MADRID// «Después de la campaña que iniciamos hace dos meses, si ya teníamos poco apoyo económico por parte de las administraciones públicas, todavía nos han recortado un poquito más; o sea, que deben ser duros de oído». Con estas palabras explica el director del Círculo de Bellas Artes (CBA), Juan Barja, cuál ha sido el resultado del manifiesto firmado por un nutrido grupo de intelectuales y artistas el pasado mes de noviembre con el objetivo de apoyar al CBA.
Barja aclara que el Círculo no es una institución pública, dado que las subvenciones estatales recibidas nunca han superado el 27% de su presupuesto total. Sin embargo, al ser «un referente cultural importante en España», cree que la Administración tiene el deber de apoyarlos. Un deber que el Estado «ha incumplido en los últimos años, hasta el punto de que nos ha quitado el 90% de financiación», lamenta.
Y es que, de los aproximadamente dos millones y medio de euros que el Estado aportó en 2008 al CBA (cuyo presupuesto total superaba los ocho millones), han pasado a destinarle 225.000 euros de los casi cuatro millones con los que contarán en 2014. Además, la Comunidad de Madrid ha previsto que la plantilla deberá pasar de 71 a 61 empleados y que, para que la fundación sea rentarentable, deberá centrarse en actividades comerciales y relegar a un segundo plano las culturales.
Esta realidad va a empujar al Círculo de Bellas Artes a ampliar el horario de la azotea para convertirla en un lugar donde comer y tomar copas o a fomentar que las empresas privadas continúen realizando allí sus eventos y puedan, así, incrementarse los patrocinios. A pesar de que no es la decisión que le gustaría tomar, Juan Barja reconoce que no tiene más remedio que aceptarlo. «Ahora la prioridad es mantener la institución como sea, en todas sus áreas, aunque tengamos que recortar para sobrevivir. Lo que puedo asegurar es que vamos a seguir peleando; con más o menos recursos, pero seguiremos aquí».
«Dinero hay, pero se lo lleva el endeudamiento»
Barja considera que el mal momento que atraviesa la fundación que dirige no es consecuencia de que el Estado se haya quedado sin recursos, sino de que «apuestan todo a las mismas casillas, que son las de las finanzas fracasadas, porque le han dado el dinero de todos a los que han demostrado que lo han gestionado mal y, por lo tanto, lo ha perdido». El director del CBA señala como prioritarios asuntos como la vivienda o el desempleo, aunque duda de que el Gobierno «haya dedicado a estas partidas lo que ha ido a parar los bancos que, en los últimos cuatro años, suman 167.000 millones de euros, de los que unos 40.000 millones ya son a fondo perdido».
«A lo que voy –denuncia Barja- es a que dinero hay, y mucho, pero se lo está llevando todo el endeudamiento, que ha pasado del 37% al 93%. Esto constituye un fracaso para todos los españoles excepto para un 0,5%, para los que probablemente sea un éxito». Tras insistir en que lo primero que se necesita es centrarse en la sanidad o la educación, recuerda que «la cultura está asociada a todo ello, entre otras cosas porque cuando un dirigente político o un ministro es muy inculto, también demuestra ser profundamente insensible a los problemas sociales».
Indignado, el director del Círculo de Bellas Artes destaca que uno de los principales problemas de haberle «dedicado esta ingente cantidad de dinero» a los bancos, es que «se lo hemos dado dos veces, porque primero parece ser que los han vaciado; y lo más extraño es que parece ser que los que lo han hecho están ahora gobernando», denuncia. «Siempre bromeo con José Luis Cuerda sobre hacer una película en la que unos señores atracan un banco y a continuación les dan la presidencia de ese banco. Es un chiste, pero si pensamos en la realidad española actual, deja de tener gracia», sentencia.
Una realidad que a Barja le genera gran estupor ya que considera que «por más que se empeñen en afirmar lo contrario, esto no es un sistema capitalista, es otra cosa; una que consiste en que usted y yo paguemos con nuestros impuestos los malos negocios de otros que no quieren perder nunca. O ganan dinero directamente o, si lo pierden, el resto se lo tenemos que devolver». El director del CBA asevera que si se analiza esta situación, se puede observar cómo las decisiones tomadas en materia económica contravienen las normas establecidas.
Según asegura, esta afirmación puede demostrarse sólo con leer «el Título I de la Constitución, que habla de la igualdad ante la ley, el título de deuda del Código Civil, que es capitalismo purito, y el Código Mercantil. Lo que se está haciendo es injustificable desde el punto de vista legal». Finalmente, Barja reitera que, ante esta situación, «uno se queda asombrado, primero con los españoles, y después con la actitud del Gobierno». Y concluye: «Si los ciudadanos que votan, que debemos ser el 60%, se dieran cuenta de que les están metiendo la mano en el bolsillo para dárselo a gente a la que el Estado no se lo debe, probablemente no los votarían más».
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