MADRID // El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, compareció hoy ante los periodistas en Moncloa con un único titular: que la luz subirá el 2,3 % el primer trimestre de 2012. Aparte de este anuncio, el jefe del Ejecutivo no hizo sino defender su gestión y enrocarse en lo que ha estado repitiendo a lo largo de estos doce meses: no a la consulta catalana, no a la reforma de la Constitución y no a quienes le piden que modifique la polémica reforma de la ley del aborto.
Sin ningún atisbo de autocrítica, el presidente se aferró a un optimismo que las economías de los españoles ni siquiera han empezado a vislumbrar. Amparado en la mejora de datos macroeconómicos como el aumento de las inversiones y el descenso de la prima de riesgo, magnitudes que no han repercutido en el maltrecho bolsillo del ciudadano, Rajoy auguró, sin aportar datos concretos, que a finales de 2014 «habrá menos parados y más afiliados a la Seguridad Social», un pronóstico que el presidente parece colegir de la «mejora de la imagen de España» en los mercados.
Este optimismo sin datos que lo avalen no ha ido acompañado de ningún reproche a su gestión. Lo más parecido a un reconocimiento de la grave situación por la que atraviesan el más de 26% de españoles que no tienen trabajo, según la Encuesta de Población Activa, ha sido cuando Rajoy ha admitido «no poder estar satisfecho» con la tasa de desempleo. Eso antes de prometer que «2014 será el año de la recuperación», después de un 2013 que ha sido el de las «reformas»-el eufemismo con el que el Gobierno suele aludir a los recortes-y 2012, utilizando otro eufemismo, «el de los ajustes».
El optimismo del presidente no ha sido sólo de cara al futuro año; también con respecto a éste que está a punto de acabar y en el que Rajoy asegura que las cosas ya han mejorado: “Hace un año les dije que 2013 iba a ser muy duro, sobre todo en los primeros seis meses, pero también les aseguré que las cosas iban a empezar a mejorar en las segunda mitad del año”.
Consulta catalana: «Digo sí a dialogar con todo el mundo pero no a dividir España»
Sobre la consulta catalana, como se esperaba, Rajoy sigue encerrado en su negativa total, no sólo a considerar la posibilidad de negociar la consulta, sino incluso a la posibilidad de reunirse con el president de la Generalitat, Artur Mas, para discutir sobre ella o buscar alternativas. De hecho, el jefe del Gobierno, a preguntas de los informadores, ha respondido con una frase tajante: «De la soberanía nacional no respondo yo» ha contestado. Luego ha matizado: «Digo sí a dialogar con todo el mundo pero no a dividir España».
«Hay cosas que no se me pueden pedir y [Artur Mas] lo sabe», ha puntualizado antes de apostillar «quien ha abierto ese camino, sabía cuál iba a ser mi respuesta», en alusión al president catalán.
Rajoy, que ha dicho estar «preocupado» por el tema catalán, una preocupación que asegura compartir con «muchísimos catalanes y muchísimos españoles no catalanes», ha tratado de zanjar la cuestión reiterando: «Esa consulta es contraria a la Constitución y no puede celebrarse».
Aborto: «en la línea de 1985»
Rajoy se ha referido también a la polémica reforma del aborto, que le ha valido severas críticas internas e incluso la reprobación explícita de socios europeos como Francia-el gobierno francés le remitió una carta expresando su «preocupación» por la reforma- e incluso de la prensa conservadora británica, cuyo estandarte, el diario The Times, acusó al Gobierno de perpetrar un «abuso de poder» contra las españolas.
El presidente del Gobierno se ha limitado a asegurar que esta polémica ley del aborto es «equilibrada» y que «está en la línea de lo aprobado de 1985», un argumento que ya han expresado varios miembros de su Ejecutivo pero que la oposición y las asociaciones de mujeres consideran falaz pues en la reforma aprobada ese año sí se incluía el supuesto de malformación del feto, que ha desaparecido en la norma promovida por el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
También ha obviado las críticas a la reforma en el seno de su propio partido, el PP, y remitido cualquier posible modificación del texto al trámite del proyecto de ley en el Parlamento.
Precio de la luz
Rajoy ha anunciado, como se preveía, durante su comparecencia la nueva subida de la luz (la quinta desde enero de 2013) que el Gobierno ha fijado en 2,3% para el primer trimestre de 2014, tras anular la semana pasada la última subasta de la parte liberalizada (45%) del precio de la electricidad por sospechas de manipulación por parte de las compañías eléctricas.
Según el presidente del Gobierno, el déficit de 26.000 millones de euros de las eléctricas- el argumento al que recurren tanto las compañías como el Ejecutivo para justificar los continuos aumentos del precio de la electricidad- son una herencia de la etapa de Zapatero y la reforma energética «uno de los temas más complicados» con los que ha tenido que lidiar el Gobierno.
El mecanismo por el que se ha fijado este nuevo aumento, preció Rajoy, es «transitorio» y aplicable sólo en este primer trimestre, pues «será sustituido en el segundo trimestre por un mecanismo definitivo».