1 son también objeto de discusión. “Han costado 3 millones de euros que eran perfectamente ahorrables. La Fórmula 1 se ve por otras cadenas, y no tiene una particularidad como para que por servicio público TV3 lo tenga que dar”, mantiene Mercadé. La justificación de los directivos alude de nuevo a la competitividad de la cadena: “Nos aporta el liderazgo del fin de semana que sin la Fórmula 1 no teníamos. Los derechos de la Fórmula 1 son rentables, y hay que tener en cuenta que el gasto en producciones ajenas, coproducción y derechos deportivos ha bajado casi un 50% desde el 2010”.
El salario de los directivos
Otro de los puntos más polémicos es el sueldo que se embolsan los principales responsables de la Corporació. El director de TV3, Eugeni Sallent, es el directivo de empresa pública mejor pagado en Cataluña: 160.000 euros anuales. El presidente de la CCMA, Brauli Duart, cobra 130.000 euros anuales, “y el staff de TV3 tienen sueldos por encima de los 80.000, 90.000 y 100.000 euros al año”, señala Mercadé.
Unos niveles salariales difíciles de comprender para la plantilla, si bien son menores a los que percibían los directivos hace unos años. A eso se aferra la dirección para justificarlos: “El presidente de la CCMA reúne ahora la figura, el trabajo y la responsabilidad que tenía el director general de la CCMA, que cobraba 250.000 euros, y del presidente, que cobraba más de 100.000 euros. Y en el Consejo de Gobierno eran 12 personas con el mismo sueldo que tienen ahora los cinco que están”.
Medios de referencia en Cataluña
TV3 y Catalunya Ràdio han sido las cadenas líderes en Cataluña en las últimas décadas. Varios de sus programas, como el de documentales 30 minuts, han mantenido un prestigio internacional que han situado a TV3 como una de las cadenas públicas más respetadas. La labor de promoción y difusión del catalán, además, ha sido una de las claves más elogiadas en Cataluña.
Canal 9 ya ha caído, y Telemadrid va por el mismo camino. Si las reducciones de la aportación pública continúan, se antoja difícil mantener la calidad y el potencial de las cadenas públicas catalanas. La batalla por el mantenimiento de los medios de comunicación públicos es ahora más intensa que nunca. La CCMA, con una inversión de alrededor de 30 euros por habitante al año, se acerca progresivamente a la debilitada RTVE, con una inversión cercana a los 19 euros por habitante/año, y se aleja de modelos como el de la BBC, que le cuesta anualmente a cada británico cerca de 80 euros.
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